:: REVISTA MEDICOS | Medicina Global | La Revista de Salud y Calidad de Vida
 
Sumario
Institucional
Números Anteriores
Congresos
Opinión
Suscríbase a la Revista
Contáctenos

 

 

 

 

 

 

Federación Farmacéutica

 

 
 

 
 

:: Infórmese con REVISTA MEDICOS - Suscríbase llamando a los teléfonos (5411) 4362-2024 /  (5411) 4300-6119 ::
   
 Opinion

    
PROYECCIONES PARA LA ECONOMÍA EN 2023
 

Por el Lic. Ariel Goldman (*)


El trabajo más difícil de la economía es hacer proyecciones. Nadie tiene la bola de cristal, y tal como reza la teoría del caos, “hasta el más pequeño aleteo de una mariposa en el oriente puede causar un tsunami en el occidente”. Sin embargo, hay tendencias y datos claves que no podemos obviar para plantear lo que nos espera este 2023.

Economía mundial
Aún con resabios de la crisis del Covid-19, la guerra entre Rusia y Ucrania, extendida ya por casi un año, ha impactado de sobremanera en la economía mundial. Especialmente por el impacto en los precios de la energía y alimentos. Su expansión hacia el resto de la economía, ha generado una inflación récord e inesperada a principios del 2022.
Consecuentemente, según lo proyectado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en sus últimas previsiones, el crecimiento de la economía mundial pasará del 3,1% en 2022 al 2,2% en 2023. Estas son sensiblemente más bajas de las proyecciones realizadas a principios del 2022.
Tanto Estado Unidos de América como Europa, serán las zonas más afectadas por estas caídas con recesiones en su economía. Contrariamente, con India y China a la cabeza, oriente crecerá cerca del 5% anual. Latinoamérica se proyecta estar en la media de crecimiento por encima de los 2 puntos.
En este contexto de bajo crecimiento o crecimiento negativo e inflación elevada en forma persistente para gran parte del mundo, el 2023 se proyecta como un año de alta incertidumbre y gran convulsión social. Estará en manos de los gobiernos, las herramientas para encausar el camino hacia la estabilidad.

Economía Argentina
La economía en la Argentina en 2022 estuvo marcada por un momento clave, la renuncia, el 2 de julio, del entonces ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán. Luego de acordar con el Fondo Monetario Internacional, y en medio de fuertes críticas tanto de la oposición como de una gran parte del oficialismo, su renuncia impactó fuertemente sobre las expectativas, la inflación media superó los 5% para ubicarse en 7,5% mientras que la brecha cambiaria se ubicó en 140%.
Luego de una semana de idas y vueltas con Silvina Batakis como ministra, finalmente desembarcó Sergio Massa como ministro de Economía. Ante las alternativas de elegir una estrategia de shock o una estrategia de programa gradual, se apostó por esta última, ante el riesgo cierto de agravar severamente la situación social.
Este paquete incluyó variables macro como recorte de gasto, suba de tasas de interés, tipo de cambios diferenciados (con gran éxito del “dólar soja”) y un estricto control sobre las importaciones. A nivel micro se trabajó con acuerdo de precios con distintos sectores de la economía, con la intención de bajar las expectativas de inflación.
El desafío es que estas medidas logren impactar en los salarios reales, ya que hasta ahora son los empleados tanto del sector formal como informal, quienes más han perdido capacidad de compra, con un 25% acumulado desde 2015.
Para el año entrante, las opiniones se encuentran divididas. Mientras que las proyecciones internacionales indican que se mantendrá el crecimiento en los niveles de actividad y la creación de empleos, otras proyecciones indican niveles de inflación y pobreza muy por encima de lo indicado en el presupuesto nacional.
Con las PASO en la mira, las internas políticas marcarán el rumbo del presente año. Será necesario observar el comportamiento de los diversos actores públicos, tanto de un lado como del otro, y cómo reaccionarán los mercados ante el posicionamiento y chances reales de ganar las elecciones de los candidatos. En definitiva, la economía depende mucho de las expectativas, especialmente en países con inestabilidad constante como el nuestro.

El sector Salud
El primer impacto en 2023 es consecuencia del Decreto 743/2022, que establece “a partir del 1° de febrero de 2023 y por el plazo de DIECIOCHO (18) meses, el incremento del valor de las cuotas para los contratos individuales de adhesión voluntaria como tope máximo el NOVENTA POR CIENTO (90 %) del Índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) del mes inmediato anterior publicado”.
Consecuentemente, a partir de febrero las empresas de medicina prepaga y aquellas obras sociales que ofrezcan planes superadores o tengan beneficiarios voluntarios, verán restringido sus ingresos al nivel de aumento de salarios. Además, deberán ofrecer planes con copagos a un valor del 25% menor al valor actual.
Esta normativa, que responde a los acuerdos de precios antes mencionados, tendrá efectos sobre los ingresos del sector y los pagos a las clínicas como así ante las prestaciones que podrán recibir los beneficiarios.
Como párrafo aparte, vale aclarar que, deberemos estar atentos al accionar judicial ante esta situación, especialmente sobre aquellas prescripciones que excedan los contratos y normativas vigentes.
Por otro lado, mucho se habló sobre los recortes en el presupuesto público. En los últimos años, con la alta inflación los presupuestos han sido subestimados y a medida que transcurría el año, los ejecutivos (nacionales y provinciales) daban incrementos presupuestarios según necesidades y posibilidades.
Este año, al presupuesto nacional, se le incluyó una cláusula que limita el accionar del ejecutivo y dependerá, en caso de mayores ingresos, del legislativo. Si bien, es lógico y corresponde, generará mayores problemas en el sector, en caso que las previsiones plasmadas en el presupuesto no se correspondan con la realidad.
En resumen, luego de un año complicado desde lo económico y lo sanitario, podemos esperar otro año muy difícil. A nivel económico, con niveles de ingresos por debajo de la inflación y con medidas, tanto sobre la economía general como el sector salud en particular, al menos aquellas que hoy podemos observar, de corto plazo, y que no generarán cambios que den soluciones permanentes.

 

(*) Tesorero de la ASAP (Asociación Argentina de Salud Pública)
 
SUMARIO 
 
 

Copyright 2000-2023 - Todos los derechos reservados, Revista Médicos