|
Sr. Gobernador:
Tiene que hacerse cargo usted de una Provincia con una
cargada agenda de problemas a resolver. Afortunadamente
no tendrá que preocuparse por los temas de deuda
externa, reformas fiscales y previsionales. El manejo de
la defensa y de las relaciones internacionales, así como
de la ciencia y la tecnología no le compete de manera
directa y la seguridad tendrá una dedicación parcial
considerando que sigue existiendo una fuerza federal que
se encarga de los delitos más graves y complejos.
Seguramente tendrá que ocupar una parte de su tiempo en
generar una economía provincial productiva y también a
la administración tan importante en la relación nación –
provincias. La población que lo votó espera que dedique
su esfuerzo a atraer inversiones a la provincia para
generar empleo y ya sabemos que el trabajo desencadena
un ciclo virtuoso a favor de toda la economía.
Sin embargo, el futuro del país depende de lo que Ud.
haga en su provincia para promover y eficientizar el
desarrollo humano de las generaciones futuras. La salud,
la educación y el desarrollo social están bajo su
órbita.
Aquí se juega el futuro de las nuevas generaciones de
argentinos que tienen que estar bien alimentados,
educados y cuidados en materia de salud. Alimentación y
educación tienen una presencia importante en los medios
y han logrado despertar la atención de los gobernantes
no pasa lo mismo con salud.
Recordemos que las provincias argentinas tienen en
promedio un 50% de población que sólo cuentan con
cobertura pública exclusiva y esa gente espera de Ud. y
de su ministro dedicación, financiamiento, coordinación
y articulación de la salud provincial para responder en
tiempo y forma a las necesidades.
Entiendo que su formación no sea sanitaria pero dada la
importancia que tiene la salud en su provincia sería
recomendable que nombrara a un ministro o ministra que
supiera de política sanitaria en primer lugar y que se
viera acompañado en la tarea de organizar y gestionar el
sistema por un presidente del Instituto u Obra Social
Provincial que lo acompañara y que ambos compartieran
una misma visión acerca de lo que es necesario hacer en
la provincia para conducirla por los mejores caminos. La
cooperación y no la competencia entre estos dos grandes
actores es altamente recomendable.
No obstante que haga esto Sr. Gobernador se tendrá que
involucrar en algunas de las grandes decisiones que en
las provincias sólo usted puede liderar y por supuesto
ser acompañado por ejecutores claves como los dos cargos
antes mencionados.
Sin embargo, la transformación no se agota con un
gobernador involucrado y con dos funcionarios que
trabajen en el tema, el liderazgo se debe extender en
las organizaciones hospitalarias y en los centros de
salud que administran recursos. La mejor política macro
no puede convivir con directores de hospitales que
desconocen la gestión y que no tienen idea del
presupuesto, del tablero de mandos o de una
planificación estratégica.
La gestión de la salud es muy compleja e importante para
dejarla en manos de un especialista médico o alguien que
estudió anatomía, pero desconoce lo difícil de gestionar
recursos humanos con diferentes percepciones para que
cumplan objetivos comunes. Algo hay que saber de
incentivos y de conducción para poder guiar, además de
un sistema de información para la toma de decisiones. No
tengo que explicarle Sr. Gobernador lo difícil que es
manejar la macro si la micro no está alineada detrás de
los objetivos.
Es cierto que la gente no saldrá a la calle para quemar
gomas o derrocar un gobierno por los problemas de acceso
o calidad de los servicios de salud, pero las
dificultades en el acceso, el diagnóstico y el
tratamiento terminarán resintiendo y dejando en el
camino a personas que podrían ser claves para el futuro
de la provincia.
Nadie sabe dónde se esconden los genios. Sólo demos una
mirada a la situación de algún futbolista como Messi o
chicos que tienen promedios excelentes en la escuela
viviendo en condiciones de marginalidad absoluta y son
verdaderos resilientes de la vida.
Hoy la salud es una responsabilidad fundamental de las
provincias y las autoridades políticas se siguen
desentendiendo del tema. Siguen reclamando mayor acción
de la Nación que tiene un presupuesto misérrimo y ya no
tiene efectores. La Nación debe y puede ayudar a
fortalecer, pero la dirección y el rumbo estratégico de
la salud en la provincia es responsabilidad del
Gobernador y de los intendentes que deben asumir esa
responsabilidad ante los ciudadanos que viven en sus
territorios y dar respuestas.
En salud hay que empezar por lo primero. Los
determinantes. Agua corriente y cloacas para todos es
fundamental y luego comenzar a subir. Atención primaria
accesible y de calidad para que todos tengan su médico
de cabecera donde consultar y guiarse en el sistema y
después sí pensemos en estructuras más complejas como el
hospital u otras especialidades.
Es una vergüenza que se tenga que llamar a rifas para un
trasplante, o para determinada cirugía se convoque a
bailando por un sueño para recaudar recursos. ¿Qué pasa
si una persona tiene la desgracia de nacer en una
provincia que no financia tratamientos de alto costo y
baja incidencia, tampoco cuenta con una cobertura de
salud que se pueda hacer cargo de este problema que en
los países desarrollados son resueltos con un
agrupamiento del riesgo de tal manera que la mayoría de
sanos financie a la minoría de enfermos por estas
patologías de baja incidencia?
La atención de la salud es un bien meritorio porque así
lo consagra la Constitución Nacional y debe ser
financiado por un Estado inteligente que defina
prioridades de qué se financia y cómo. El malgasto es
tan malo como la ausencia de financiamiento.
Gobernadores estamos ingresando en tiempos de big data,
de inteligencia artificial, de innovaciones que alargan
y mejoran la calidad de vida, pero la política todavía
no ha podido resolver la organización y gestión de un
sistema integrado de salud que brinde acceso y calidad
en el diagnóstico y tratamiento de 18 millones de
argentinos. Es hora de poner manos a las obras
|