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Un artículo publicado por la prestigiosa revista The
Lancet (“Healthcare Access and Quality Index based on
mortality from causes amenable to personal health care
in 195 countries and territories, 1990-2015: a novel
analysis from the Global Burden of Disease Study 2015”
Lancet2017:390:231-66 Published online May 18 2017)
utiliza un índice compuesto por 32 causas de mortalidad
que podrían ser evitadas en presencia de una atención de
la salud efectiva (Healthcare Access and Quality Index–HAQ
Index) para analizar la performance de 195 países y
territorios desde el año 1990 hasta 2015. Este índice,
según el estudio, mostró una fuerte correlación con
otros indicadores como gasto per cápita en salud,
recursos humanos en salud y con un índice compuesto por
una selección de 11 intervenciones de cobertura en
salud. A su vez el estudio compara el HAQ Index de cada
país con otro índice, el índice sociodemográfico (Socio-demographic
Index-SDI compuesto por ingreso per cápita, promedio de
años de educación y la tasa de fertilidad), tomado en
este estudio como la frontera a ser alcanzada por ese
país. Para cada uno de los países el estudio comparó la
distancia entre ambos índices existentes en 1990 y en el
2015 y en cuanto se achico o agrandó esa diferencia
tomada como lo observado (HAQIndex vs SDIndex) vs. el
ideal.
Según este estudio, en ese período, todos los países y
territorios analizados mejoraron su performance, pero se
agrandó la diferencia entre los mejores y los peores. De
los 195 países y territorios analizados, 167 tuvieron un
incremento estadístico significativo siendo los que más
incrementaron su índice proporcionalmente Corea del Sur,
Turquía, Perú, China y Maldivas.
Las principales causas que afectaron al índice fueron
cáncer en los países con SDI alto, enfermedad renal
crónica, diarrea e infecciones respiratorias bajas en
países de SDI medio y tétanos, sarampión en los países y
territorios de SDI bajo.
La escala del HAQIndex va de cero a cien siendo los más
bajos los países de África Subsahariana del este y del
oeste con un promedio de 42,2 mientras que los de mejor
performance son Andorra (95) Islandia (94), Suiza (92),
Suecia, Noruega, Australia, Finlandia, España y Holanda
(90).
LA PERFORMANCE DE
ARGENTINA
La Argentina según este estudio se encuentra en una
situación intermedia entre ambos extremos con un
HAQIndex de 68. Los peores números de las causas que
componen el Índice los tiene en cáncer de testículo
(31), infecciones respiratorias bajas (38), efectos
adversos de tratamientos médicos (41), enfermedad renal
crónica (48) y cáncer cervical (49).
Comparada con algunos países de la región está por
debajo de Chile (76), Cuba (74), Costa Rica (73),
Uruguay (72), Perú (70). Colombia tiene 68 al igual que
la Argentina y un poco por debajo Brasil con 65.
Pero si analizamos cuanto mejoraron esos países en esos
25 años vemos que nuestro país fue el que menos mejoró
de todos ellos. Efectivamente mientras que la Argentina
mejoró 11 puntos de ese índice (de 57,4 a 68,4), Perú lo
hizo en 23,7 (de 45,9 a 69,6), Chile unos 17,2 (de 58,8
a 76,0), Colombia 16,7 (de 51,1 a 67,8), Brasil 14,8 (de
50,1 a 64,9) y Uruguay 11,2 (de 60,8 a 72,0). Este ritmo
de mejoras hace que habiendo estado en niveles similares
o incluso por arriba de estos países, hoy la brecha se
haya ampliado con los que estaban un poco por arriba y
fuimos superados por otros que estaban por debajo en el
90 y se achicó muchísima la diferencia con otros países
que estaban muy atrasados respecto a nuestro país.
Un tercer aspecto relevante del estudio para nosotros es
la diferencia entre lo observado (el HAQIndex) y el
nivel que cada país debería ocupar idealmente (el
SDIndex). la Argentina en el año 1990 estaba a 15,9
puntos del nivel ideal mientras que en el 2015 estaba a
13,5 o sea que sólo se acercó en 2,4 puntos al nivel
posible de alcanzar que según el estudio debería ser
81,9. También en este análisis la Argentina queda muy
relegada respecto a los países de la región. Perú se
acercó 13,6 puntos a su ideal, Colombia 7,4, Chile 7,
Uruguay 4 y Brasil 4.
LA URGENCIA DE PRIORIZAR
LA SALUD EN LA ARGENTINA
En mi libro “Más Salud, Más Derechos: el desafío de la
Argentina que viene” (2010) analicé la pérdida relativa
de posiciones de nuestro país respecto a otros y a
nuestras propias posibilidades a partir de dos
indicadores como la “Esperanza de Vida al Nacer” y la
“Mortalidad Infantil”. Escribí allí: “Si analizamos el
comportamiento de dos indicadores que miden nivel de
salud como son la Mortalidad Infantil (MI) y la
Esperanza de Vida al Nacer (EVN) vemos que han mejorado
en las últimas décadas. Efectivamente la MI descendió un
80 % en los últimos 60 años y la EVN aumentó alrededor
de un 20 % en ese mismo período. O sea, hoy los
argentinos vivimos unos 13 años más que en aquel
entonces. Pero la realidad es que todos los países del
mundo han mejorado su salud y lo que cobra importancia
entonces es el ritmo o la velocidad de las mejoras de
esto indicadores. Desde ese punto de vista la Argentina
pasó del 20 lugar en AL de la década del 50 a un 70
lugar en la actualidad en cuanto a ambos indicadores
mencionados. Y así con la mayoría de los indicadores de
salud. O sea, hemos perdido mucho terreno”.
El artículo de The Lancet nos está mostrando las mismas
conclusiones con otros indicadores. Venimos hace muchos
años perdiendo posiciones relativas en salud. De seguir
este camino la Argentina integraría el grupo de países
con peores indicadores en unos años más. Resulta
necesario cambiar este rumbo en forma urgente. Debemos
priorizar la salud pública incluso por sobre otras
políticas de estado. Insisto, como siempre lo he hecho,
en que debemos buscar consensos y desarrollar políticas
que se extiendan más allá de los gobiernos de turno.
(*) Presidente de la Agencia
Nacional de Laboratorios Públicos.
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