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 Opinion

    
INFODEMIA
La pandemia es dinámica, no podemos predecir el futuro
Por el Dr. Antonio Ángel Camerano (*)


Debemos prevenir la propagación de la información errónea, diletante e intelectualoide. Además, dado lo cambiante de la misma, se va diseminando y confundiéndonos por más permanente que fuere la comunicación del Estado. Así como el virus y su contexto mutan, muta la data.
“Cuando nos enteramos de los peligros del Covid-19 vamos al lugar donde más fácil es obtener información -las redes sociales-. Como toda situación de crisis -por cambio- quien puede mantiene la calma, quien no, entra en pánico e incertidumbre. La lectura en las redes causa emociones dispersas. Piensa en su familia y en su trabajo. Y aparecen datos sobre la cura y las vacunas, entonces el individuo se replantea o lo inducen a hacerlo en las mismas redes del porqué no los está proveyendo el Estado y si esto es un experimento”.
Surge una primera confusión... Por qué no se le provee de los tratamientos que leyó, y en vez de ello se indican los tapabocas u otras medidas preventivas de los cuales los latinos no estamos tan acostumbrados. Ya el pueblo sabe lavarse las manos, evitar a las personas enfermas y el barbijo que dificulta la respiración. (SIC)
El habitante desesperado llama y consulta. Pregunta sobre un tratamiento del cual leyó. Quien es consultado, sabe y se encuentra con alguien que además de desesperado está lleno de información errónea. Y no es el único porque la Organización Mundial de la Salud ha identificado una infodemia que surgió con la pandemia.
“Gunter Eysenbach acuñó el término infodemia en el año 2002, con relación a la demasiada información o data engañosa que puede afectar negativamente causando confusión y produciendo efectos negativos en la salud de la población”.
Internet y las -redes sociales- la información falsa y engañosa tiende a difundirse especialmente en un momento traumático emocionalmente como una pandemia. Puede abrumar, provocando comportamientos riesgosos del individuo y generando desconfianza en las autoridades de salud, es decir el Estado.
Pese al esfuerzo en la comunicación y acciones de salubridad. Una infodemia puede provocar o alargar brotes como el Covid-19 porque las personas se sienten inseguras de cómo protegerse, o que hacer si se enferman. Aquí se produce una alteración externa de la denominada: Contención de la Atención Primaria -o mejor dicho Primera-.
“Se accede a datos no bien diseñados para la comprensión, no están claros para el público que la consume, porque la cantidad la deforma y el consumidor se ve acosado. En -las redes- se citan a médicos que el consumidor no sigue y está tentado a confiar más en lo que se dice que en lo que diariamente informa el Estado. Más aún quien es personal de salud debe ayudarle a las personas a poder identificar la información correcta y distinguirla de la desinformación, muchas veces intencional”.
Ahora, ¿alguien consultó a su médico? - poco, o casi nada.
“Y todos hablan de como verificar una información y de las organizaciones de investigación. Los profesionales de la salud ante la infodemia tampoco somos inmunes a la información o datos erróneos. Según los autores mencionados en la fuente entender la información implica: 1. Quién escribe o lo expresa. 2. Que los datos estén basados en investigación y estadísticas, como cuál es su fuente de información. 3. El propósito y el sentimiento que hacen repercutir en el lector. 4. Qué sesgo tiene... es noticia, es opinión, expresa los aspectos negativos y positivos. 5. Está bien diseñado o tiene errores tipográficos. 6. Cuándo se publicó, - y agregaría el contexto del país de donde emanan las informaciones”.
Se empieza a hablar de los estudios previos y la aprobación de los organismos gubernamentales, como la FDA y en nuestro país la ANMAT. No sirven las propias experiencias, sirven los estudios de investigación que deben realizarse rápidamente porque la pandemia apremia.
Lo anecdótico no sirve, si la investigación basada en la evidencia. Tampoco es suficiente un sólo artículo - todos sabemos que muchas investigaciones sufren revisiones sistemáticas y que no cuentan toda la realidad. Aquí surgen las publicaciones de las bases de Cochrane como un ejemplo de ello.
Se debe leer más allá del titular para comprender lo real o exacto de la información y cuáles son los sitios del Estado que informan sobre las campañas de acción en el contexto del País. También a evitar los conceptos de política partidaria que pueden desagregar la información, por sobre la política pública. Además, que en todos los países suelen darse -errores no forzados- aún a nivel mundial.
Cuando apareció la vacuna el concepto era su aplicación, a pesar de leer en las redes que se produjo muy rápido y era insegura. Debemos como profesionales de la salud explicar y enseñar cuando la información es de calidad y creíble. Así se distribuye la información correcta. Se combate la infodemia cumpliendo todos los preceptos enunciados por los autores. La información de salud debe ser fácil de entender, no demasiado técnica con aporte visual y conclusiones claras. Recordemos, se debe verificar que la información sea confiable, Cochrane, la OMS, el CDC y sobre todo el Estado y la ANMAT escriben y utilizan revisiones sistemáticas.

El papel del médico consultado es fundamental.

La guerra es continua o continúa, no es una cuestión de acentos.

FUENTES
Paige Jarreau - Jordan Collver, 2021
https://app.us.lifeology.io/viewer/lifeology/scicomm/what-is-an-infodemic-and-how-can-we-prevent-it-es
https://www.amjmed.com/article/S0002-9343(02)01473-0/fulltext
https://www.cochrane.org/news/what-cochrane


 

(*)  Médico y Doctor en Medicina - Magister en Administración de Servicios y Sistemas de Salud

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