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A partir de la aparición de la
Pandemia, que hoy nos agobia y
preocupa; un sinfín de palabras
ingresaron a nuestro vocabulario
diario, marcando como hitos nuestras
vivencias en los dos últimos años,
únicos, por cierto.
Lejanía, tal vez la primera, dado
que la ciudad de Wuhan, que muchos
de nosotros no sólo no conocíamos,
sino incluso ignorábamos su
existencia, se convirtió rápidamente
en el centro de las miradas del
mundo. Y ese lugar tan remoto, en un
mundo globalizado e interconectado a
través de millones de turistas, casi
de forma mágica estuvo muy cerca de
todas las ciudades, de todas las
latitudes.
Un virus desconocido que fue
bautizado Sars-Cov-2, recorría
velozmente el planeta enfermando a
miles y miles de personas, y
diseminando muerte a su paso.
Ya no era sólo China; el Covid-19,
como llamamos a la enfermedad, se
extendía por Estados Unidos y casi
toda Europa, colapsando centros
asistenciales, y obligando a todas
las autoridades sanitarias a
combatir una patología desconocida,
sin un arsenal terapéutico apropiado
para poder hacerlo.
Y como era de esperar, un día
tuvimos en la Argentina nuestro
primer caso, y la incertidumbre, se
apropió de nuestras vidas. Difícil,
por no decir imposible, saber qué
hacer ante algo totalmente
desconocido y amenazante. Ese el
primer caso se transformó en
decenas, las decenas en centenas,
las centenas en miles, y el temor,
la preocupación y la intranquilidad,
comenzaron a pesar en nuestro sentir
por aquellos días, no solo por
nuestra suerte sino, tal vez con
mayor intensidad, por la de nuestros
seres queridos.
Inmediatamente los equipos médicos,
con su conformación
multidisciplinaria, comenzaron
heroicamente a dar batalla. A ellos
les estaremos eternamente
agradecidos por su esfuerzo
inconmensurable.
Desde nuestras organizaciones,
reafirmando el motivo de nuestra
existencia, sin pérdida de tiempo y
adecuándonos a lo que las
circunstancias nos requerían, nos
adaptamos para dar respuesta a
nuestros afiliados.
Ampliamos la oferta asistencial,
generamos nuevas líneas y
modalidades de comunicación,
incrementamos y dotamos de mayor
accesibilidad a los servicios de
teleconsulta; habilitamos hoteles
para poder aislar a los pacientes
que cursaban la enfermedad de forma
leve, intentando evitar de esta
forma que la capacidad hospitalaria
y sanatorial se saturara.
Generamos infinidad de campañas para
promover y promocionar las mejores
prácticas de cuidado con respecto al
Covid-19, como así también para que
los usuarios no abandonaran el
tratamiento de otras patologías de
diversas naturalezas, y múltiples
medidas para, desde nuestro lugar,
convertirnos también en
protagonistas en la lucha contra
esta enfermedad.
Tal vez una sucesión de palabras se
ordena en esta etapa,
responsabilidad, acción, trabajo,
comunicación, integración, y
podríamos seguir, pero a esta altura
es imprescindible hacer un alto y
agradecer a todo nuestro personal,
por su compromiso, talento y entrega
para poder sobrellevar esta durísima
tarea.
Sin saber aún si hemos superado el
peor momento, o es solo un
transitorio alivio, continuamos
trabajando en igual sentido y con la
misma responsabilidad, convencidos
de que hemos hecho todo,
absolutamente todo lo que ha estado
al alcance de nuestras
organizaciones, y continuaremos
haciéndolo, sintiendo el orgullo de
haber dado respuesta, de haber
estado a la altura de nuestra
responsabilidad, colaborando para la
cura y el restablecimiento de
cientos de miles afiliados que
contrajeron la enfermedad, y
solventando sus tratamientos.
En un contexto donde la propia
Organización Mundial de la Salud
advierte acerca de la posibilidad de
futuras amenazas mundiales por la
propagación, mutaciones del virus,
la aparición de nuevos y el avance
de la resistencia a los
antimicrobianos. Desconociendo cómo
continuará el desarrollo de la
pandemia a la luz de las vacunas y
la llegada de nuevos fármacos y
tratamientos, pero también con la
aparición de nuevas variantes,
nuestra tarea diaria debe continuar.
Nuestros beneficiarios, esperan de
nuestras organizaciones una
respuesta propicia para la
satisfacción de sus necesidades
relacionadas con el cuidado integral
y restablecimiento de algo tan
preciado como su salud, y lograr una
respuesta adecuada es nuestro mayor
objetivo. Para ello, es
imprescindible alcanzar la mayor
eficiencia, en el marco de una
realidad cada vez más compleja.
Y para, concluir otra palabra se
reitera, ella es nuevamente,
resultando tal vez tediosos, dado
los calificados lectores de la
Revista Médicos, pormenorizar una
vez más, los múltiples escollos que
se presentan y debemos sortear, en
forma permanente, para alcanzar la
viabilidad económica financiera y de
esa forma llegar a cumplir nuestro
objetivo.
Nos permitiremos resaltar, a modo de
simple ejemplo, la aparición de
nuevos fármacos, que posibilitan
recuperar o mejorar la salud de las
personas. Destacables, desde las
posibilidades que les brindan a las
ciencias médicas, pero que
paradójicamente están amenazando a
los sistemas sanitarios de todo el
mundo. El tratamiento de estos
temas, ya está en las agendas de
gobierno de numerosos estados. Los
gobiernos debaten sobre cómo
sostener su financiamiento ante una
escalada significativa de los
costos.
Ante este panorama altamente
demandante debemos buscar soluciones
conjuntas e innovadoras, entre las
autoridades y todos los actores de
la Salud.
Más que nunca debemos sostener y
fortalecer a nuestras
organizaciones, para hacer frente a
nuevos desafíos, en una actualidad
donde el avance de la prevalencia de
las enfermedades crónicas, el mayor
protagonismo de patologías
incapacitantes; la creciente demanda
de atención por el propio
envejecimiento de la población; y la
necesidad de sostener y solventar la
cobertura de las enfermedades
catastróficas, demanda un esfuerzo
continuo y sostenido.
Contamos con un grupo humano de
excelencia, que nos permite
vislumbrar, que una vez más
lograremos encaminar a nuestras
Instituciones por un sendero de
fortalecimiento. Que posibilitará,
sin lugar a dudas, consolidar a
nuestra Obras Sociales en la
permanente entrega de las mejores y
más oportunas respuestas para
nuestros beneficiarios.
(*) Federación Argentina de Obras
Sociales de Personal de Dirección.
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