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Para desarrollar una cultura de gestión de los riesgos
dentro de un establecimiento médico, conviene disociar
las nociones de falta y de error. No podemos dejar de
considerar, que, en el campo jurídico, también se
analiza el comportamiento humano que lleva a la
producción de hechos por error.
Los errores en medicina son precisamente el riesgo
inseparable del servicio del cuidado de la salud, y no
siempre podrán ser considerados como culpa.
En el cuidado de la salud, los actores de primera línea
- médicos a cargo del tratamiento del paciente - serán
responsables en razón de su culpa, en caso de que se
cometa un error objetivamente injustificable para un
profesional de su categoría o clase. En el campo del
derecho se los denomina errores inexcusables.
Pero, la enfermedad es un riesgo propio del paciente,
nada más que por haber nacido y/o estar en este mundo,
por el cual el médico no deberá responder, pero si
decide darle tratamiento al paciente con una terapia más
riesgosa que la enfermedad, o se equivoca culposamente
en el balance de la ecuación riesgo/beneficio, deberá
responder.
El error humano siempre se presentó como una falla
culpable ligada a la inconstancia del ser humano, capaz
de lo mejor y de lo peor. Es a la vez un obstáculo para
la obtención de una performance regular y repetitiva, y
la fuente de fallas más graves que ponen en peligro la
permanencia segura del sistema, y que ocurran los
accidentes, que algunas veces son previsibles y
evitables, otras son imprevisibles, otras son
inevitables, y en todos los casos podrán producir un
daño.
Lo que el médico debe poder probar es que hizo todo lo
posible para tratar de evitar la producción del daño, en
caso de que sea evitable. Para evitar el daño, hay que
conocer el riesgo.
Para desarrollar una cultura de Gestión de los Riesgos,
y desarrollar una acción para tratar de disminuir el
riesgo del error médico y evitar o reducir el daño que
ha de sufrir el paciente, el error debe ser examinado
independientemente de la responsabilidad del actor de
primera línea.
Se tratará de determinar las causas y el contexto del
error. Esto supone liberarse de la búsqueda de un
responsable para echarle la culpa, y evaluar porqué de
repente no estamos hablando con un paciente, sino con
una víctima, o con alguien de su familia.
Los establecimientos médicos, que es el lugar donde
trabajan los médicos, deberían tener un Sistema de
Trabajo. Y saber que todo Sistema lleva en sí mismo
condiciones que favorecen el error: defectos de
concepción, defectos de reglamentación, inexistencia de
controles, carencias de management. Se trata de errores
latentes.
El operador de primera línea - el médico - pone de
manifiesto esos errores latentes mediante la concreción
de errores patentes con motivo de circunstancias
particulares, del médico, del paciente, del equipo del
cuidado de la salud, de la gestión institucional.
El análisis de los accidentes ya no debe estar centrado
únicamente en los errores de los operadores. También lo
debe estar en la búsqueda de las insuficiencias en las
defensas del Sistema, en la inexistencia de barreras que
permitieron que el error del operador, los errores el
Sistema o una combinación de ambos, degeneraran en un
accidente, que producirá un daño y que el paciente se
transforme en víctima.
Para hacer progresar la seguridad del paciente, conviene
considerar que el accidente no está ligado únicamente al
error del médico. El accidente está más bien ligado a
las situaciones en las cuales un error humano ha podido
ocurrir, y, mediante una “cadena de circunstancias”, se
pueda llegar al accidente por falta de protección del
Sistema Interinstitucional.
El “accidente” no es más que el revelador de una o
varias defensas defectuosas del Sistema en su conjunto.
Un sistema seguro debe permitir resistir a los errores y
a las fallas, y protegerse contra sus consecuencias: se
trata del enfoque sistémico de la gestión de riesgos.
Sin embargo, en ciertos casos, el error humano será
considerado como una falta susceptible de comprometer
una responsabilidad. La ley y la jurisprudencia definen
el régimen de la responsabilidad aplicable a esas
situaciones.
Si los médicos que trabajan dentro de las instituciones
- con o sin relación de dependencia - no son
capacitados, educados y controlados para tratar de
evitar que se produzcan errores, será muy difícil
alcanzar el objetivo de la mentada seguridad del
paciente.
(*) Asesor Externo de TPC Compañía de Seguros S.A. CEO
de RiskOut S.A.
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