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Columna


La producción de actos médicos y sus fallas

Por  Fernando G. Mariona - Abogado (*)


Los avances en los sistemas de producción contemporáneos resultan de la evolución de las técnicas. Ellas permiten la creación de productos o de servicios novedosos (vehículo automóvil sofisticado, transporte aéreo, puesta en órbita de un satélite, producción de energía, producción de alimentos, cuidado de la salud).
En el Sistema de Salud se producen actos médicos para tratar de mejorar la salud de las personas. Ya sea tanto con gente bien capacitada, como con equipamiento adecuado a las especialidades. Los sistemas de producción para el cuidado de la salud han sido objeto de perfeccionamientos permanentes, que integran los progresos de la ciencia, las innovaciones técnicas y organizacionales, relacionadas con las imposiciones del medio ambiente, el derecho de daños, las leyes de defensa del consumidor, los derechos de los pacientes, los mecanismos de información y comunicación.
Las habilidades de las organizaciones productoras de bienes y servicios se acrecentaron progresivamente y se estructuraron en torno a ciertas profesiones especializadas y complementarias para procurar un buen resultado, confiabilidad y seguridad.
Los sistemas resultantes de dicha evolución son sistemas complejos.
El servicio que se presta, requiere la realización de numerosas actividades diferentes y el buen funcionamiento de múltiples procesos. En una producción estandarizada, todo cambio, aunque sea mínimo puede tener consecuencias sobre el resultado final.
En una producción poco estandarizada, tal es el caso de la concerniente a la “Industria del Cuidado de la Salud”, se agrega la necesidad de adaptarse en forma permanente a la variabilidad de las situaciones y en la capacitación de los actores, para producir mejores resultados.
La complejidad en materia de salud es importante y universalmente admitida. La actividad médica es una actividad de servicio muy particular. Corresponde a una producción de servicio variable cualitativa y cuantitativamente, que requiere capacidades de adaptación considerables.
En efecto, el sistema debe adaptarse a la variabilidad de los flujos estacionales, a las epidemias, a las endemias, a la urgencia, a la emergencia, a las situaciones psiquiátricas, a los cambios legislativos, y a cada diferente situación, puesto que, en el caso de cada paciente, además distintos entre sí, puede requerirse de competencias múltiples, muy especializadas y distintas, que es necesario identificar y reunir en un lugar, y dentro de un plazo imperativo. ¡Menuda tarea!
Hoy en día se trata de prestar un sistema efectivo en cuanto a las posibilidades diagnósticas y terapéuticas y a la rapidez de investigación para llegar rápido al tratamiento adecuado. Se basa sobre múltiples procesos, técnicas, competencias y conocimientos muy sofisticados, sin dejar de lado los dilemas médicos: hacer o no hacer.
En materia de salud, igual que en otros campos de distintas actividades, las profesiones y las especialidades, deben organizarse para desarrollar e implementar sus actividades, confiriéndoles eficacia, eficiencia, confiabilidad, consensualidad y seguridad.
Debe procurarse en especial la formación médica inicial y continua mediante calificaciones, y conocer, adoptar, y aplicar las normas de buena práctica de cada especialidad, las que generalmente deberían coincidir con el cumplimiento adecuado de la relación contractual, que resultará siendo en definitiva el cumplimiento de la exigencia legal de actuar dentro de la lex artis. Las condenas vienen por hacerlo fuera de ella, según la visión del Juez.
Cada institución involucrada en el Sistema del Cuidado de la Salud, pública o privada, debería establecer sus reglas internas de funcionamiento y el Estado Nacional, Provincial o Municipal debería intervenir definiendo la reglamentación aplicable a cada grado de complejidad, y un sistema de control periódico.
El desarrollo de las especialidades dentro de este sistema se realiza a partir de la experiencia y de la pericia acumulada por los profesionales con el correr de los años, que se “van haciendo la mano”. Esa experiencia es capitalizada y desarrollada bajo diferentes formas:

  • Transmisión oral y gestual (buenas maneras) del saber de los profesionales experimentados hacia las nuevas generaciones, siempre y cuando existan jefaturas organizadas y procesos de comunicación institucionalizados.

  • Literatura profesional al alcance de los iniciados.

  • Formación inicial y continua, residencias, concurrencias suficientes, y sistema de certificación con renovación controlada con la misma eficiencia que la del pago de la matricula.

  • Reglas de buenas prácticas en todas las especialidades.

  • Dirigencia profesional también científica.

  • Organización institucional, asignación de tareas, evaluación de desempeño por especialidad y actos médicos, control de la recertificación.

La creciente complejidad del Sistema del Cuidado de la Salud conduce a la identificación de tareas de producción de atención de pacientes, y tareas de coordinación o de gerenciamiento. A cada uno de esas tareas o funciones, corresponden competencias propias.
La Seguridad del Paciente es una de las dimensiones que deben tenerse en cuenta en el enfoque profesional de cada especialidad, según los riesgos evitables e inevitables. Ello surge del análisis retrospectivo de los eventos adversos de cada especialidad, en cada institución. La performance del sistema del cuidado de la salud de cada institución privada y pública y la seguridad del paciente, deben, mejorar mediante un aumento de la competencia en la gestión, y la capacitación de los participantes en el diseño, aplicación y control de sistemas seguros.
Cuando una tarea es efectuada por una persona que no tiene la calificación requerida o la actitud diligente para evitar lo evitable y documentar esa conducta diligente, la seguridad del paciente puede verse afectada. Y con ello también el patrimonio del establecimiento sanitario donde el médico realiza sus prácticas.
La seguridad del paciente no solo pasa por una Historia Clínica Informatizada, por uno o decenas de Formularios de Consentimiento Informado mal utilizados, la educación del paciente o lavarse las manos. Depende de todos los operadores del sistema. Me parece.
 
(*) Consultor Externo de TPC Compañía de Seguros S.A. CEO de RiskOut. Consultora Especializada en Responsabilidad Profesional Médica. Gestión de Riesgos y Seguridad del Paciente.

 

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