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Desde la conducción de una de las obras sociales
sindicales que integran el complejo sistema de salud de
nuestro país, comparto algunas ideas sobre el futuro
próximo. Se estima que para el año 2050 la proporción de
los habitantes del planeta mayor de 60 años va a
duplicarse. Del 11% actual, pasaremos a que el 22% de la
población mundial tendrá más de 60 años. Ya hay en el
mundo más personas mayores de 65 años que menores de 5.
Es preocupante, significa menos ciudadanos jóvenes
equilibrando el sistema de salud.
Necesidad de asistencia sanitaria para una población
envejecida aumentando dramáticamente. Conviviendo con
enfermedades crónicas, combinadas con otras patologías.
Un incremento exponencial del gasto en salud. Necesidad
de un número significativamente mayor de médicos y de
efectores sanitarios. Es bien conocido, no obstante, que
el número de médicos por habitante no crece al ritmo que
crece la población.
¿Qué chances reales tenemos los sistemas de salud para
evitar un colapso? La Organización Mundial de la Salud
está planteando la Salud Digital como una oportunidad.
En nuestra obra social estamos de acuerdo con la
sugerencia de la OMS y estamos transitando nuestro
propio camino.
Encontramos que una solución tecnológica mediada por el
teléfono celular es costo-efectiva para la baja
complejidad. La teleconsulta -enmarcada en la
telemedicina-, como complemento de Atención Primaria de
la Salud, la concretamos este año en una aplicación
móvil y web llamada: “Hola Doctor”. Consultas médicas
por videollamada.
Fue una decisión valiente y un esfuerzo ejemplar para
una organización de trabajadores. Desde la gestión del
recurso económico, de la organización administrativa y
también en la coordinación con las redes prestacionales
que nos acompañan, que tuvieron que hacer un esfuerzo
para adaptarse. Pero estamos esperanzados en que la
apuesta sea un acierto; con estas expectativas en vistas
al futuro:
• Contención de la demanda en el Primer Nivel de
Atención, atendiendo la baja complejidad antes de que se
transforme en alta complejidad. Asistencia sanitaria en
el hogar espontánea y programada.
• Atención familiar. Monitoreo de enfermedades crónicas.
Acompañamiento en salud mental. Salud en red, integrada
a servicios de urgencias y emergencias, a guardias, a
servicios hospitalarios. Estadística, información,
investigación sobre datos epidemiológicos.
Nosotros vemos en la telemedicina una oportunidad para
por fin profundizar una estrategia de Atención Primaria
de la Salud que descomprima salas de espera y nos
acerque al domicilio de los afiliados.
Vemos la oportunidad de mejorar un ACCESO a la salud que
sortee los obstáculos de la vida cotidiana. Una
oportunidad de romper barreras geográficas. De mejorar
la COBERTURA sanitaria y la eficiencia en la
administración de los recursos.
Desde ya, hay en el país otras interesantes experiencias
de Salud Digital. En mayo de este año la provincia de
Santa Fe puso en marcha una plataforma de Historia
Clínica Electrónica Compartida. También otras regiones
de la Argentina, como La Pampa y otros distritos. Sumado
esto a más innovaciones en el sector privado.
OTRA VEZ, LA FRAGMENTACIÓN DEL
SISTEMA
En el sistema sanitario argentino, sin embargo, no
estamos integrando este valioso capital originado por
entidades públicas, obras sociales, sector privado y
otros actores sociales muy comprometidos.
El problema de la fragmentación no es que nos
encontremos accionando dentro de compartimentos
estancos, sino que no estemos trabajando para salir de
esa inercia y por fin articularnos o concretar acuerdos
políticos básicos.
Yo creo esencialmente que hay que trabajar en coordinar
políticas sociosanitarias entre los tres subsistemas de
salud -e inclusive sumando otras entidades del tercer
sector-, que trasciendan los gobiernos de turno, para
preocuparnos por el bienestar social.
El motor debería ser el encuentro para hallar soluciones
que se nutran de la experiencia y el aprendizaje que
hemos adquirido todos los sectores, complementando el
accionar del Estado.
Algunos me dicen que “no han servido las mesas de
diálogo”. Yo el único camino que veo de salir adelante
es la construcción colectiva, allí es donde estamos
fracasando.
OBRA SOCIAL OSPAT
En medio de una situación casi catastrófica para el
sistema de salud argentino nosotros en la Obra Social
del Personal de la Actividad del Turf tenemos el coraje
de invertir, cambiar, transformarnos hacia la
telemedicina puesta a favor del beneficiario de la obra
social.
Esto sí que es inédito e impensado hasta hace poco. Una
obra social creada por trabajadores -que ofrece servicio
de salud a trabajadores solamente con el aporte de su
salario-, puede estar a la altura de las circunstancias
del siglo XXI con una solución orientada a la APS.
Es una pequeña demostración de lo que podríamos hacer
juntos con una mayor optimización de los recursos
sanitarios. Porque siempre hablamos de que no alcanzan,
pero temo que es una verdad a medias; también se están
administrando pésimamente al asignarlos centralmente a
la alta complejidad.
En el medio de la crisis, el movimiento obrero y las
obras sociales sindicales también hemos fallado en
comunicarle a la sociedad cómo utilizamos el recurso
proveniente de aportes y contribuciones.
Estoy seguro de que si fuéramos más efectivos en esa
comunicación la sociedad entendería que las obras
sociales (en realidad, todos los subsectores) estamos
haciendo un trabajo titánico frente al imparable avance
del mundo moderno.
También nos queda aún esa tarea por delante. Confío en
que llegarán mejores momentos para relacionarnos más
armónicamente entre todos los actores con el único
desafío: una población sana con una vida larga y en paz.
*Presidente de OSPAT (Obra Social del Personal de la
Actividad del Turf), Sec. Gral. Unión de Trabajadores
del Turf y Afines. Abogado. Especialista en derecho
cooperativo, y en sistemas de salud y seguridad social.
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