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La historia de la
humanidad esta signada por etapas de
transformaciones. Y es aquí y ahora
en plena pandemia que necesitamos
aceptar una revisión de nuestro modo
de accionar.
Tomar lo positivo, desechar lo que
ya no es útil y hacer una nueva
síntesis es un desafío apasionante…
un horizonte posible, real y
accesible.
No lograremos hacerlo solos,
aislados o defendiendo una
corporación, un grupo de
pertenencia. Es un trabajo que nos
exige integrarnos a otros,
actualizarnos, y conocer que la
ciencia y las disciplinas del
conocimiento ofrecen herramientas
metodológicas para hacerlo.
Los imponderables eventos que
atraviesan el planeta, pueblos,
civilizaciones, y cada una de
nuestras vidas hablan por sí mismos.
Sus ritmos y devenires nos obligan a
pensar y elaborar, más allá de
nuestras fronteras.
Ocultarnos en los pliegues del
espejismo, en la ceguera del miedo,
el enojo, o el Nihilismo nunca han
ayudado y se las denominan:
“Oportunidades perdidas
prematuramente”.
Hay pruebas evidentes a lo largo de
la historia, donde la humanidad
logró desarrollar épicas respuestas.
Es sorprendente observar que aún hoy
en la tercera década del siglo XXI,
se piense y accione desde paradigmas
antiguos que además solo generan más
crisis y atraen tempestades.
Me refiero a una concepción
mecanicista de la vida, el cuerpo
como máquina, la sociedad como
máquina, la ciencia y su visión
mecánica nos llega desde el siglo
XVI, con la teoría cartesiana
instalándose en nuestras mentes, en
las instituciones.
Frente a esto hay una multitud de
profesionales que desde hace años
viene aportando, construyendo y
ampliando las posibilidades de
construir algo más eficiente y real.
NAVEGANDO LAS AGUAS DE ESTOS
DESAFÍOS
Hoy nos enfrentamos a vientos tan
intensos como el Ghibli… (viento
implacable del sur Sahariano).
Cuenta Heródoto (el padre de la
historia) que el Emperador Cambises
II (persas aqueménides) alrededor
del año 524 AC, envió a su ejército
de 50.000 hombres atravesar el
Sahara para aniquilar al oráculo de
Siwa, Egipto “Este ejercito
invencible no pudo contra el Ghibli,
desapareció integro, sin dejar
rastros. Un ejército masacrado sin
piedad por la impía erosión de los
billones de granos de arena puestos
de acuerdo para defender el lugar
sagrado”.
El tiempo de pandemia exige ampliar
la capacidad de observar, pensar y
elaborar, frente a situaciones de
orden planetario, donde hay una
exigencia de la realidad a trabajar
integrados.
La naturaleza, es un ejemplo de
interconectividad, tiene un lenguaje
que necesitamos decodificar. Se
manifiesta en nuestros cuerpos, en
el cuerpo social, en el cuerpo
ambiental, que no es una máquina.
Lenguaje que atraviesa toda acción
de quienes trabajan en las
prestaciones de salud, de quienes la
financian, de los que la gestionan y
a sus beneficiarios.
La búsqueda de respuestas a las
inquietudes de cada uno de estos
protagonistas exige hoy acceder a
descubrir y descubrirnos en una
oportunidad de integrar los espacios
de trabajo, sumar voluntades y
acrecentar los recursos ofreciendo
nuevas y creativas posibilidades
desde un Sistema Nacional Integrado
de Salud que SI es posible.
Un Sistema Nacional Integrado de
Salud es hoy una necesidad básica
para afrontar las realidades más
disimiles, que no se podrán
enfrentar, solos, desde concepciones
y emociones antiguas. Es un
territorio para ir construyendo, es
una oportunidad estratégica.
¿CÓMO PENSAMOS, SENTIMOS Y
ACCIONAMOS?
Desde diferentes disciplinas como la
medicina, epigenética,
neurolingüística, sociología,
antropología, física cuántica,
psicología, historia, filosofía,
etc., nos hablan de como los humanos
tejemos nuestra complejidad de
ideas, construidas por herencias
genéticas, culturales, ambientales,
memorias emotivas, experiencias,
vivencias, atrapadas por un Sistema
de Creencias que además ni siquiera
suele pertenecernos, porque ese
Sistema pudo haber sido útil a
nuestros antepasados, pero hoy no
nos ayuda a resolver.
La aplicación de herramientas
metodológicas de Gestión en Salud
exige atravesar el territorio que
abarcan “Las Matrices Conceptuales”.
Revisar nuestro “Sistema de
Creencias”, navegar en la historia…
antropología, sociología, medicina,
pedagogía, etc. a esta herramienta
se la denomina transdisciplina.
¿TENEMOS EL VALOR Y LA
OSADÍA DE HACERLO?
Las matrices conceptuales nos
ofrecen paradigmas, ideas,
herramientas concretas en la
resolución de problemas, y ahí está
un gran talón de Aquiles…
Saber plantear un problema es el
comienzo de su resolución, pero en
general se lo plantea impregnado de
memorias emotivas, prejuicios,
apetencias, creencias, valoraciones
antiguas o descontextualizadas del
momento actual.
Atreverse a estudiar y conocer las
matrices conceptuales que ofrecen
estas diciplinas es una actividad
que no todos están dispuestos a
hacer. Una bruma de supuestos niebla
la visión, se ignora la amplitud de
posibilidades concretas para
construir interconectados,
integrados.
La epidemiología, ciencia que
estudia los procesos de
salud-enfermedad de una población
determinada, en un territorio
específico y un espacio de tiempo,
es una ciencia generosa, que nos
facilita abordar la complejidad de
los problemas y plantearlos en busca
de encontrar sus posibles
soluciones.
Es lamentable que no se la estudie
en el pregrado de las ciencias de la
salud, y debe ser indispensable en
toda formación de posgrado.
La pandemia ha exigido su
utilización… cuanto más serviría en
toda gestión, más allá del análisis
de las improntas de la enfermedad
infecciosa.
La elaboración de indicadores, por
parte de los prestadores de salud es
un territorio escabroso. La
elaboración de estadísticas solo se
sostiene con las creencias del costo
económico y el tema no es económico,
es esencial este punto.
No se comprende que es
imprescindible construir indicadores
para la toma de decisiones, esas
decisiones impactan en toda la trama
de la vida… Se suele ignorar que,
sin estos indicadores, lo que se
interpreta como beneficio puede ser
un gran error.
Reunirse con profesionales de
diferentes formaciones y con los
protagonistas que intervienen en la
gestión de los procesos de
salud-enfermedad para resolver un
problema puntual de un paciente, una
población determinada o grupo de
prestadores, tratando en equipos un
mismo problema, a esto se llama
Interdisciplina.
Reunir a los protagonistas de
brindar prestaciones de salud
incluyendo administrativos y
financiadores, etc. para tratar un
problema que atraviesa a todos en la
gestión de brindar servicios, a esto
se le llama Interdisciplina.
Trabajar interdisciplinariamente con
diferentes sectores: a esto se llama
Intersectorialidad.
Combinar servicios entre los
diferentes sectores, Obras Sociales,
Prepagos y Sistema Público a esto se
llama complementariedad y podría
abaratar costos y esfuerzos. Sumar
recursos desde los diferentes
sectores a eso se llama Sinergia.
Un Sistema integrado de Salud es una
“Dínamis”, donde todos pueden
beneficiarse, crecer y desarrollarse
integrados.
Un horizonte esperanzador: ojalá
logremos iluminar ese camino y
evitar “las oportunidades perdidas
prematuramente”.
Los sonidos de un solo instrumento
se perciben limitados ante a la
belleza y fuerza ígnea de una
orquesta sinfónica.
BIBLIOGRAFÍA
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ciencia / Rupert Sheldrake.
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6. EL MÉTODO EPIDEMIOLÓGICO
(unne.edu.ar).
7. +20 Libros de Epidemiología
Gratis [PDF] | infolibros.org.
8. Beethoven: Symphony No. 9 /
Daniel Barenboim & the West-Eastern
Divan Orchestra (complete symphony).
9. Concierto Aymara para violín y
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10. Ed. Fondo de Cultura Económica /
El Capital en el siglo XXI Thomas
Piketty.
11. Seminarios / Arq. Flavia Cena.
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Leonardo / Frijtof Capra |