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EL VALOR DE LAS
ENCUESTAS DE SALUD
“Qué piensan los
argentinos sobre
la salud” (2019)
Prosanity Consulting - Poliarquía Consultores
Las
encuestas de salud o estudios de prevalencia de
problemas socio sanitarios, son herramientas
esenciales para la Planificación Sanitaria (sea
a nivel Nacional, Regional, Municipal, etc.,
tanto del sector público como de la Seguridad
Social y el Sector Privado).
La información que surge de ellas permite
planear, tomar decisiones y también evaluar las
políticas de salud que se aplican en los
diferentes ámbitos. Conocer lo que las personas
autoperciben en relación a su estado de salud, a
la calidad de los servicios sanitarios, sus
hábitos de vida, creencias, conductas,
opiniones, entre otros, permite a quien
planifica, a partir de ese conocimiento,
orientar en forma adecuada los programas y las
acciones en función de la información recibida.
También los estudios de opinión pública permiten
monitorear los programas de salud definidos
desde la Autoridad Sanitaria o desde quienes, en
la actividad privada o de la seguridad social,
desean acreditar los desenlaces clínicos de los
diversos procedimientos terapéuticos,
preventivos o promocionales de las
intervenciones ejecutadas.
Habitualmente y desde los diferentes subsistemas
del sector de la Salud, se accede a múltiples
informaciones sobre morbilidad, mortalidad,
patologías prevalentes, tasas de uso de las
diferentes prestaciones, etc., pero es escasa y
muchas veces nula, la información que tenemos de
la opinión sobre la salud, la enfermedad, el
proceso asistencial, las creencias y la actitud,
proveniente de los ciudadanos.
Sólo preguntando a la población, quienés son los
actores centrales de los esfuerzos sanitarios,
sobre determinadas cuestiones, llegaremos a
percibir e informarnos cuáles son los ámbitos de
actuación a seleccionar para mejorar la calidad
de la atención y actuar sobre la Promoción y
Prevención de la salud así como sobre la
Atención Sanitaria, identificando grupos de
riesgo, anomalías de equidad, de accesibilidad,
estilos de vida, factores predisponentes
clínicos y sobre los determinantes sociales de
la salud.
La realización en algún tema en particular de
estas encuestas en forma seriada sirve además
para analizar la evolución de determinadas
variables en la población, como hacemos
periódicamente con el índice de Stress (IME) y/o
monitorear los resultados frente a determinadas
acciones puestas en marcha.
García Ferrando define a una encuesta como “una
técnica que utiliza un conjunto de
procedimientos estandarizados de investigación,
mediante los cuales se recoge y analiza una
serie de datos de una muestra de casos
representativa de una población o universo más
amplio, del que se pretende explorar, describir,
predecir y/o explicar una serie de
características”.
Para Sierra Bravo, la observación por encuesta,
consiste igualmente en la obtención de datos de
interés sociológico mediante la interrogación a
los miembros de la sociedad, “es el
procedimiento sociológico de investigación más
importante y el más empleado”, teniendo entre
sus características, que la información se
obtiene mediante una observación indirecta de
los hechos, a través de las manifestaciones
realizadas por los encuestados, que permite
aplicaciones masivas que, mediante técnicas de
muestreo adecuadas, pueden hacer extensivos los
resultados a comunidades enteras, permitiendo la
obtención de datos sobre una gran variedad de
temas, y que la información se recoge de modo
estandarizado mediante un cuestionario
(instrucciones iguales para todos los sujetos,
idéntica formulación de las preguntas, etc.), lo
que permite realizar comparaciones intra-grupales.
La técnica de encuesta es ampliamente utilizada
como procedimiento de investigación, ya que
permite obtener y elaborar datos de modo rápido
y eficaz. En el ámbito sanitario son de mucho
interés las investigaciones realizadas
utilizando esta técnica, sean encuestas de salud
general, sobre temas específicos de salud,
consumo de alcohol, tabaco y otras drogas,
consumo de fármacos, hábitos higiénicos, hábitos
alimentarios, actitudes frente a la vacunación y
satisfacción de los usuarios con los servicios
sanitarios, entre tantas otras de similar
importancia. También esta metodología permite
determinar las prevalencias de condiciones
clínicas que dependen de un “constructo social
del discurso médico”, como la depresión, los
trastornos por ansiedad, trastornos del sueño,
migraña, fibromialgia, colon irritable, entre
tantas otras.
Cada una de ellas posee una forma estandarizada
y validada para definir la existencia de la
condición, por lo que estas herramientas se
transforman en vitales a fin de conocer la carga
de enfermedad a nivel social y los subgrupos más
afectados.
Diversos Institutos a nivel internacional como
el HINTS (Health Information National Trends
Survey), que monitorea los cambios que se
producen en el escenario tan acelerado de las
formas de comunicación en salud. Los datos de
encuestas se utilizan para comprender cómo los
adultos usan los canales de comunicación para
acceder a información documentada y creíble para
sí mismos o para aquellos que tienen a su
cuidado; esta información vital puede a su vez
facilitar el trabajo de médicos y educadores
para crear estrategias de comunicación en salud
más efectivas.
También el Canadian Community Health Survey es
un gigantesco emprendimiento que provee de
estudios de corte seccional con estimaciones de
factores relacionados al estatus de salud,
utilización de servicios sanitarios y
determinantes sociales de toda la población
canadiense. Uno de los componentes centrales de
esta iniciativa, es el Canadian Health Measures
Survey que recolecta información sobre la salud
de los habitantes de todo Canadá. A través de
entrevistas personales y la recolección de
medidas físicas, se proveen de datos basales
sobre indicadores de exposición ambiental,
enfermedades crónicas, enfermedades infecciosas,
entrenamiento y prácticas deportivas, estatus
nutricional, así como de factores de riesgo y
características de protección en todas estas
áreas. Dentro de las medidas físicas incluyen la
altura, peso, presión sanguínea, medidas de
función pulmonar, frecuencia de entrenamiento
entre muchas otras.
El European Health Survey, es también un
emprendimiento dividido en cuatro módulos que
intenta describir el estatus de salud de la
población, el uso de los servicios de salud, los
determinantes sociales de la salud y las
variables socio-económicas que sostienen a estos
datos. Estos cuatro módulos cubren los
siguientes tópicos:
•
Variables demográficas, estatus socio-económico
como sexo, edad, educación, estatus laboral.
•
Estatus de salud como salud auto-percibida,
morbilidad específica por condición clínica,
limitaciones funcionales físicas y sensoriales.
•
Uso de servicios de salud como
hospitalizaciones, consultas, necesidades no
cubiertas (unmet needs), uso de medicamentos y
acciones preventivas.
•
Determinantes de la salud como altura, peso,
consumo de frutas y vegetales, consumo de
tabaco, alcohol, etc.
Poliarquía Consultores y Prosanity Consulting
desde el año 2016 y a través de un convenio de
colaboración institucional (PROESA - Programa de
Estudios en Salud) han realizado investigaciones
a nivel nacional sobre temas de salud, con
encuestas de frecuencia mensual sobre las 40
principales ciudades del país. Hemos abordado
una agenda de temas sanitarios prioritarios, de
amplio impacto e interés de la población, donde
se pone de manifiesto que han versado sobre
determinantes de salud, como factores de riesgo
y estilos de vida, opiniones y creencias sobre
situaciones relacionadas con la salud, uso de
los servicios sanitarios, etc.
Desde la perspectiva del mundo académico, cabe
destacarse la enorme presencia de producción
científica sobre estos temas que son abordados
por publicaciones médicas clásicas como el JAMA,
The Lancet, BMJ y de revistas especializadas
como el Journal of Health and Social Behavior,
el American Journal of Health Promotion,
American Journal of Lifestyle, American Journal
of Medical Quality, entre tantos otros.
Esta producción académica tiene la potencia
transformadora a partir de las preguntas que se
realizan los investigadores y que intentan
responder construyendo una base de conocimientos
que luego tienen el potencial de transformar
políticas de salud o cosmovisiones
paradigmáticas sobre las que opera el sistema de
salud como un todo.
Son aspectos bastante descuidados y poco
estudiados en nuestro medio, el de la sociología
y la antropología médica.
En el primer caso, es el análisis de las
organizaciones e instituciones médicas, las
acciones e interacciones de los profesionales de
la salud y los efectos sociales y culturales de
las prácticas médicas. Este es un campo que
interacciona comúnmente con la sociología del
conocimiento y los estudios de la tecnología
sanitaria y la epistemología social.
Investigadores como Vilfredo Pareto, Talcott
Parsons, Eduardo Menéndez, Bryan Turner han
puesto interés sobre las experiencias cuanti-cualitativas
de los pacientes entre los límites imprecisos de
la salud pública, el trabajo social, la
demografía y la teoría sociológica.
En el segundo caso, el de la antropología
médica, que se encarga de la salud humana, los
sistemas de atención y la adaptación biocultural,
permite ingresar al universo de las prácticas
populares y creencias que practican las
poblaciones más allá del sistema médico
hegemónico, así como a las investigación de los
problemas creados por aquél en los últimos 40
años y que recientemente ha tomado dimensión
como la problemática del sobre diagnóstico y
sobre tratamiento en la producción de nueva
patología o en la generación de patología
biológica existente, pero que no tendrá
manifestación clínica a lo largo de una vida o
de la vida de las poblaciones.
En este año y medio de trabajo, hemos realizado
encuestas de corte seccional de tipo telefónico
de manera que el ciudadano sólo debe contestar a
preguntas estandarizadas leídas por el
encuestador. Sus ventajas son el ser más
económicas, acortar el tiempo de realización del
trabajo de campo, permitir acceder a zonas muy
dispersas, llegar a grupos menos accesibles,
etc. Hemos trabajado siempre sobre la base de
una identificación clara y precisa del objeto de
interés a investigar, definiendo los objetivos
generales perseguidos, y revisándose las
diversas aportaciones teóricas que ya existen
sobre el tema en nuestro país y en el
extranjero. Los cuestionarios, base de este tipo
de investigación, se han hecho en base a
preguntas cerradas de respuesta biopcional o con
varias opciones de respuesta en las que se
incluyen las distintas alternativas consideradas
relevantes, iguales para todos los encuestados.
Se realizan preguntas de identificación anónimas
(sexo, edad, nivel de estudios, cobertura de
salud, e indagando sobre los determinantes
sociales) colocadas al comienzo del
cuestionario. Las preguntas del cuestionario
pueden versar sobre cuestiones concretas o
hechos objetivos, sobre intenciones, opiniones,
nivel de información, actividades, aspiraciones,
motivos y razones que han sido agrupados en
unidades temáticas. El número de preguntas que
soporta el formato de investigación telefónica
oscila entre la cantidad de 10 a 20, dependiendo
de la profundidad y extensión de las mismas. Son
encuestas realizadas a población mayor a 18
años, de tipo telefónica (IVR), con las
características de ser estratificadas,
polietápicas y aleatorias. También por cuotas de
edad y por sexo para la selección del
entrevistado. Los tamaños de las muestras han
oscilado entre 1226 y 2260 casos. Los errores
estadísticos entre 2,64 y 2,78% para un nivel de
confianza del 95%. Esta precisión de los métodos
estadísticos para las ciencias sociales nos
brinda la seguridad y robustez que requieren la
metodología contemporánea.
En el mundo actual la necesidad de uso y
comprensión de estadísticas es esencial en
múltiples profesiones y especialmente en el
sector salud. Los médicos se han acostumbrado al
uso de estadísticas a partir del movimiento
llamado “Evidence Based Medicine” que podríamos
decir que dio inicio en el año 1992 a partir de
una editorial del JAMA. Pero en el campo de la
investigación social y en salud pública, el uso
de las estadísticas ha predominado desde el
comienzo de los tiempos de estas ciencias. La
necesidad de definir con rigurosidad la pregunta
central a investigar, el diseño, planificación,
la estadística descriptiva y las inferencias que
se desprenden de los números, representa todo un
campo específico del conocimiento que requiere
del expertise y el compromiso de todo un staff
al servicio de la obtención de esa valorada y
muchas veces, esquiva verdad social. Los
cientistas sociales utilizan las estadísticas
descriptivas e inferenciales para responder a
los fenómenos sociales; por ejemplo: ¿los
jóvenes menores de 30 años tienen un consumo de
alcohol y tabaco en las que se muestren
diferencias en los niveles educativos o regiones
geográficas? ¿Cómo acceden a los servicios de
salud las mujeres de los conurbanos que utilizan
el servicio público? ¿Qué demoras hay en la
actualidad para obtener turnos quirúrgicos entre
los múltiples sectores y prestadores del sistema
de salud? A fin de ganar precisión y evitar
sesgos de selección, de perfil poblacional o
geográfico o de hacer inferencias imprecisas, es
necesaria la aplicación de los métodos correctos
que permitan una confianza sostenida y
persistente en el método de investigación. El
uso de la estadística inferencial en la
selección de muestras por los distintos
estratos, permite determinar con cierta
precisión, cómo la pregunta de investigación
afecta al conjunto de la población a partir de
tamaños muestrales relativamente pequeños; este
salvoconducto estadístico es lo que facilita la
aproximación a problemas de gran magnitud en las
que de otras formas se necesitaría de grandes
tamaños muestrales y prolongados períodos de
investigación de campo empleando ingentes
recursos a fin de poder responder la misma
pregunta. Está en nuestra expectativa, entregar
un material novedoso en nuestro medio y que
permite abrir y estimular al amplio abanico de
preguntas y problemas del campo socio-sanitario
argentino y de la región.
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