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No quiero repetirme, pero no hay
caso. Uno puede ser creativo en las
alegorías que va incorporando o en
las metáforas que va utilizando,
pero la historia siempre es la
misma.
No quiero ni imaginarme a los
guionistas de cine o televisión.
Es como la decimonovena temporada
de… (acá poner la serie de Netflix
que Uds. consideren). Ya sabemos lo
que va a pasar. Podemos spoilearla
tranquilos.
Ya conocemos que el actor/actriz/acter
- ¿se dice así? - siempre triunfa al
final. Tiene que pasar por no sé
cuántas penurias y situaciones
límites que logra sortear. Se queda
siempre con la pareja más
bonita/bonito/bonite quien lo
observa con grandes gestos de
admiración. Y todos felices.
Igualmente, el final siempre queda
abierto para una nueva temporada
más.
A pesar de todo esto, estamos
felices de que aparezca una nueva
temporada y corremos a ver el primer
nuevo capítulo.
Así está el sistema de salud
privada y la medicina prepaga en
particular.
La única diferencia en esta
temporada es que por primera vez:
FINANCIADORES y PRESTADORES, los dos
grandes actores de la trama
(volviendo al rubro de contenido
cinematográfico) están en una
situación de crisis absoluta.
Hoy TODOS tenemos el peor de los
panoramas y TODOS pensamos que no
pasamos el 2022.
En el 2020 los financiadores tuvimos
un año relativamente bueno para los
escenarios con los que arrancamos.
Entre las “ayudas” del Gobierno a
las empresas por Covid-19 y crisis,
y la baja del consumo normal y
habitual que se dio muy fuertemente,
los resultados fueron buenos y
sorprendieron a quienes pensábamos
en CRISIS ABSOLUTA.
Resultados buenos, pero con
“AYUDIN”. Y la realidad es que no
estamos acostumbrados a trabajar con
AYUDIN. Como que a uno le sienta
incómodo.
Este 2021 por otra parte, y yo estoy
hace 28 años en el sector, nunca
hemos tenido resultados económicos
tan malos. Pésimos. Inimaginables.
Pero lo absolutamente NUEVO en la
industria son los “DEFICITS GEMELOS”
(perdemos prestadores y
financiadores). Un año que nunca
podremos olvidar.
El cóctel es fácil de describir:
-
Aumento del consumo muy fuerte
que había bajado en la pandemia
(demanda contenida). De manual.
-
Falta de precio con atrasos de
más del 30% producto de la
regulación del sector. También
de manual.
-
Seguimos con el Covid-19 como “trending
topic” a lo largo de todo el
año.
-
Los infaltables “clásicos de
siempre” del sector:
discapacidad, medicamentos
importados ACB1, judicialidad y
amparos. Otra vez mismo manual.
Y
el 2022, realmente proyecta PEOR.
¡No nos animamos a presupuestarlo!
No hay ni siquiera una luz al fondo
del camino.
Por primera vez en la historia, a
través de la UAS se ha consolidado
el sector en su conjunto donde están
participando todos los subsectores:
Prestadores y Financiadores.
Privados y de la Seguridad Social.
Estamos todos con el mismo MANTRA.
Al final del 2022 no vamos a llegar
todos. ¿Quién llegará? Nos miramos
entre todos y susurramos por lo bajo
si no sabiendo quien no va a estar
en la próxima reunión.
La realidad es que, si los
financiadores del sistema no cuentan
en sus precios con este 30% mínimo
de retraso, es imposible que pueda
llegar a los prestadores. Y si estas
actualizaciones no llegan a los
prestadores, éstos no pueden
sobrevivir.
Y ni hablar de la utopía de que con
la estatización se va a resolver
este problema. Nunca llegué a
entender cómo se iba a hacer para
que parte del sistema que nunca se
adhirió a las leyes 23.660 y 23.661
quiera incorporarse ahora. ¿Las
obras sociales iban a estar
incluidas? Como diría Darío Barassi
de 100 ARGENTINOS DICEN:
¿RARO NO?
No quiero imaginarme al nuevo
sistema público (llámese PAMI, por
ejemplo) pagándole los aranceles que
le pida cualquiera de los
principales sanatorios privados del
país. Y pago a 30 días. No puede
durar un mes sin que el servicio se
deteriore un 100%.
No vemos muchas salidas diferentes
de las que venimos trabajando
conjuntamente:
-
Traspaso de gastos “sociales”
dentro de DISCAPACIDAD y que
salgan de la prestación médica
(PMO).
-
Actualización de precios.
-
Beneficios impositivos al sector
para acompañar el NO traslado
del total del atraso a precios
-
Agencia de Tecnología que frene
la judicialidad.
-
Medicamentos importados
IMPOSIBLES de costear a cargo
del Estado.
-
Reaseguro de la SSSALUD para los
socios DIRECTOS al igual que a
la Seguridad Social.
Si me preguntan cómo va a ser la
“NUEVA TEMPORADA”, creo que como
siempre, vamos a terminar con el
aumento de precios, pero tarde. O
sea, llevando al sector hasta lo
último de lo último. Casi
ahorcándolo. Sin sentido, y más
cuando ha quedado comprobado su
trascendental importancia durante la
pandemia.
Seguiremos viendo una temporada más
de la misma serie.
No demos de baja el abono de
Netflix.
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