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Según un estudio reciente de la investigadora de mercado Global
Market Inside, el mercado global de la telemedicina ya superó
los U$S 224.000 millones. Otra consultora, la Fortune Business
Insights pronostica que este mercado alcanzará los U$S 396.760
millones con una tasa compuesta anual de 25,8% durante el
período de pronóstico de 2021 a 2027, según un reciente artículo
de Cintia Perazo en América Economía.
Con la irrupción de la telemedicina desde 2020, práctica ya
habitual entre médicos, pacientes y sistemas sanitarios de todo
el mundo, surge una pregunta interesante para hacernos, y
hacerle a la comunidad médica… ¿Es la telemedicina internacional
una oportunidad
para los profesionales médicos argentinos? Factores como la alta
penetración de internet en nuestro país, el reconocido nivel
académico y clínico de nuestros profesionales, y la cantidad de
profesionales médicos existentes deberían convertirse en
factores clave para capitalizar esta demanda creciente en el
mundo de la salud.
En 2021 el Banco Interamericano de Desarrollo publicó un
interesante y profundo trabajo
llamado “Estudio sobre telemedicina internacional en América
Latina: motivaciones, usos, resultados, estrategias y
políticas”. El objetivo principal del trabajo encargado por el
BID a un
grupo de expertos consistía en “Estudiar los factores de
adopción y desarrollo de la telemedicina a nivel nacional e
internacional entre diferentes servicios de salud en América
Latina y permitir reorientar la atención asistencial hacia un
sistema integral centrado en el paciente y basado en la
interoperabilidad”. La hipótesis general consistía en entender
“cómo se está desarrollando la telemedicina internacional en
América Latina permitirá conocer
los factores determinantes, así como las barreras y los
facilitadores a la hora de implementar estos programas y
establecer nuevas hojas de ruta que potencien los factores de
éxito y mitiguen las limitaciones en base a la evidencia
recogida”. El análisis está basado en tres componentes: (i)
un análisis bibliográfico sobre la telemedicina
internacional
con foco en sus barreras y facilitadores y en la descripción de
experiencias internacionales; (ii) una encuesta en línea
a 1.443 de profesionales de la salud de 19 países de América
Latina y el Caribe, de los cuales casi un 37% fueron
argentinos, y (iii) una serie de entrevistas a 29
expertos en telemedicina.
La encuesta online fue realizada sobre 1.443 participantes,
53,8% mujeres y 46,2% hombres, con media de edad de 44,4 años
(SE=0,359), un 71,4% de los profesionales de la muestra realiza
funciones de actividad médica, siendo un 36,9% del total de
participantes
provenientes de la Argentina.
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Si bien un 46% de ellos utiliza sistemas
de telemedicina nacional, únicamente un 17,4% de los
entrevistados ha utilizado o utiliza un sistema de
telemedicina internacional. Sin embargo, entre los no
usuarios cabe señalar que un 20,6% señala su intención de
uso o preparación para la utilización de la telemedicina
internacional.
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Un 43,0% de los profesionales que usan
la telemedicina nacional desde antes de 2019, es decir los
early adoptarse que lo hicieron antes de la aparición de la
pandemia, ya son usuarios de sistemas de telemedicina
internacional.
¿Cuáles son entonces los facilitadores de la
telemedicina internacional que deberían aprovechar y desarrollar
nuestros profesionales y las organizaciones para las que
trabajan?
a) Tecnológicos: parte de la tecnología
requerida está disponible a bajo costo y puede proporcionar
comunicación directa, uso de tecnología sencilla pero robusta y
de tecnología asíncrona. b) Humanos: aumento de
la información de los pacientes a través de internet, que
incrementa su implicación en salud y la aceptación creciente de
recibir asistencia relacionada en salud de forma
transfronteriza. c) Regulatorios:
flexibilización de las regulaciones. d) Profesionales:
valoración positiva por parte de los profesionales, oportunidad
de obtener créditos de educación continua por realizar la labor.
La formación permite poner
a disposición de los profesionales pautas actualizadas.
Aliciente de la comunicación en tiempo real. Los módulos de
aprendizaje e-learning superan las barreras geográficas, de
limitación de tiempo y hacen accesible el material. e)
Organizacionales: condiciones para la apertura a la
innovación y la creatividad, con equipos motivados con
compromiso de liderazgo. f) Sociales: campañas
explicativas sobre teleconsultas para superar las barreras de no
alfabetización tecnológica. g) Pacientes:
valoración positiva de los pacientes. h) Financiación:
bajo costo de las tecnologías utilizadas.
En función de esto, dicho Estudio hace las siguientes
recomendaciones de política para fomentar la telemedicina
internacional en América Latina y el Caribe:
1. Impulsar mecanismos que promuevan el
consenso entre países para el uso de la telemedicina
internacional, como la creación de una agencia de telemedicina
supranacional.
2. Promover políticas públicas de telemedicina
nacional sólidas y sostenibles en el tiempo, incorporadas en una
estrategia nacional de salud.
3. Fortalecer las agencias gubernamentales
responsables de la transformación digital de la salud,
incluyendo el tema de la telemedicina.
4. Establecer un marco claro para un sistema de
pago a los profesionales por la prestación de los servicios de
telemedicina.
5. Fomentar la reglamentación, regulación y
protocolización de los servicios de telemedicina cuando el
médico y el paciente se encuentran en diferentes países.
6. Facilitar la regularización de las licencias
profesionales internacionales.
7. Promover medidas de seguridad en la gestión,
recopilación, almacenamiento y transferencia electrónica de
información de pacientes internacionales
8. Impulsar la interoperabilidad de los
sistemas tecnológicos de información en salud entre los países
de la región.
9. Fomentar la incorporación de las
universidades y redes académicas para hacer frente a la falta de
conocimiento que permita aumentar la confianza en la
telemedicina entre pacientes y los profesionales de la salud.
10. Facilitar la capacitación profesional para
el uso de herramientas de salud digital.
La tecnología nos pone una vez más frente a una oportunidad de
insertarnos en mercados globales y brindarle servicios de
excelencia a distintos países, sin abandonar nuestro país.
Oportunidad que algunos profesionales y especialistas ya han
comenzado a capitalizar.
La pregunta tal vez sea… ¿Estamos trabajando para
explotar masivamente este nuevo diferencial que tenemos como
país?.
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