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Los avances en los
sistemas de producción contemporáneos resultan de la
evolución de las técnicas. Ellas permiten la creación de
productos o de servicios novedosos (vehículo automóvil
sofisticado, transporte aéreo, puesta en órbita de un
satélite, producción de energía, producción de
alimentos, cuidado de la salud).
En el Sistema de Salud se producen actos médicos para
tratar de mejorar la salud de las personas. Ya sea tanto
con gente bien capacitada, como con equipamiento
adecuado a las especialidades. Los sistemas de
producción para el cuidado de la salud han sido objeto
de perfeccionamientos permanentes, que integran los
progresos de la ciencia, las innovaciones técnicas y
organizacionales, relacionadas con las imposiciones del
medio ambiente, el derecho de daños, las leyes de
defensa del consumidor, los derechos de los pacientes,
los mecanismos de información y comunicación.
Las habilidades de las organizaciones productoras de
bienes y servicios se acrecentaron progresivamente y se
estructuraron en torno a ciertas profesiones
especializadas y complementarias para procurar un buen
resultado, confiabilidad y seguridad.
Los sistemas resultantes de dicha evolución son sistemas
complejos.
El servicio que se presta, requiere la realización de
numerosas actividades diferentes y el buen
funcionamiento de múltiples procesos. En una producción
estandarizada, todo cambio, aunque sea mínimo puede
tener consecuencias sobre el resultado final.
En una producción poco estandarizada, tal es el caso de
la concerniente a la “Industria del Cuidado de la
Salud”, se agrega la necesidad de adaptarse en forma
permanente a la variabilidad de las situaciones y en la
capacitación de los actores, para producir mejores
resultados.
La complejidad en materia de salud es importante y
universalmente admitida. La actividad médica es una
actividad de servicio muy particular. Corresponde a una
producción de servicio variable cualitativa y
cuantitativamente, que requiere capacidades de
adaptación considerables.
En efecto, el sistema debe adaptarse a la variabilidad
de los flujos estacionales, a las epidemias, a las
endemias, a la urgencia, a la emergencia, a las
situaciones psiquiátricas, a los cambios legislativos, y
a cada diferente situación, puesto que, en el caso de
cada paciente, además distintos entre sí, puede
requerirse de competencias múltiples, muy especializadas
y distintas, que es necesario identificar y reunir en un
lugar, y dentro de un plazo imperativo. ¡Menuda tarea!
Hoy en día se trata de prestar un sistema efectivo en
cuanto a las posibilidades diagnósticas y terapéuticas y
a la rapidez de investigación para llegar rápido al
tratamiento adecuado. Se basa sobre múltiples procesos,
técnicas, competencias y conocimientos muy sofisticados,
sin dejar de lado los dilemas médicos: hacer o no hacer.
En materia de salud, igual que en otros campos de
distintas actividades, las profesiones y las
especialidades, deben organizarse para desarrollar e
implementar sus actividades, confiriéndoles eficacia,
eficiencia, confiabilidad, consensualidad y seguridad.
Debe procurarse en especial la formación médica inicial
y continua mediante calificaciones, y conocer, adoptar,
y aplicar las normas de buena práctica de cada
especialidad, las que generalmente deberían coincidir
con el cumplimiento adecuado de la relación contractual,
que resultará siendo en definitiva el cumplimiento de la
exigencia legal de actuar dentro de la lex artis. Las
condenas vienen por hacerlo fuera de ella, según la
visión del Juez.
Cada institución involucrada en el Sistema del Cuidado
de la Salud, pública o privada, debería establecer sus
reglas internas de funcionamiento y el Estado Nacional,
Provincial o Municipal debería intervenir definiendo la
reglamentación aplicable a cada grado de complejidad, y
un sistema de control periódico.
El desarrollo de las especialidades dentro de este
sistema se realiza a partir de la experiencia y de la
pericia acumulada por los profesionales con el correr de
los años, que se “van haciendo la mano”. Esa experiencia
es capitalizada y desarrollada bajo diferentes formas:
-
Transmisión oral y gestual
(buenas maneras) del saber de los profesionales
experimentados hacia las nuevas generaciones,
siempre y cuando existan jefaturas organizadas y
procesos de comunicación institucionalizados.
-
Literatura profesional al
alcance de los iniciados.
-
Formación inicial y continua,
residencias, concurrencias suficientes, y sistema de
certificación con renovación controlada con la misma
eficiencia que la del pago de la matricula.
-
Reglas de buenas prácticas en
todas las especialidades.
-
Dirigencia profesional también
científica.
-
Organización institucional,
asignación de tareas, evaluación de desempeño por
especialidad y actos médicos, control de la
recertificación.
La creciente complejidad del
Sistema del Cuidado de la Salud conduce a la
identificación de tareas de producción de atención de
pacientes, y tareas de coordinación o de gerenciamiento.
A cada uno de esas tareas o funciones, corresponden
competencias propias.
La Seguridad del Paciente es una de las dimensiones que
deben tenerse en cuenta en el enfoque profesional de
cada especialidad, según los riesgos evitables e
inevitables. Ello surge del análisis retrospectivo de
los eventos adversos de cada especialidad, en cada
institución. La performance del sistema del cuidado de
la salud de cada institución privada y pública y la
seguridad del paciente, deben, mejorar mediante un
aumento de la competencia en la gestión, y la
capacitación de los participantes en el diseño,
aplicación y control de sistemas seguros.
Cuando una tarea es efectuada por una persona que no
tiene la calificación requerida o la actitud diligente
para evitar lo evitable y documentar esa conducta
diligente, la seguridad del paciente puede verse
afectada. Y con ello también el patrimonio del
establecimiento sanitario donde el médico realiza sus
prácticas.
La seguridad del paciente no solo pasa por una Historia
Clínica Informatizada, por uno o decenas de Formularios
de Consentimiento Informado mal utilizados, la educación
del paciente o lavarse las manos. Depende de todos los
operadores del sistema. Me parece.
(*) Consultor Externo de TPC Compañía de Seguros S.A.
CEO de RiskOut. Consultora Especializada en
Responsabilidad Profesional Médica. Gestión de Riesgos y
Seguridad del Paciente.
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