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La pandemia de Covid-19 desnudó,
mejor dicho, mostró la debilidad del
sistema de atención médica en todo
el mundo, porque la realidad es que
en ningún país funcionó bien.
A punto tal que en muchos países
directamente colapsó el sistema y se
dijo que tenían que elegir a quienes
internaban en terapia intensiva o a
quienes le ponían un respirador, y
estas decisiones, a pesar de que se
argumente que se cumplieron todos
los términos bioéticos adecuados, en
realidad sabemos que no fue así.
En muchos lugares se denunció que si
tenías plata igual te iban a
internar por más que tuvieras 90
años y en realidad como pasa siempre
en todos los países del mundo los
pobres terminan siendo los más
perjudicados.
La enfermedad ataca tanto a ricos
como a pobres, es cierto, pero los
pobres tienen siempre menos
posibilidades de atención médica y
en algunos casos ninguna
posibilidad, como hemos visto en
países donde la gente se moría en la
calle sin haber sido atendidos
porque no los querían atender o
porque no podían pagar, o porque
directamente no había lugar para
ellos, pero la realidad siempre es
la misma y si el pobre se tenía que
quedar en su casa encerrado con piso
de tierra y sin agua corriente
seguramente la iba a pasar mucho
peor que aquellas personas que
tenían todo el confort necesario
para hacer una cuarentena adecuada.
Volviendo al tema inicial, que es la
debilidad del sistema de atención
médica en todo el mundo, hemos visto
con gran preocupación que los
sistemas no están preparados, fueron
totalmente desfinanciados, en todo
el mundo, en algunos lugares
solamente había capacidad para
atender al 20% de las personas en
caso de una epidemia como ésta.
En realidad, estamos pensando que la
pandemia va a pasar, va a terminar,
probablemente se consiga con rapidez
la vacuna, ya empiezan a aparecer
algunos tratamientos exitosos como
el uso de plasma de pacientes que
han tenido la enfermedad y se han
recuperado, el uso de anticuerpos
múltiples preparados en animales
como el suero de caballo, la
Argentina ya tiene más de 70 años de
experiencia en el uso de estos
sueros con éxito, así que
seguramente en algún momento esta
pandemia se va a ir y vamos a
recuperarnos.
¿QUÉ
VA A PASAR DESPUÉS DE ESTE CAOS?
No olvidemos que en medio de esta
pandemia y con la debilidad del
sistema de atención médica empezaron
los graves conflictos, en muchos
países, yo diría que, en la mayoría
de los países de Occidente, el
equipo sanitario se quejó duramente
de las autoridades, tanto públicas
como privadas.
Las principales quejas eran que
estaban mal pagos, no tenían los
equipos adecuados, los hacían
trabajar excesivamente, no estaban
debidamente entrenados para poder
atender una pandemia, descubrimos,
además, que el equipamiento que se
tenía tanto en el sector de
financiamiento estatal como en el
sector privado en muchos casos ya
estaban obsoletos, no tenían la
capacidad suficiente como para
atender a las personas.
No estaban organizados los sistemas
para atender a los pacientes, se
armaron tanto en el ámbito público
como en el privado sectores Covid y
no Covid, lo que implica un riesgo
secundario, el relajamiento de las
medidas de cuidado en los sectores
no Covid.
En esta pandemia también se quejaron
los pacientes, ¿por qué? Porque la
mayoría de ellos fueron
reprogramados para poder atender la
pandemia y entonces mucha gente por
esta razón empeoró sus enfermedades
de base, los que se tenían que
operar no podían, aquellos que se
querían atender no podían hacerlo,
de hecho, hoy todavía tenemos muchos
pacientes que no reciben el
tratamiento adecuado porque sus
sistemas de atención médica no se lo
permiten, a pesar de que se puedan
aplicar protocolos de cuidado y
puedan ser atendidos.
Hoy en día los odontólogos atienden
a pesar de la cercanía y el riesgo
que significa, los oftalmólogos
atienden a pesar del riesgo que se
tiene por este tipo de atención y no
les permiten hacer los tratamientos
a otros profesionales en muchos
sistemas privados y de
financiamiento estatal.
¿Qué va a pasar cuando todo esto
pase? ¿Vamos a seguir teniendo el
mismo sistema de atención médica o
tenemos que aprovechar para
reforzarlo y estar preparados para
la próxima pandemia?
Nosotros en la Argentina tenemos una
experiencia sobre la reformulación
del sistema de atención médica
después de una catástrofe, tuvimos
la catástrofe de Cromañón, donde
falló totalmente el sistema, no
estaban preparados para este tipo de
circunstancias y murieron muchísimos
jóvenes, sin embargo, esto llevó a
una reformulación del SAME que hizo
que en la catástrofe de ONCE cuando
sucedió ese gravísimo accidente se
pudieran atender a todas las
personas y trasladar rápidamente a
más de 700 heridos a distintos
hospitales y sanatorios privados,
eso significa que se puede
aprovechar una circunstancia como
ésta para reformular el sistema de
atención.
ALGUNAS PAUTAS MÍNIMAS PARA EL NUEVO
SISTEMA DE ATENCIÓN MÉDICA
1) Reformular el sistema como una
unidad de atención integral, para
las afecciones epidémicas y
catástrofes.
El sistema de atención estatal puede
recibir a todos los pacientes
afectados en la eventual ocasión y
distribuirlos en las unidades según
su gravedad, porque el
reequipamiento y la capacitación
recibida en esta pandemia nos dio un
nuevo esquema de seguridad.
El sistema privado demostró
capacidad suficiente para actuar en
circunstancias de alto impacto y
riesgo, sólo tenemos que conseguir
que los sistemas se integren para
ser más eficientes y eficaces.
Los insumos y equipamientos fueron
adecuados falta integrarlos en un
comando único para no errar en los
tiempos.
2) El sistema de atención estatal
debe terminar con la estructura
residual de servicios y mutar a los
cuidados progresivos para una mejor
utilización de todos los recursos.
3) La capacitación permanente no
puede ser solo para los que puedan
pagarla, es una obligación
público-privada que debe ser
sostenida por los empleadores y debe
ser un premio a la mejora de
resultados.
4) Las redes de asistencia
coordinadas no pueden ser discurso,
tienen que ser una herramienta de
mejora de los servicios y son para
la unificación público-privada.
5) Los sistemas tienen que ser
ordenados por riesgo, no es posible
que los tiempos de las cirugías y
tratamientos cosméticos sean más
cortos que los de las enfermedades
oncológicas.
6) Tiene que haber un régimen de
premios y castigos por la gestión y
el cumplimiento de las normas de
diagnóstico y terapéutica, según lo
establecido en los protocolos de
seguridad.
7) El Estado como responsable final
del bienestar general debe tener un
comité permanente de evaluación e
investigación de lo que ocurre en el
sector salud y tiene que informar a
la población qué es lo que ocurre.
8) Las universidades deben llevar
también una estadística de gestión y
resultados por ser las que forman al
equipo de salud.
Ni la prensa ni la justicia tienen
las herramientas y el saber
suficiente, para comunicar y juzgar
a los equipos de salud y a las
instituciones.
Este es un primer avance, para
debatir sobre el futuro del sistema
de salud, después de la pandemia, lo
que no podemos hacer es dejar pasar
esta oportunidad, para cambiar y ser
mejores.
No se olviden de la gran inversión
en salud, vidas, reequipamiento,
insumos y capacitación que hicimos.
Que nos invite a mejorar.
(*)
Profesor Titular - Departamento de
Salud Pública Facultad de Medicina –
Universidad de Buenos Aires.
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