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La
resistencia a los antimicrobianos (RAM) es responsable
de un sin número de muertes y elevados costos económicos
y el riesgo de la resistencia microbiana ha sido
equiparada por muchos expertos al riesgo que ocasiona el
cambio climático.
Si bien la OMS está alertando sobre esta temática y la
considera como uno de los grandes problemas de la salud
pública a resolver, y diferentes países están intentando
ponerlo en agenda, lo cierto es que no existe aún
conciencia de la gravedad de esto entre profesionales y
pacientes, así como tampoco entre ganaderos y la
industria alimenticia y el problema lejos de
solucionarse tiende a agravarse.
Podemos resumir el problema en las siguientes
afirmaciones: el uso indiscriminado de antibióticos ha
provocado el aumento de bacterias resistentes. La
velocidad de adaptación de las bacterias es mucho más
rápida que el tiempo de producción de fármacos. En la
actualidad, existen nueve bacterias con niveles
alarmantes de resistencia.
¿A QUÉ SE
DENOMINA RESISTENCIA A LOS ANTIMICROBIANOS? (RAM)
Según la OMS “La resistencia a los antimicrobianos (o
farmacorresistencia) se produce cuando los
microorganismos, sean bacterias, virus, hongos o
parásitos, sufren cambios que hacen que los medicamentos
utilizados para curar las infecciones dejen de ser
eficaces. Los microorganismos resistentes a la mayoría
de los antimicrobianos se conocen como ultrarresistentes.
El fenómeno es muy preocupante porque las infecciones
por microorganismos resistentes pueden causar la muerte
del paciente, transmitirse a otras personas y generar
grandes costos tanto para los pacientes como para la
sociedad”.
El concepto de RAM es más amplio que el de resistencia a
los antibióticos ya que abarca también las resistencias
a fármacos utilizados para tratar infecciones causadas
por otros microorganismos y no sólo bacterias, tales
como parásitos (por ejemplo, los helmintos o el parásito
que causa el paludismo), virus (como el VIH) y hongos
(como la cándida).
Considerando su impacto en la población mundial, la OMS
(http://www.who.int), en febrero del 2017, jerarquizó
las especies bacterianas por las resistencias que
presentan en tres niveles de prioridad: Prioridad 1.
CRÍTICA: Resistentes a los carbapenémicos: Acinetobacter
baumannii, Pseudomonas aeruginosa, y Enterobacteriaceae
productoras de BLEE (Beta-lactamasas de espectro
extendido). Prioridad 2. ELEVADA: Resistencias a una
diversidad de antibióticos en: Enterococcus faecium,
Staphylococcus aureus, Helicobacter pylori,
Campylobacter spp., Salmonellae y Neisseria gonorrhoeae.
Prioridad 3. MEDIA: Cepas (variantes) resistentes de:
Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae,
Shigella spp.
ALGUNAS DE LAS
CAUSAS DE APARICIÓN DE LA RAM
Si bien los factores de resistencia que ocurren
naturalmente contribuyen a la RAM, el uso de
antibióticos favorece la selección y su aparición. El
uso en ganadería de antibióticos para promover el
crecimiento de los animales es un factor muy importante
de aparición de RAM. Según varios reportes, en EE.UU.,
el uso de antibióticos en los animales para su
alimentación representa el 80% de todos los antibióticos
consumidos. La Food and Drug Administration (FDA) estima
que el 74% de estos antibióticos se administra con el
alimento, un método habitual para promover el
crecimiento del animal y no para tratar o prevenir la
infección.
Por otra parte, en EE.UU. el 62% de los antibióticos
usados en animales está representado por compuestos “de
importancia médica”, es decir, son importantes para el
tratamiento de las enfermedades humanas.
La influencia potencial del uso agrícola de antibióticos
en la salud humana ha dado lugar a una serie de
respuestas, como las políticas en Europa que prohíben la
utilización de los antibióticos para el crecimiento de
los animales, las guías de la FDA que fomentan evitar el
uso de antibióticos y el suministro voluntario de carne
libre de antibióticos por los proveedores de alimentos.
Por otra parte, recientemente la FDA publicó su Final
Rule on Antimicrobial Animal Drug Sales and Distribution
Reporting, donde requiere que los productores de
medicamentos veterinarios con actividad antimicrobiana
envíen informes anuales sobre la cantidad que se vende,
para mejorar la transparencia de su uso.
También esta resistencia aparece a menudo cuando los
pacientes no completan el tratamiento con antibiótico
prescrito por el médico ya que es necesario que
prácticamente todos los organismos infectantes sean
erradicados para evitar la aparición de resistencia, de
lo contrario aumentan las posibilidades de que una
pequeña población que sobreviva al tratamiento le
transmita a las demás bacterias el plásmido que codifica
su resistencia, lo cual es posible por transferencia
horizontal y no sólo a su descendencia.
Otro factor se relaciona al uso extendido de
antibióticos de amplio espectro, que atacan
indiscriminadamente a las bacterias patológicas y las
naturales, acelera en gran medida el desarrollo de
resistencia, así como la prescripción innecesaria de
antibióticos ante afecciones de tipo vírico, que suman 1
de cada 4 casos en los que se prescriben antibióticos
contra infecciones del tracto respiratorio.
LA RAM COMO
PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
Se estiman 50 mil muertes cada año en USA y Europa por
infecciones por bacterias resistentes a diferentes
antibióticos (multirresistentes), así como 480 mil casos
cada año de tuberculosis multirresistente a nivel
mundial, de los cuales el 40% de los pacientes fallece (Robins-Browne,
2017). El Centro de Control y Prevención de Enfermedades
(CDC por sus siglas en inglés) norteamericano estima que
anualmente 2 millones de pacientes en EE.UU. son
tratados por bacterias resistentes, de los cuales 23 mil
fallecen (CDC, 2013). Con esta tendencia, 10 millones de
vidas se perderían para el 2050 por la falta de
tratamiento adecuado para tratar bacterias resistentes,
con un costo de 100 trillones de dólares (USD) (Holmberg
et al., 1987). En 2014 la Organización Mundial de la
Salud (OMS) publicó un informe (WHO, 2014) con datos muy
preocupantes sobre la incidencia de resistencia a
antibióticos en distintas regiones del mundo,
identificando 9 bacterias con niveles alarmantes de
resistencia. Tanto la ONU, la OCDE, como el CDC están
activamente buscando terminar la “era de (del uso
excesivo de) los antibióticos”.
Por otro lado, la FDA (Food and Drug Administration)
reportó que la aprobación de nuevos antimicrobianos
decreció 56% entre 1983 y 2002. La velocidad de
adaptación de las bacterias es mucho más rápida que el
tiempo de producción de fármacos. La industria está más
enfocada a generar nuevas drogas para enfermedades
crónicas y existe poca inversión para nuevas moléculas
para las infecciosas por ser más costosa su inversión y
porque se tarda más en el recupero de esa inversión
(estimado en 23 años).
EL TEMA EN LA
ARGENTINA
Ya en el año 1986 se crea La Red de Vigilancia de la
Resistencia a los Antimicrobianos WHONET-Argentina bajo
la coordinación del Servicio Antimicrobianos del INEI-ANLIS
“Dr. C. G. Malbrán” cuyo objetivo es proveer información
a nivel nacional sobre los perfiles de resistencia a los
antimicrobianos de patógenos hospitalarios y de la
comunidad.
Según el actual ANLIS, en la actualidad esta Red está
compuesta por 89 laboratorios representativos de todas
las jurisdicciones del país. Estos realizan pruebas de
sensibilidad a los antimicrobianos a bacterias de origen
clínico, siguiendo protocolos estandarizados y en el
marco de un estricto control de calidad. Los datos
generados se ingresan en el software WHONET.
En los sitios oficiales del gobierno podemos leer que
también esta problemática es abordada en nuestro país.
Según información oficial en 2015, se firma la
resolución conjunta de los ministerios de Salud y ex
Agricultura, Ganadería y Pesca No. 834/2015 Y 391/2015,
estableciendo la Estrategia Argentina para el Control de
la Resistencia Antimicrobiana con un abordaje
interdisciplinario adoptando el concepto “Una salud”
impulsado por la Organización Mundial de Sanidad Animal
(OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También mediante la Resolución Senasa 591/2015A se crea
y aprueba el Programa Nacional de Vigilancia de la RAM
en animales de consumo, el cual tiene como objetivo
primario “determinar y monitorear de forma sostenida en
el tiempo, la prevalencia de la resistencia de bacterias
comensales y zoonóticas, a diferentes antimicrobianos de
importancia en salud humana; y así poder evaluar
posibles medidas que permitan retrasar o impedir la
diseminación de bacterias resistentes y, de esta manera,
minimizar su riesgo potencial sobre la salud pública y
animal”.
El segundo objetivo es reducir la pérdida de eficacia de
principios activos esenciales (antimicrobianos),
priorizados a nivel internacional a través de un listado
de “antimicrobianos de importancia crítica” por su uso
esencial en medicina humana, y al tener en la actualidad
escasos o ningún sustituto, el Senasa promueve la
difusión de información sobre el uso responsable de los
antimicrobianos y buenas prácticas agropecuarias, con la
finalidad de minimizar la utilización de éstos, sin
comprometer la salud de los animales o la actividad de
producción agropecuaria.
En definitiva, se requerirá de mayor investigación y
desarrollo para la obtención de nuevas moléculas para
una problemática (enfermedades infecciosas) que parecía
erradicadas. Pero también y más importante se necesita
de un cambio cultural en el uso de antibióticos en los
médicos, pacientes y el sector agropecuario, caso
contrario nuevas tecnologías caerán rápidamente en
desuso y cada vez se estrecharán más las opciones de
solución.
(*)
Presidente de la ANLAP (Agencia Nacional de Laboratorios
Públicos).
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