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LA CHISPA ESTABA PRESENTE
En los últimos años, la industria de los financiadores
de la salud se ha visto beneficiada e impactada
positivamente por el uso de tecnologías. Afortunadamente
para las organizaciones de la industria de la salud, el
uso de tecnología para lograr eficiencia de costos y
permitir una mayor inclusión en sus servicios ya no es
propiedad sólo de la banca y de las telecomunicaciones.
Adicionalmente, las innovaciones tecnológicas en el
ámbito de la salud ya no están circunscriptas a nuevos
tratamientos o equipos para la alta complejidad médica.
Los financiadores de la salud se han instalado como
consumidores de las nuevas tecnologías y están
explotando sus virtudes. Y este posicionamiento, vino de
la mano de un giro en las necesidades de las áreas de
negocio.
En lo que va del siglo, los requerimientos han dado un
giro, y en el estadio actual es muy relevante la
consecución de sistemas que permitan la
racionalización del gasto.
Desde HMS (Health Management Solutions) entendemos este
proceso como la búsqueda constante de mejoras
que impacten positivamente la salud del colectivo de
beneficiarios, que mejoren la atención sanitaria, con
una buena economía para los prestadores, sin impactar la
economía de los financiadores y que permita eliminar
barreras de acceso al sistema sanitario.
Y, en el mismo período, no sólo hubo cambios en las
necesidades de las áreas de negocio, sino que también
cambiaron las necesidades y comportamientos de los
usuarios del sistema de salud. Hace no mucho, un
beneficiario se sentía bien atendido si le realizaban
variados estudios, hoy lo que busca un beneficiario es
poder dar con un diagnóstico preciso con el menor insumo
de tiempo posible.
PERO LA PANDEMIA
ACELERÓ EL PROCESO
Y en este discurrir evolutivo nos encontrábamos a un
ritmo acelerado para lo que había sido la historia de la
industria. A inicios del año pasado, el mundo inicio un
escenario sin precedentes producto de la pandemia
provocada por el Covid-19, la cual modificó en cuestión
de semanas nuestra vida cotidiana forzando masivamente
algunas prácticas, como la distancia social, la extrema
higiene, el e-commerce, las reuniones virtuales y el
trabajo remoto, entre otras cosas.
Muchas organizaciones que habían postergado los planes
de transformación digital en sus empresas, por distintos
motivos, -por ejemplo: por una baja vinculación
tecnológica con su operación, la falta de tiempo o que
existían otras necesidades prioritarias- tuvieron que
abrazar este cambio y cambiar su lista de prioridades, y
en un año avanzamos 5 años en implementación de
innovaciones.
En este contexto incierto y cambiante, las distintas
organizaciones que conforman el sistema de salud se
encontraron inicialmente resolviendo urgencias, y
llevando adelante la implementación de nuevas
herramientas y procesos. El primer foco de las áreas de
tecnología y sistemas fue el mantener las operaciones y
proveer a todos los colaboradores de capacidades para el
trabajo remoto.
Por otro lado, los usuarios -ya sean prestadores o
beneficiarios- debieron adoptar estos cambios. Algunas
transformaciones ya se habían comenzado a realizar
siguiendo los tiempos de cada institución, pero este
nuevo escenario llevó a una rauda implementación. Las
evoluciones más destacadas fueron: credenciales
digitales, telemedicina y prescripciones digitales o
electrónicas, que ya existían antes de la pandemia y que
ahora siguen existiendo, pero que han sido potenciadas
por la coyuntura imperante en los momentos más duros del
#quedateencasa.
Si bien tienen distintas complejidades tecnológicas y
efectos diversos en los procesos, las credenciales
digitales, las soluciones de telemedicina y las
prescripciones digitales han sido fundamentales para
poder lidiar con los cambios de comportamiento que
debieron implementarse desde marzo del año pasado. Y en
este proceso todos hemos comprobado que la mejor
herramienta para potenciar cambios radicales es la
necesidad. Sin otra posibilidad que realizar consultas
virtuales, tanto beneficiarios como prestadores hemos
adoptado esta modalidad, y para algunas especialidades o
consultas de seguimiento ya no hay vuelta atrás con la
presencialidad. Lo mismo ocurre con el uso de las
credenciales digitales.
Lamentablemente los temas relacionados a las
prescripciones, aún tienen ciertos grises. Por un lado,
seguimos en modalidad “emergencia Covid-19” y por otro
estamos tratando de implementar estándares para poder
interconectarnos. En este ámbito las soluciones
adoptadas por la industria varían mucho dependiendo de
si el financiador posee “prestadores propios” o no.
Y AHORA DEBEMOS
SOSTENERLO
Desde nuestra experiencia, el gran desafío para el año
que viene, está dado por la consolidación de la
estrategia mobile de los financiadores. En muchos casos,
la situación imperante obligó a realizar soluciones
rápidas para resolver problemas, y se fueron poblando
los app stores y los dispositivos de prestadores y
beneficiarios con múltiples soluciones independientes
entre sí, cada cual para resolver una necesidad
diferente.
Es ahora el momento de consolidar estas aplicaciones en
canales de servicios, completar las funcionalidades hoy
provistas de acuerdo a las necesidades y los planes ya
trazados y por sobre todo comenzar un camino en el cual
potenciemos estos mecanismos.
Hasta el momento, gran parte de las soluciones (si no la
mayoría) estuvieron enfocadas en reemplazar experiencias
físicas por experiencias digitales, pero poco se ha
promovido en el ámbito de incorporar cambios en los
procesos que permitan nuevos escenarios de uso
potenciados por la existencia de estas tecnologías y la
democratización de la conectividad. Es allí, hacia donde
estaremos apuntando ya transcurridos los primeros meses
del año que viene.
Con este contexto y con lo urgente resuelto, en HMS
diseñamos la evolución de nuestra plataforma SaludSoft®
con foco en:
-
Seguir evolucionando las
herramientas de autogestión de los prestadores, y
afiliados.
-
Eliminar de forma definitiva
las barreras de ingreso que los esquemas de
conectividad basados en carrier imponían a los
prestadores y a los financiadores.
-
Seguir acercando el mundo
físico al digital, mejorando experiencias y
ampliando los escenarios de uso de las nuevas
soluciones.
-
Estar preparados para las
nuevas legislaciones.
-
Incorporar de forma definitiva
los estándares de interoperabilidad que se están
desplegando en la industria.
-
Revisar y repensar procesos,
para no seguir haciendo lo mismo, pero con
herramientas, sino evolucionar el negocio.
-
Dar herramientas a los
financiadores para hacer más asertiva y efectiva su
comunicación con afiliados y prestadores.
Y como no todo es mobile, este
escenario postpandemia nos debe permitir impulsar
cambios sobre los procesos de negocios y tecnologías que
permitan encaminarnos hacia la deseada racionalización
de los costos.
Es tiempo ya de activar comercialmente las
posibilidades que nos brindan los sistemas de tener
planes de cobertura ajustados a las necesidades de cada
grupo familiar.
Es momento ya de salirnos finalmente del esquema de
conexión mediante carriers para aprovechar la expansión
de las comunicaciones y disminuir las barreras de
entrada para prestadores y obstáculos en la cobertura
geográfica para los financiadores.
Hay que consolidar el uso de los estándares de la
industria para poder tener mayor y mejor información que
proveer a nuestros beneficiarios sobre su historia
clínica.
Y es una posibilidad única para, en un contexto
restrictivo desde lo económico, aplicar con inteligencia
análisis de la información existente que nos permitan
seleccionar mejores tratamientos y consolidar mejoras en
los costos de la salud.
A esto estamos invitados, como HMS con nuestra
plataforma SaludSoft ya estamos en camino.
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(*) Gerente General – Health Management Solutions
(HMS) |
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