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En el reciente congreso internacional denominado “Pharmaceutical
Policies in the National Health Policy - Academic week
of the Graduate Program in Medicines and Pharmaceutical
Assistance” organizado en Belo Horizonte, por la
Universidad de Minas Gerais y el Centro Colaborador del
SUS (CCaTES), representantes de diferentes
organizaciones expusieron sobre las políticas de
medicamentos que se desarrollan en sus respectivos
países.
Estos expertos de Suecia, Inglaterra, Irlanda, Escocia,
Portugal, Australia, Canadá, Colombia, Brasil entre
otros, coincidieron en torno a la preocupación por los
precios de los medicamentos y el gasto creciente que
esto significa. Todos estos países están desarrollando
diferentes políticas y estrategias para paliar este
problema.
En nuestro país, el gobierno actual también ha
manifestado esta preocupación y viene tomando una serie
de medidas que en su conjunto constituyen y dan forma a
la actual política de precios de medicamentos.
EL MERCADO DE MEDICAMENTOS
EN LA ARGENTINA
El de los medicamentos, en nuestro país, es un mercado
complejo que presenta innumerables aristas que lo
transforman en uno muy particular. Desde el punto de
vista de la producción industrial es un sector que
genera unos 120.000 puestos de trabajos directos e
indirectos. Son unas 230 empresas que facturan más de
105.000 millones de pesos anuales, exporta por unos
18.000 millones de pesos e importa por unos 40.000
millones. La industria nacional es muy importante, con
presencia fuerte en otros países con productos de
calidad y con creciente inversiones en productos
biológicos y biosimilares.
Desde el punto de vista de la población, el medicamento
significa un bien esencial (cada vez más) para el
tratamiento de enfermedades y al mismo tiempo, un gasto
importante en la canasta familiar especialmente en
aquellas familias de menores ingresos en donde la
proporción de éste es mayor. Desde el punto de vista de
la salud pública, presenta también las dos facetas de
bien esencial para los programas y al mismo tiempo un
problema en cuanto costos crecientes de nuevos
medicamentos, discontinuidad en la producción de muchos
“viejos” medicamentos, falta de formulaciones
pediátricas, creciente automedicación con sus
consecuencias de números crecientes de internación,
fallecimientos por esta causa, resistencia bacteriana,
etc.
Por estas y otras razones es que resulta complejo un
abordaje a esta problemática.
PRINCIPALES DIFICULTADES
PARA ESTABLECER UNA POLÍTICA DE PRECIOS DE MEDICAMENTOS
Muchos son los motivos que dificultan el desarrollo de
una política de precios de medicamentos. En primer
lugar, la gran fragmentación y segmentación del sistema
de salud en donde existen innumerables compradores de
medicamentos que negocian separadamente y debilitan la
demanda: más de 280 Obras Sociales (Seguros de Salud de
los Trabajadores), 24 provincias, 24 Obras Sociales
provinciales, el PAMI, Hospitales y clínicas privadas,
municipios, etc.
Por el contrario, la oferta desarrolla políticas y
estrategias en bloque. Los laboratorios medicinales se
agrupan principalmente en tres cámaras que negocian en
forma conjunta (Farmalink con el PAMI por ej.) lo cual
les permite un mayor poder de negociación y muchas veces
fijar el precio.
La función de Evaluación de Tecnología está fragmentada
y extremadamente débil. En muy escasa medida la ejercen
el ANMAT y la Superintendencia de Servicios de Salud y
el PAMI en contadas ocasiones.
La gran judicialización existente en este campo está
impactando fuertemente en el gasto de los financiadores
y dificulta también el establecimiento de una política
de medicamentos.
El gasto de bolsillo es alto producto del copago, los
medicamentos de venta libre OTC, y la gran
medicalización existente (prescripción médica y
automedicación).
ALGUNAS INICIATIVAS DEL
GOBIERNO
Al igual que otros países, el gobierno actual ha
decidido enfrentar el problema del alto y creciente
gasto en medicamentos y para ello está desarrollando una
serie de medidas, algunas ya en estado avanzado y otras
aún en elaboración. El hecho de identificar el problema,
priorizarlo y tomar la decisión política de solucionarlo
ya significa un gran avance y una excelente noticia.
Algunas de las iniciativas desarrolladas o en carpeta
son:
Superar la fragmentación: Realizar compras centralizadas
para bajar los precios de medicamentos provistos por el
Estado y de entrega gratuita a pacientes. Se trata de la
unificación de los principales compradores. La primera
experiencia fue la compra conjunta de hemoderivados
(Factor 8) de los grandes compradores de este producto
(Ministerio de Salud de la Nación, PAMI, IOMA,
Superintendencia de Servicios de Salud) a través de una
licitación pública internacional en donde se presentaron
7 oferentes, lográndose un ahorro de más de 70 millones
de dólares sólo en ese producto.
Se proyecta una estrategia similar próximamente para los
Oncológicos previéndose un ahorro tres veces superior.
Esta estrategia podría ser el embrión para lograr en el
mediano plazo un Seguro Nacional de Enfermedades
Catastróficas que centralice la compra de medicamentos
de alto precio y otros insumos.
Cambios en el principal contrato del Estado con la
industria: El PAMI compra, desde hace más de 25 años, a
través de un convenio directo con la industria. Un nuevo
contrato se ha firmado que establece la rebaja del 5% en
mostrador, a partir del 1° de abril, para medicamentos
ambulatorios, sobre el precio vigente al 28 de febrero.
Un descuento de 46%, 63% y 70% según el caso en los
medicamentos oncológicos y tratamientos especiales que
compra el PAMI.
El precio de venta al público de cada producto vendido
vía PAMI se actualizará trimestralmente, con un aumento
máximo de un 70% de la variación del índice de precios
al consumidor para el trimestre anterior publicado por
el Indec. Se crean “precios PAMI” para las compras del
organismo, que serán definidos a partir de una unidad de
medida independiente de las distintas presentaciones y
cantidad de unidades de un determinado medicamento. Los
“precios PAMI” comenzarán a regir progresivamente
durante el año por grupos terapéuticos.
Crear la AGNET (Agencia Nacional de Evaluación de
Tecnología Médica). En la actualidad está en estado de
proyecto de ley. En ese sentido se creó recientemente,
por resolución 623/2018, la Comisión Nacional de
Evaluación de Tecnologías de Salud en el ámbito del
Ministerio de Salud.
Observatorio de Precios de medicamentos de la Seguridad
Social: Analiza los precios a los cuales compran cada
Obra Social y establece precios de referencia a partir
de los precios más bajos conseguidos.
A MODO DE RESUMEN
El gasto en medicamentos dentro del gasto total en salud
es muy alto y en constante crecimiento. El gasto público
en medicamentos también viene creciendo sostenidamente
por la incorporación de tecnología (nuevos medicamentos
biológicos) y por la gran judicialización existente
entre otras cosas.
El precio de los medicamentos impacta fuertemente en la
canasta familiar y es un componente importante de la
inflación. La gran fragmentación y segmentación del
sistema de salud sumado a las estrategias de alta
concentración de la oferta hacen muy dificultosa
establecer una política de medicamentos unificada. El
actual gobierno ha establecido una agenda económica
gradual de disminución del gasto público y de la
inflación y en ese contexto el gasto público en
medicamentos y el precio en farmacias es un eje
importante de gobierno.
Este gobierno ha tomado diferentes iniciativas
importantes desde el punto de vista político y
económico, con el difícil objetivo de desinflar el
precio de los medicamentos para contribuir a controlar
la inflación, bajar el gasto público, eliminar el
déficit fiscal y mejorar el acceso para disminuir el
gasto familiar.
Los primeros resultados son favorables a esta política y
tienen consenso.
El final está abierto.
(*) Presidente de la Agencia
Nacional de Laboratorios Públicos.
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