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Como cierre de un año muy particular, el pasado 30 de
noviembre desde CADEID realizamos la primera Jornada
virtual. Participaron de la misma como disertantes, el
senador por la provincia de Jujuy, Dr. Mario Fiad,
presidente de la Comisión de Salud; el Dr. Arnaldo
Medina, secretario de Calidad en Salud del Ministerio de
Salud de la Nación y el Dr. Álvaro Saurí, jefe de
Cuidados Paliativos del Instituto de Oncología “Ángel H.
Roffo”. El objetivo principal del encuentro fue
reflexionar sobre el rol de la ID, las necesidades
concretas del sector y conocer la mirada que tienen
sobre la actividad los legisladores, las autoridades
sanitarias y los profesionales especialistas que
trabajan diariamente en él.
La asistencia domiciliaria se ha difundido muchísimo en
todo el país en los últimos 15 años. Creció hacia el
interior, dejó de ser la asistencia de los grandes
centros urbanos para transformarse en regional, con
equipos profesionales en todas las provincias. Es
realmente la más local de todas las asistencias de
salud. La ID es una herramienta virtuosa y podemos
pensarla desde su plasticidad y capacidad de llegada a
casi todos los puntos del país, como una red de
asistencia en consonancia con los tiempos que corren y
nos impulsan a quedarnos en casa, al trabajo remoto y a
la compra a distancia.
En los últimos meses vemos con satisfacción que el
Estado apalanca políticas de asistencia más seguras que
mejoran la accesibilidad de las personas al sistema y
evitan desplazamientos y traslados innecesarios. Ejemplo
de esto son la receta digital, la telemedicina, cuyo
tratamiento se ha disparado durante esta época de
pandemia pero que generarán cambios permanentes en la
forma de asistir a nuestros pacientes.
Por eso creemos que es la oportunidad de pensar en
estrategias de integración de tecnologías y asistencia
local profesionalizada, porque la utilidad de los
instrumentos de consulta virtual podría potenciarse con
la presencia del cuidado domiciliario. Destacábamos que
durante la emergencia sanitaria del Covid-19, la ID no
detuvo sus actividades. Todos los pacientes que se
encontraban en programas de atención mantuvieron sus
servicios y sus tratamientos al día y pudimos evitar el
abandono de los controles, que fue una de las
preocupaciones más importantes de los últimos meses. Y
esto nos lleva nuevamente al concepto de oportunidad:
mirar esta actividad que requiere ser pensada nuevamente
y analizarla desde la experiencia de 40 años de
servicios considerando sus éxitos y fracasos del pasado,
para darle una nueva identidad a la medida de sus
capacidades e integrada al sistema de salud.
El primer orador de la jornada fue el senador Mario
Fiad, quien destacó la necesidad de “comenzar a
transitar el camino para una normatización y
normalización de la ID, y es función del Congreso de la
Nación velar por este sector. Sin duda alguna estamos en
el tema y comprometemos todo lo que esté a nuestro
alcance para facilitar esta posibilidad, lo vamos a
trabajar seguramente en conjunto”. En cuanto a las
condiciones que deberían estar presentes en una
internación domiciliaria humanizada y de calidad,
sostuvo: “La decisión de una ID debe ser tomada de
manera tal que represente un verdadero beneficio para el
paciente y que el criterio que sustente la decisión no
sea eminentemente sólo la disminución de costos del
sistema”. Sobre el marco normativo actual, repasó:
“Hemos trabajado en normas que considero trascendentes y
fundamentales para fortalecer este modelo de atención.
Iniciativas legislativas con gran impacto en la ID como
son los cuidados paliativos, la telemedicina, la
historia clínica y la receta electrónica”.
El Dr. Álvaro Saurí se refirió al rol de los cuidados
paliativos en el domicilio y a la necesidad de “integrar
los aspectos espirituales y psicológicos del cuidado del
paciente, y ofrecer un sistema de soporte para ayudarlo
a vivir tan activamente como sea posible hasta su
muerte”, y agregó que para ello “también es necesario
cuidar a la familia y al núcleo social de referencia,
que significa: dar información clara; disponibilidad
total (en el domicilio no hay horarios); aceptar la
situación de final de vida (es necesario lograr
consensos); clarificar objetivos comunes y realistas
centrados en las necesidades del paciente, haciéndolo
partícipe de las decisiones consensuadas; evitar la
conspiración del silencio o secretos protectores que
hacen que las situaciones cuando aumentan de tensión
estallen y generen la claudicación familiar y emocional
que termina en un abandono”.
Por su parte, el Dr. Arnaldo Medina, habló sobre la
calidad e integración de los servicios: “Este tipo de
internación tiene un fundamento principal: mejorar la
atención de los pacientes, lograr una atención centrada
en las personas y que esto sea un componente de la
calidad, es decir, no mirar el sistema de salud en
función de cómo está organizado o en función de los
dispositivos que existen, sino pensando en qué es lo que
necesitan las personas”. Además, explicó: “Uno de los
principales problemas que tiene el sistema de salud es
la falta de integración entre los servicios y la
atención hospitalaria. No se intercambian los datos
correctamente y no están suficientemente coordinados.
Esta integración tiene que ver con diálogos que tienen
que existir entre los dispositivos, sean domiciliarios,
hospitalarios, primer nivel de atención o trabajadores”.
Como reflexión final, desde CADEID destacamos nuestro
trabajo y compromiso con el sector; la importancia de
actualizar el marco regulatorio de la actividad
considerando sus particularidades y la necesidad de
articular adecuadamente con los distintos niveles
asistenciales, y un cuadro de contratación de los
recursos humanos alineado con las atipicidades de la
actividad a partir del cual los profesionales puedan
capacitarse para la soledad de la tarea en domicilio y
ser reconocidos en su crecimiento académico, para
persistir en el trabajo que eligieron.
La internación domiciliaria podría ser más y mejor si
trabajara coordinadamente con otros niveles y justamente
fue uno de los objetivos fundamentales de la jornada:
redefinir su rol y mostrarla como una herramienta clave
del sistema sanitario para que el crecimiento que
experimente en el futuro responda a una programación
estratégica del sistema sanitario y no sea meramente
intuitivo como ha sucedido en los últimos quince años.
(*) Cámara Argentina de Empresas de Internación
Domiciliaria.
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