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Dejamos atrás un año complejo, un
2020 que nos sorprendió con una
pandemia que desestabilizó a las
personas, a las empresas e
instituciones, y a los gobiernos.
Desestabilizó a toda la comunidad,
impactando en la salud física y
emocional, en las finanzas y en los
hábitos. Una realidad que nos
presentó y nos presenta desafíos
impensados llevándonos a la
readaptación de nuestras acciones
empresariales para comandar el rumbo
de los proyectos comerciales.
Por la esencialidad de nuestro rubro
y ante la emergencia sanitaria,
social y económica, en SanCor Salud
nos vimos en la responsabilidad de
estar aún más cerca de nuestros
asociados, asegurándoles no sólo la
sostenibilidad de los servicios,
sino el bienestar. Nos enfocamos en
contener a quienes nos confían el
cuidado de su salud, escucharlos,
saber qué necesitan con el fin de
llegar a cada uno con soluciones o
amplitud de alternativas acordes a
sus requerimientos. La cercanía
siempre fue nuestra prioridad y ante
la emergencia por Covid-19, aún más.
En un contexto complejo para muchos
hogares del país, contar con una
cobertura de salud se tornó
indispensable. Por ello y con la
intención de acompañar y posibilitar
el acceso a la sanidad,
flexibilizamos nuestra cartera de
productos y le hicimos saber al
medio millón de socios y a todos los
argentinos que contamos con
alternativas que se ajustan a sus
circunstancias, que más allá de los
momentos siempre hay un plan para
cada familia. Por supuesto, siempre
manteniendo el nivel en la calidad
de nuestras prestaciones. Nuestro
objetivo siempre estuvo claro:
llegar a cada una de las personas
democratizando el servicio de
medicina privada con coberturas
accesibles a sus necesidades y así
llevar tranquilidad y seguridad a
nuestros asociados.
Para continuar garantizando el
bienestar, como Grupo empresario
creímos conveniente ser proactivos,
pero debíamos abordar la situación
con cautela, porque el escenario era
desconocido y mutaba
permanentemente. Si bien el contexto
exigió una revisión y
reconfiguración de nuestras
proyecciones de negocio, reforzamos
la proactividad trazando nuevos
desafíos comerciales. Nunca perdimos
de vista la importancia de nuestra
función en la sociedad y por ello
apostamos a más, corrimos nuestros
límites para acompañar a los
individuos, para estar junto a las
familias argentinas en este año
histórico.
De esta forma, nuestra compañía se
vio inmersa en un proceso de
transformación paralelo a la
emergencia por Covid-19, una
evolución digital, de metodologías y
circuitos internos que ya había
comenzado pero que fue preciso
apresurar. Dos mil colaboradores
teletrabajando, asesores ofreciendo
planes de salud desde sus hogares,
nuevas herramientas de organización
y comunicación empresarial,
virtualización y autogestión de las
necesidades de los afiliados. Y más.
Sostener los niveles de
satisfacción, la rentabilidad y
diseñar protocolos para las
particularidades de todo el país.
En medio de nuestra vivencia y
nuestros retos, la sociedad se
estaba transformando y con ella, el
sistema de salud. Transitamos muchos
meses de incertidumbre y
desestabilidad, siempre con el temor
de que el sistema de salud colapse.
Un tiempo urgente, de dificultades
complejas, que reflejó la imperiosa
necesidad de políticas sanitarias
que regulen y sostengan a nuestro
sector. Y aquí, es nuestro deber
destacar el rol elemental del
personal de la salud que con su
profesionalismo y calidad humana se
puso al frente de esta dura batalla.
El calendario nos marca que dejamos
atrás el 2020. Yo creo que será
difícil “dejar atrás” semejante
vivencia. Hemos experimentado tantos
sentimientos y situaciones nuevas
que indefectiblemente lo
recordaremos por la transformación,
por los aprendizajes, por haber
buscado “salir mejores”. Esa es mi
mirada para el año entrante. Ser
mejores.
El cambio nos renueva las
esperanzas, los ánimos latentes de
sobrellevar esta “nueva normalidad”
de la que todos hablamos. No somos
los mismos, eso está claro. Las
personas cambiaron y las empresas
también. Como director del Grupo
SanCor Salud resalto la unión aun en
la distancia y considero que ese es
el secreto para afrontar lo que
viene. Para superar la crisis
destaco la importancia de establecer
alianzas, tender puentes
constructivos entre el sector
público y privado con el fin de
alcanzar los objetivos que poseemos
en común que tienen que ver con la
accesibilidad a un derecho básico
como es la salud y que ese servicio
sea de calidad. Aunar esfuerzos
entre el Estado y las empresas para
hacerle frente a las consecuencias
pospandemia, buscando las salidas
más convenientes para el sistema de
salud argentino y que luego, lo
impulsen.
Porque si algo aprendimos este año
es que la salud es todo, tengo la
plena confianza que lo vivido nos
agudizará la mirada y la cooperación
y sabremos construir.
El 2021 será un año de esfuerzo y
reinvención, pero confío que hay un
horizonte de estabilidad financiera,
sanitaria y social, la calma y
tranquilidad que tanto necesitamos
para reponernos y continuar
apostando al crecimiento personal y
empresarial. Desde nuestro lugar,
como actores sociales, ratifico el
compromiso responsable de nuestro
Grupo empresario donde, a través del
diseño y la concreción de programas
sostenibles y sustentables,
seguiremos trabajando y dialogando
para lograr un futuro mejor. |