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El avance del Covid-19 en la
Argentina se encuentra en su momento
de mayor dinámica y desarrollo. Los
números de víctimas, contagiados y
recuperados aumenta, pero en este
escenario, difícil, por cierto, el
ojo está puesto en el sistema de
salud que incluye la ocupación de
camas de terapia intensiva y el
estrés que sufre el personal que
forma parte del sistema en los
hospitales de todo el país y en
particular en el AMBA, uno de sus
puntos más álgidos.
Cuando el coronavirus comenzó a
instalarse en el país, además de lo
estrictamente viral, desde la
Asociación de Médicos Municipales
hicimos hincapié en la necesidad de
cuidar al que asiste y hacerlo de
manera urgente a través de los
equipos de seguridad completos para
afrontar una pandemia que veíamos
como azotaba Europa y nos permitía
organizar la dinámica diaria para
contener al sistema.
Nosotros desde la AMM dimos el
puntapié, aportamos equipamientos de
seguridad, logramos la ampliación,
de más de 500 nuevos cargos, de las
estructuras de las áreas de urgencia
de los hospitales públicos de la
ciudad y le fuimos brindando a los
profesionales las herramientas
necesarias para cualquier
contingencia, ya sea a través de una
línea telefónica, ayuda psicológica
y plus económico.
Trabajamos codo a codo con las
autoridades y muchos de nuestros
reclamos se vieron escuchados, como
por ejemplo, la necesidad de formar
equipos espejos de trabajo para
descansos intercalados porque la
lucha es larga, muy larga. En los
hospitales se libra una verdadera
batalla, el enemigo es letal, lo
está demostrando y la tarea ardua de
quienes están cara a cara con el
peligro es titánica, muchas veces el
mínimo detalle provoca un contagio.
Es importante saber que la AMM está
trabajando para que la dinámica
hospitalaria siga su rutina para que
la gente que tiene enfermedades de
alto riesgo, como problemas
coronarios u oncológicos -por
ejemplo- puedan poder seguir
atendiéndose con normalidad; es muy
importante que la sociedad sepa que
el hospital sigue su vida normal,
que la terapia intensiva sigue
atendiendo y que se debe consultar
mucho más cuando se tiene
enfermedades complejas.
Esta es una tarea que debe ser
organizada y que ya debe pensarse en
el mañana, mientras transitamos este
presente duro y penoso, pero la
lógica indica que hasta que la
vacuna no sea una realidad será la
responsabilidad de todos poder
controlar la curva de crecimiento de
los casos.
Las autoridades saben que hay que
proteger al que asiste, hay que
cuidar a los terapistas, no es una
tarea para cualquiera manipular un
respirador y sabemos que un contagio
significa aislamiento para los que
trabajan con ellos y eso debilita al
sistema. Hemos logrado que se
realicen testeos a todo el personal
de salud, es el paso inicial para
que la mente del que cuida se
enfoque únicamente en su trabajo
diario.
La pandemia nos pone a prueba, nos
castiga, pega donde más duele porque
se trata de vidas humanas, de
nuestros adultos mayores, pero
también de gente joven y mucho más
de aquellos que tienen enfermedades
preexistentes.
Hace muchos años la AMM habló del
AMBA, muchos nos miraron de reojo,
otros no sabían de qué hablábamos y
muchos hicieron oídos sordos a
nuestros reclamos o advertencias,
está en los archivos. Hoy el AMBA
está en boca de todos, la gente sabe
que se trata del cordón que une a la
ciudad con la provincia, tal vez la
zona de mayor tránsito hacia los
lugares de trabajo y hacia los
hospitales porque muchos de los
pacientes que transitan a diario los
pasillos de los hospitales viene
para atenderse, precisamente, del
conurbano.
Recuerdo aquellas editoriales donde
también éramos los pioneros en poner
sobre la mesa el tema del CyMAT, o
sea las condiciones adecuadas en el
ambiente laboral. Sabíamos de qué
hablábamos porque conocemos el día a
día de los hospitales y las
necesidades de nuestros
profesionales.
Médicos Municipales también logró
algo que es realmente importante y
destacable. Para colaborar en la
organización con las autoridades
aplicar una iniciativa que nació de
la AMM y que tiene que ver con el
traslado de aquellos niños que
estaban en las terapias intensivas
de los hospitales generales de
agudos para colocarlos en la Casa
Cuna y en el Hospital de Niños, de
ese modo hemos impedido que los
hospitales de los chicos sean
ocupados por adultos con Covid, como
se habló en un primer momento.
Hoy tenemos que cuidar al que está
cara a cara con el virus, la
situación es difícil, pero está
lejos de las imágenes que la
televisión nos trajo del Viejo
Continente.
Desde Médicos Municipales hemos
lanzado un programa de igualdad de
género -tanto para hombres como para
mujeres- se les brindó un subsidio
importante para todos los médicos
que se contagiaron de coronavirus. Y
además también hemos abierto una
línea telefónica que funciona las 24
horas y que tiene varias aristas,
por un lado, permitirle a quien lo
necesite el acompañamiento en caso
de contagio o aislamiento. En ese
número también van a encontrar
asistencia en materia de salud
mental porque este es un momento muy
delicado, el nivel de estrés dentro
del hospital es muy grande, los
médicos están en la primera línea de
combate y alejados de sus familias,
pasó mucho tiempo desde el comienzo
de este drama y todos sabemos que
falta mucho y tal vez el momento más
duro.
Como entidad gremial además de
ponernos a la altura de las
necesidades de los profesionales de
la salud entendemos que estamos en
un año particular, aunque esperamos
que las autoridades -sabemos que
están en estudio- puedan comprender
y tener un reconocimiento económico
para todos los que trabajan en el
sistema en esta pelea diaria contra
el virus.
Es hora de abrazar a todos los que
pelean contra el coronavirus, a los
que acompañan a los familiares, a
los familiares de los médicos,
enfermeros y a todos los que forman
parte del sistema que están
aislados. Hay que darle una palmada
y no atacarlos ni escracharlos como
hemos visto en varias oportunidades.
La pandemia está ahí y es hora de la
batalla final, hasta que la vacuna
pueda contener al virus. Es
responsabilidad de todos.
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