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“Un
día dejamos de ser esenciales”
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Por el Dr. Jorge Gilardi,
Presidente de la
Asociación de Médicos Municipales de
la CABA
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El 3 de diciembre los profesionales
de la salud, dijimos basta y más de
4.000 médicos y médicas municipales
marchamos a la sede de la Jefatura
de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires para reclamar por un salario
digno. La masiva movilización
coincidió con el día del médico y la
consigna central fue: “Somos
esenciales, que nos paguen como
esenciales”.
Fue una mezcla de sensaciones porque
durante la movilización tuvimos que
lamentar a muerte del doctor
Alejandro Hakim, jefe de Obstetricia
del Hospital Ramos Mejía, que fue
parte de la defensa de la salud
pública hasta el final y a quien le
debemos continuar con nuestro
reclamo. No hubo diferencias,
estuvimos todos y entre todos
expresamos nuestra disconformidad
con la paritaria salarial de 2020.
Este ha sido un año muy especial y
en la pandemia no solo fallecieron
médicos que han entregado su vida en
el ejercicio de la profesión, hay
muchísimos colegas infectados.
Realmente la paritaria es
insuficiente, incluso lejos de las
pautas inflacionarias. Creemos que
es absolutamente necesario que el
salario médico sea digno y acorde a
todo lo hecho durante este año. Por
eso los colegas de la AMM seguimos
en alerta sin descartar nuevas
medidas a seguir.
El 31 de diciembre termina uno de
los años más duros por lo que tuvo
que atravesar el mundo en general y
el país en particular. El
Coronavirus nos puso en alerta y
sumó una nueva demanda a los
trabajadores de la salud, esta vez
ante un enemigo desconocido capaz de
hacer estragos en las diferentes
capas sociales.
Desde la AMM nos pusimos en guardia
desde el día uno, asistiendo a
nuestros colegas con equipamiento
para mejorar la seguridad, fuimos
incorporando equipamientos,
elementos, asistencia social y
psicológica para todo el equipo,
hemos conseguido que se incorpore
más recurso humano, le hemos pedido
a los equipos de salud y a las
autoridades que lentamente y dentro
de las posibilidades comience a
funcionar la vida normal en los
hospitales para atender al resto de
la gente.
Hemos solicitado armar equipos de
trabajo y generar burbujas para que
el personal de salud tuviera el
descanso necesario ante tanta
demanda y para descomprimir la
situación en caso de haber un caso
positivo. Las autoridades siempre
supieron y estuvieron al tanto de
nuestros reclamos, pero nunca
bajamos los brazos, por el
contrario, seguimos en plena crisis
y cuando las camas de los hospitales
sufrían una gran demanda. La tarea
del equipo de salud que fue
reconocida en los primeros días de
repente empezó a tener una mirada
lejana.
Somos conscientes que una sociedad
tiene que volver a funcionar,
estamos de acuerdo con las
aperturas, pero esto trajo aparejado
que empezamos a mirar para adelante
sin tener en cuenta que la pandemia
aún está presente. El 1 de enero el
panorama será el mismo, el Covid-19
seguirá entre nosotros, habrá
peligro de rebrote mientras llega la
vacuna en cualquiera de sus
versiones, sin dejar de sumar otras
enfermedades estacionales como, por
ejemplo, el también peligroso Dengue
que todos los años nos sacude como
sociedad y como país demostrándonos
que lejos estamos de lo que
consideramos primer mundo.
En estos escenarios siempre está el
equipo de salud. Hoy los carriles
exclusivos de las autopistas son un
recuerdo lejano, lo dicen los
carteles indicadores, el motivo lo
desconocemos, pero los que pasan por
el peaje deben no sólo hacer la cola
sino abonar, como antes de la
pandemia, cuando aún seguimos en
pandemia. Contradictorio.
Los aplausos quedaron atrás y parece
que los mismos que el primer día nos
discriminaban en algunos edificios
con carteles invitándonos a mudarnos
por peligro de contagio ya se
olvidaron de nosotros. Nunca los
pedimos, a los aplausos, y sí
denunciamos los escraches.
Hoy se habla de los médicos como el
grupo que recibirá la primera dosis
de la vacuna, y parece que es lo
único que nos coloca como
esenciales, porque desde el punto de
vista salarial quedamos muy atrás y
desfasados.
Médicos Municipales se caracteriza
por no parar por parar, al
contrario, fuimos los primeros en
salir a la calle a denunciar las
agresiones sufridas por el personal
de salud en los hospitales y fuimos
los primeros en hablar de
condiciones de seguridad en el
ámbito laboral. La sociedad nos
entiende, nos apoya en el reclamo,
durante la marcha y el acto frente a
la Jefatura de Gobierno tuvimos
innumerables muestras de apoyo.
En este reclamo estamos todos
defendiendo nuestra causa y
exigiendo mejoras en las condiciones
de trabajo, el reconocimiento a la
importancia de la tarea desarrollada
y la necesidad de contar con un
salario acorde al riesgo al que se
enfrentan día a día. Por eso
gritamos “si somos esenciales, que
lo somos, que nos paguen como
esenciales”.
En esta pelea le agradezco a todas
las filiales de la AMM dispuestas
siempre a hacer gremialismo médico
por encima de cualquier idea
partidaria, por encima de cualquier
sectarismo. A todos aquellos que han
hecho grande a esta Institución, en
nombre del Comité Ejecutivo nuestro
reconocimiento. |
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