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Opinión


Polity, politics, policy, según Keynes

Por el Dr. Antonio Angel Camerano (*)


Nos introduce el autor Tirso Luis Irure Rocher, en su artículo del diario El País (España 2002), “...no es que me haya convertido en un repentino converso de la lengua inglesa. Es simplemente que -alguna vez- la lengua de Shakespeare supera a la de Cervantes en sus contenidos semánticos...”. Abordando en dicho texto el significado de tres palabras de cabecera (polity, politics, y policy) dado su valor diferente y lleno de matices para los ciudadanos de habla inglesa. Para nosotros una sola palabra (política) pretende dar significado a una pluralidad de situaciones y de contenidos.
Por polity se entienden las actividades humanas que tienen que ver con el gobierno, con las diferentes formas de gobierno y con el concepto de Estado. En particular la palabra tiene una extensión natural para los campos del saber que cultivan la ciencia política, la teoría política y el derecho público.
Politics sería la palabra que se adaptaría a la descripción más común de política en el sentido de dedicarse a la política, o de hablar de política. Más matizada sería la acepción de policy, que tendría un significado más próximo a plan de acción, programa político y principios para la gestión de algo en concreto. Se trataría de gestionar políticas públicas a través de programas específicos, en beneficio del conjunto de la población o de sectores sociales concretos. Esta última acepción permite utilizar adjetivos que califican al sustantivo principal. Son los casos de la implantación de una política económica o una política pública para la Justicia.
Generalmente las personas perciben connotaciones en negativo de la política, pero no sería razonable admitir en forma generalizada y por así decirlo efectos de perversidad. Corresponde al Pueblo (los ciudadanos) no omitir estar en contacto con los asuntos de Gobierno. (la cosa pública, tal como diría Cicerón). Si bien las políticas públicas se pueden medir por sus resultados los principios y convicciones (polity) que guían la acción política pertenecen al ámbito individual del ser humano. La política es demasiado importante para dejarla sólo en manos de los políticos. Los ciudadanos tenemos un gran protagonismo. Los políticos son unos mandados de la ciudadanía, nosotros les evaluamos en periódicas pruebas de reválida.
El gran ejemplo que menciona en este trabajo es el de lord Keynes. “… Un genio que pasó de la polity (desde el ESTADO) a la policy (dedicarse a la POLITICA) a través de la politics (sus principios y convicciones de los HECHOS). Los grandes avances de Keynes fueron sencillos, consistieron -según el premio Nobel de Economía (1970) Samuelson-, en dejar una bella pero irrelevante teoría… “
Tal vez haya un deseo deliberado y oculto de desacreditar la política por aquellos grupos que pueden resolver absolutamente todo a través de los mercados. Extremismos ideológicos y fanatismos aparte esto es absolutamente imposible. Las sociedades modernas funcionan con dos ruedas básicas, el Estado y el mercado. Su acción se combina y se autoalimenta. La eficiencia es buscada desesperadamente por los mercados, los Estados también deberían estar atentos a este principio básico de actuación, pero les corresponde además el fomento de la equidad y un papel de guardián imparcial de las reglas del juego sin las cuales aparecen las posiciones de dominio y se destruye la igualdad de oportunidades y la sana competencia. Algunos sectores sociales siempre necesitarán al Estado. Otros en cambio son partidarios de la consigna, del historiador británico Thomas Carlyle, de ‘anarquía más policía’ para preservar sus privilegios. Los ciudadanos pueden pasar de la politics, más si se convierte en politiquería dirigida por politicastros. Pero no deben prescindir de la polity, como espacio donde encuentran satisfacción a sus principios y convicciones. Y menos de la policy cuando obtienen una prestación razonable de un servicio de la Administración, o ven los resultados concretos de una política pública bien gestionada por personas competentes, éticas y profesionales.
Como corolario refiero a los lectores al artículo general comentado de “Tirso”, quien es doctor en Ciencias Económicas y profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Valencia.

(*) Título Médico. Magíster en Administración de Sistemas y Servicios de Salud. UBA - FSG. Doctorando en Ciencias Éticas, Humanísticas y Sociales Medicas. UBA

 

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