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Octubre, es el mes de la
sensibilización del cáncer de mama
que se celebra en todo el mundo y es
también una oportunidad para
reflexionar sobre cómo, la pandemia
por Covid-19, produjo desde enero de
2020 una postergación de la atención
en centros de salud y complicó la
realidad de las personas con cáncer.
Es bueno recordar que entre el
30-50% de los cánceres son
potencialmente prevenibles si se
controlan los principales factores
de riesgo, es decir, el consumo de
tabaco (principal factor de riesgo),
el consumo nocivo de alcohol, la
dieta no saludable, el índice de
masa corporal elevado y la falta de
actividad física. Al 30-50% de
cánceres prevenibles, se agrega un
30% de cánceres potencialmente
curables si se detectan en etapa
temprana, y se tratan en forma
oportuna y adecuada. Además, todos
los pacientes, se pueden beneficiar
de los cuidados paliativos en
cualquier etapa de su enfermedad por
cáncer.
A juzgar por la evolución en nuestro
país, el impacto de la pandemia será
negativo. La explicación es
necesario hacerla teniendo en cuenta
i) las consecuencias de
intervenciones sanitarias y ii)
aquellas que están vinculadas con
los procesos de la enfermedad.
En el primer caso, están más
relacionadas con la falta de acceso
y cobertura de servicios destinados
a promover la prevención primaria y
secundaria, garantizar el
diagnóstico y tratamiento apropiados
y oportunos, incluido el tratamiento
del dolor. Se ha descripto que por
diferentes factores que van desde el
temor de las personas hasta las
limitaciones para movilizarse,
pasando por los problemas que se
generaron en los primeros tiempos en
la organización de los servicios
abocados a la atención de Covid-19;
hubo incremento en las demoras de
turnos. La redistribución de
oncólogos a roles de médicos
generales para apoyo de otros
sectores hospitalarios, y las
controversias surgidas sobre los
riesgos del tratamiento que han
producido temor en la comunidad a
los tratamientos específicos contra
el cáncer se han tornado en serias
dificultades para el acceso y
cobertura que produjo una
disminución entre un 50 y 60% de
prestaciones medido por cantidades
de consultas, cantidad de
mamografías, cantidad de cirugías,
entre otras. Lai y col.(1)
reportaron una reducción del 76% en
el número de pacientes referidos por
posible diagnóstico de cáncer y una
reducción del 60% en los
tratamientos de quimioterapia
comparado con los niveles pre-Covid-19.
En el segundo caso los estudios
publicados muestran que los
pacientes oncológicos con enfermedad
activa tienen mayor riesgo de
complicaciones graves y mortalidad
por Covid-19, que la población
general;(2-3) En un metaanálisis que
incluyó 32 estudios de varios países
abarcando 46.999 pacientes (1.776
con cáncer), se mostró que la
necesidad de cuidados intensivos y
la mortalidad fue mayor en pacientes
con cáncer que en aquellos sin
cáncer cuando los pacientes fueron
menores de 65 años.(4) Un estudio
publicado en The Lancet, estimó el
posible incremento de la mortalidad
por cáncer de mama como consecuencia
de la pandemia –en 3 escenarios
diferentes de la epidemia– respecto
a la mortalidad prepandemia por
demoras en la atención.(5)
Otro mecanismo para aproximarse a la
estimación del impacto es
referenciar los datos publicados,
antes de la pandemia, por la Agencia
Internacional para la Investigación
del Cáncer (IARC / OMS), que
esperaba que la incidencia total de
cáncer en la Argentina aumentara de
129.047 nuevos casos de cáncer en
2018 a 190.779 casos en 2040, es
decir un aumento del 48% en 20 años.
Los efectos de la pandemia, cuando
menos, van a acelerar estas
proyecciones. Este mismo ejercicio
trasladado a la mortalidad, proyecta
un aumento del 54% entre 2018 y
2040.
Tenemos que promover que las
personas, aún en pandemia, mantengan
hábitos saludables que prevengan el
cáncer y facilitar el acceso a los
estudios de detección precoz de
cáncer de acuerdo a edad y riesgo
individual y con centros de salud en
todos los niveles preparados para
atenderlas en tiempos de pandemia.
Está claro que esta situación puso
en tensión todo el sistema de salud,
pero no se puede obviar aun frente a
la crisis y la emergencia que 7 de
cada 10 argentinos padecen
enfermedades crónicas no
transmisibles. La dominación de la
agenda por parte de una enfermedad
emergente como el Covid-19, sin una
mirada sistémica que ponga el foco
en las necesidades de toda la
población, que no contemple el
impacto -en particular del cáncer-
nos llevará a una resultante
negativa de la cual nos costará
mucho salir. ¿Pueden emerger nuevas
enfermedades? Claro que sí, pero las
enfermedades no transmisibles
seguirán existiendo y su efecto
deletéreo no cambiará, y mucho menos
lo hará en la medida que no existan
políticas, planes y programas
explícitos para la prevención y
control del cáncer que, para el 2040
en el grupo de 50 a 59 años, será la
principal causa de muerte.
Referencias
1) Lai A, Pasea L, Banerjee A, et
al. Estimating excess mortality in
people with cancer and
multimorbidity in the COVID-19
emergency. Abril. 2020.
https://www.researchgate.net/publication/34098
4562_Estimating_excess_mortality_in_people_with_cancer_and_multimorbidity_in_the_COVID-19_emergency.
2) Warmer JL, Rubistein S, Grivas P,
et al. Clinical impact of COVID-19
on patients with cancer: Data from
the COVID-19 and Cancer Consortium
(CCC19) J. ClinOncol 38: 2020 (suppl:
abstr LBA 110).
3) Lee W, Casier JB, Starkey T,
Turnbull CD, UK Coronavirus Cancer
Monitoring Project Team. Covid- 19
mortality in patients with cancer on
chemotherapy or other anticancer
treatments: a prospective cohort
study. Lancet 2020; 395: 1919-26.
4) Vassilis G. Giannakoulis, Eleni
Papoutsi, and Ilias I. Effect of
Cancer on Clinical Outcomes of
Patients With COVID-19: A Meta-Analysis
of Patient Data. JCO Global Oncology
2020 :6, 799-808.
5) Maringe C, Spicer J, Morris M,
Purushotham A, Nolte E, Sullivan R,
Rachet B, Aggarwal A. The impact of
the COVID-19 pandemic on cancer
deaths due to delays indiagnosis in
England, UK: a national, population-based,
modelling study. Lancet Oncol 2020;
21: 1023–34
(*) Sub Directora Ejecutiva -
Instituto de Investigaciones
Epidemiológicas. Academia Nacional
de Medicina, Buenos Aires.
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