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Es el comienzo de un nuevo año, diferente, distinto, con una
carga sobre nuestros hombros muy fuerte, pero con el horizonte
claro, donde fijar objetivos y una agenda acorde a los tiempos
que se viven es fundamental.
La pandemia queda atrás, el virus está entre nosotros y vacunas
mediante ya dejará de ser tema de debates y charlas estériles,
quizá en el futuro cercano ni preguntemos cuántos contagios se
produjeron en el día, aunque el dolor por los que ya no están
será eterno.
Después de estos años de angustia aprendimos y nos queda claro
qué es lo que tenemos que hacer como equipo y sociedad. Nosotros
los médicos estuvimos y vamos a seguir estando al pie del cañón.
Hoy tenemos la obligación de mirar y exigir que pensemos en el
“hospital del futuro”, en el de los próximos meses, del próximo
invierno que está en el horizonte y al que debemos ganarle.
Las Unidades de Terapias Intensivas seguirán estables, pero
volverán aquellas atenciones típicas de los meses más fríos del
año y además las que quedaron fuera de la agenda mientras duró
la pandemia.
Es el momento para rearmar los equipos de trabajo y diagramar
cómo serán los nuevos mecanismos de trabajo porque de todo se
aprende y se debería salir mejor parados. Hay que lograr una
nueva dinámica que esté acorde a las urgencias que se avecinan.
En nuestro caso eso será fundamental porque recibimos miles de
pacientes que llegan de todo el país y de acuerdo con las
estimaciones oficiales este año serán de un volumen elevado.
Desde la AMM proponemos un debate sobre los grandes temas que
consideramos deben ser el eje de la clase política: ¿qué modelo
de sistema queremos y hacia dónde apuntamos?
Quizás tengamos que unificar el sistema de salud a nivel
nacional para que no haya desfasajes y diferencias que se
visibilicen a la hora de tomar, por ejemplo, diferentes regiones
del país.
Pero sin dudas, el gran tema que debemos discutir y analizar es
el salario médico y su conformación; no se trata de un número y
un porcentaje que se coloca arriba de la mesa, sino de cómo
unificar los criterios para que nos preguntemos: ¿cuánto debe
ganar un profesional de la salud en el país?, del mismo modo que
el docente y el personal de seguridad.
Más allá de nosotros, que somos los actores principales de esta
obra, debemos comprometer a la clase política y a la sociedad
para establecer las necesidades porque la salud es una de las
prioridades fundamentales en cualquier país del mundo.
Durante la pandemia hemos sentido un acercamiento por parte de
la sociedad. Hubo, como lo denunciamos en su momento, hechos de
violencia, pero fueron los menos si los comparamos con las
muestras de afecto que hemos recibido.
Hubo gente que se acercó para preguntarnos cómo estábamos, qué
necesitábamos y darnos un abrazo cuando uno de los fallecidos
era un médico, sí esa persona de guardapolvo blanco que te cuida
todos los días, que te asiste, esa persona de blanco también fue
víctima del Covid-19 y la sociedad se sorprendió cuando
empezaron a aparecer los nombres de colegas que se fueron por
obra de esta maldita enfermedad y empezó a tomar real dimensión
de la gravedad de la situación.
Sentimos una empatía general y muchos se dieron cuenta que se
trabajaba en condiciones que no eran buenas y que se matizaban
por el amor al trabajo de todo el personal de salud.
Es por ello que debemos pensar en el hospital del futuro, en la
mesa donde se le haga una autopsia a nuestro salario porque nos
debemos a nuestras familias y a la sociedad, a esa gente que nos
exige durante los 365 días de año.
Hoy transitamos una nueva realidad con los cuidados de siempre,
pero nos empezamos a ver las caras, a medias, pero las caras al
fin. En la AMM los pasillos comenzaron a revivir con la dinámica
que se perdió en el 2020, nos pone muy contentos que comiencen a
realizarse las tareas de antaño, que la casa del jubilado entre
en acción nuevamente, que el Polideportivo -ése del que todos
los médicos municipales estamos orgullosos- tome el color que
supo tener en las mejores épocas.
Estamos contentos de tener estabilidad laboral, de haber logrado
sumar más de 580 cargos con colegas nuevos, de eso se trata de
trabajar en todos los frentes, de cuidar al que cuida, a su
familia y a su bolsillo.
La AMM vive con mucha intensidad cuando se aproxima una
elección, este año será en abril próximo y nos llena de orgullo
que las urnas nuevamente estén en un hospital y que nuestros
colegas puedan elegir con libertad después de años tan
difíciles. Para una entidad que defiende la vida democrática
dentro y fuera de los hospitales en un honor vivir todo este
proceso.
Mientras tanto es tiempo de poner al sistema de salud en el
centro de un debate que debe contener a todos los actores de la
sociedad y comenzar a entender que no se trata de una frase
común, sino de parecerse a un país del primer mundo donde junto
a la seguridad y a la educación se sostiene a una sociedad que
quiera parecerse seria.
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