|
LA
NOTICIA
“Los Laboratorios reclaman una pesada herencia de 15.000
millones de pesos”, es el título de un artículo que el
sitio Pharmabaires publicó el pasado lunes 4 de noviembre.
En el desarrollo del mismo, se menciona que esta cifra es
producto de la relación contractual que la industria viene
manteniendo con las obras sociales provinciales de Buenos
Aires, Córdoba y Mendoza, a lo cual debe sumarse un saldo
impago generado por el convenio que tuvieron con PAMI hasta
el mes de octubre de 2018.
UN COMÚN DENOMINADOR
El artículo describe un estado de situación que parece ser
terminal y, por lo tanto, insostenible.
Veamos algunos párrafos:
“La conducción de IOMA no sólo no puede responder a los
laboratorios por la deuda acumulada, sino que además vive al
borde de la suspensión de las prestaciones de los
farmacéuticos bonaerenses”.
“La Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP) de Mendoza
tampoco abona la provisión de medicamentos oncológicos desde
hace ocho meses y no es la primera vez que cae en una aguda
morosidad”.
“APROSS, obra social de los empleados públicos cordobeses,
en realidad viene superando atrasos en el pago de las
prestaciones que comenzaron en 2011 a causa de la estrechez
financiera”.
En el caso de PAMI, “… La deuda se remontaba a octubre de
2018 y correspondía al anterior convenio entre PAMI y los
laboratorios farmacéuticos”.
LO VENÍAMOS ANUNCIANDO…
Durante todos estos años hemos sido insistentes, advirtiendo
sobre la imposibilidad de mantener un modus operandi que
tiende fatalmente hacia la quiebra del sistema. Sólo por
mencionar algunos aspectos de nuestra prédica, señalemos que
considerábamos que en el sector había una insuficiente
respuesta a la demanda a causa de:
• Deterioro de
los ingresos medios de la población.
• Disminución
de ingresos e incremento de costos en salud para
financiadores.
• Mal uso o
despilfarro de recursos, sea por ineptitud o lisa y
llanamente por corrupción.
• Problemas
económicos crecientes para financiadores, tanto públicos
como privados, para atender las mínimas prestaciones que
deben garantizar.
Por otra parte, dentro del mercado del medicamento
destacábamos también la existencia de:
• Fuerte
presión de marketing, especialmente centrada en la
prescripción.
•
Judicialización creciente en productos de alto costo.
• Falta de
transparencia y control en el circuito de provisión de
medicamentos.
Ante una realidad como ésta, parecía claro que no existía
margen para mantener en el tiempo el sistema que la oferta
diseñó e impuso en nuestro mercado durante las últimas
décadas:
• Ya no se
puede engañar a nadie poniendo en aparente vigencia
vademécums ilimitados, sin controles ni autorizaciones.
• Resulta
imperioso aplicar nuevos mecanismos en la provisión de
medicamentos, tanto para ambulatorios como para tratamientos
especiales, lo cual incluye una negociación de precios aún
en los casos donde haya pocos oferentes.
• • sindicales
o privados.
Resumiendo, el modelo entró en su crisis terminal. Ya no
sólo es injusto sino también inviable, sostener un sistema
carente de límites y transparencia por total ausencia de
controles donde:
• El
gerenciamiento queda en manos de las mandatarias de la
oferta y el financiador debe dar por buena la liquidación
que le presentan.
• No se
prioriza el uso racional del medicamento, ni se garantiza el
acceso a la gente.
• Las farmacias
no sólo soportan dificultades financieras crecientes por
atrasos e incobrabilidades, sino que ponen en riesgo su
sustentabilidad por caída de calidad y cantidad en la
demanda.
• La propia
industria soporta crecientes dificultades, tanto para
colocar unidades como para poder cobrarlas.
LA SOLUCIÓN: UN NUEVO MODELO DE GESTIÓN
Volviendo al texto del artículo que dio lugar al presente y
tomando por caso la realidad de PAMI, analicemos las
consecuencias derivadas de su decisión de intervenir con
firmeza en la gestión de este contrato.
Queda claro que el cambio de modelo de gestión implementado
en octubre de 2018, mediante el cual el financiador tomó a
su cargo el rol de administrador y único gestor ante la
producción, la distribución y la dispensa, estableciendo
precios, plazos y condiciones con cada uno de los actores
intervinientes, ha dado por resultado una eficiente
cobertura de las necesidades de sus afiliados… sin generar
deudas con los prestadores, lo cual es realmente novedoso
ante su propio historial de estos últimos veinte años, en
los cuales los déficits e incumplimientos fueron un sello
distintivo.
Pero éste no fue el único avance logrado. Con este cambio de
modelo, también las farmacias se vieron favorecidas en el
plano económico-financiero y sus instituciones
representativas en lo político: después de mucho tiempo, han
tenido la oportunidad de acordar un vínculo directamente con
el PAMI.
Estamos convencidos que aun con deficiencias y aspectos por
mejorar, este es el camino que deberemos recorrer. También
tenemos claro que trabajando en solitario jamás alcanzaremos
las metas que nos planteamos para la profesión en su
conjunto. Por ello, siempre estaremos invitando a todas las
instituciones del sector a compartir espacios y propuestas,
con acuerdos y disensos.
Asumamos esta realidad: el presente y los próximos años
prometen lucha. Y mucha. Porque como vamos no podemos
seguir, y porque sin lucha nada va a cambiar.
Creemos que desde el Gobierno se debe avanzar con firmeza en
la implementación de políticas y estrategias que permitan
regular el mercado del medicamento para optimizar las
prestaciones, brindar servicios de calidad sin incrementar
los costos y propiciar el acceso a prestaciones basadas en
criterios científicos, epidemiológicos y de evaluación
económica para toda la población.
En este sentido resulta auspicioso escuchar que las nuevas
autoridades nacionales, desde Presidencia de la Nación hasta
el reestablecido Ministerio de Salud, manifiestan la
necesidad imperiosa y su firme voluntad política de trabajar
para hacer efectivo el goce del derecho a la salud que
constitucionalmente les corresponde a todos los habitantes
del país, poniendo énfasis y prioridad en los más
postergados.
La opción de hierro es: regular en serio o sentarse a
esperar la debacle total del sector.
El medio no es una opción, porque allí perdemos todos. El
medio sólo será la expresión de una nueva oportunidad
perdida y el camino sin regreso hacia una realidad que ya
sufren varios países de la región.
Estamos ante la puerta de entrada de una nueva realidad.
Entremos de una vez |