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El precio de los medicamentos ha crecido históricamente por
encima del índice general de precios al consumidor (IPC) en
nuestro país. Los diferentes gobiernos han desarrollado
políticas diversas para enfrentar esta problemática sin mucho
éxito. El actual Gobierno viene intentando que los precios de
medicamentos suban menos que el IPC a través de una política de
congelamientos temporales de precios acordados con las
principales cámaras de la industria. Algo similar a los precios
cuidados que implementa con otros rubros.
Los diferentes acuerdos de
congelamiento de precios
A partir de la resolución conjunta 1/2020, emitida en noviembre
2020, producto de la disparada de precios de medicamentos
relacionados con el Covid-19, se establecieron, por 150 días
corridos, precios máximos de venta institucional a los
organismos de salud de los subsistemas público, privado y de la
seguridad social de todo el país para los medicamentos de
terapia intensiva. Finalizado este acuerdo, en el segundo
trimestre del 2021, los precios volvieron a dispararse.
Posteriormente y ante estos nuevos incrementos se firmó un nuevo
acuerdo entre el Ministerio de Salud, CAEME, CILFA y COOPERALA
para retrotraer los precios de los medicamentos de prescripción
de todos los segmentos al precio de venta al público del lunes 1
de noviembre del 2021 y mantener dichos precios estables hasta
el día 7 de enero del 2022. Nuevamente, finalizada la medida,
los precios volvieron a subir, según da cuenta un informe del
Observatorio de Costos de UAS, citado por el diario Página 12 el
20 de julio de 2022.
Producto de esos aumentos, el Gobierno vuelve a anunciar un
nuevo acuerdo con las cámaras de laboratorios y empresas
farmacéuticas para que durante los 60 días posteriores a esa
firma los precios de los medicamentos estén un punto por debajo
del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes anterior y se
anuncia también la implementación del programa “Pacientes
Cuidados”, que preveía un 35% de descuento en los valores de los
remedios para la población sin obra social ni prepaga.
Finalizado ese acuerdo, el Gobierno nacional y los
representantes del sector farmacéutico lo prorrogaron por 60
días, disponiendo un aumento máximo de los medicamentos de hasta
un punto por debajo del índice de precios al consumidor (IPC)
nivel general del mes anterior. Esa prórroga tuvo vigencia hasta
el 18 de noviembre del año en curso (2022) e incluyó a todos los
medicamentos que se comercializan a través de farmacias, sean
por prescripción o de venta libre.
Recientemente, según se publicó en TELAM el 15 de diciembre
próximo pasado, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció
un nuevo acuerdo con las cámaras del sector farmacéutico para
fijar un tope de aumento de precios para los medicamentos de
venta bajo receta del 3,8% mensual, que regirá desde diciembre
hasta el 31 de marzo de 2023.
El incremento de precios en este
período
En esta misma revista en la edición de noviembre de 2021
publiqué que los precios de los medicamentos habían registrado
incrementos superiores al alza de la inflación en 2020
(Observatorio de precios de costos de la salud de la Unión
Argentina de Salud - UAS). Los medicamentos de uso hospitalario
habían aumentado en promedio un 278%. Específicamente los
medicamentos de terapia intensiva aumentaron un 439% durante la
pandemia.
A su vez, según el trabajo de la UAS, los medicamentos de alto
costo tuvieron aumentos superiores a 55%, mientras que los
fármacos de uso común en pacientes ambulatorios aumentaron
46,1%. Por su parte, los fármacos para el tratamiento de VIH,
hepatitis, ITS y tuberculosis aumentaron 84% en promedio. La
variación acumulada de medicamentos y descartables con insumos
Covid-19 fue de 119,7%; mientras que en los últimos cinco años
los medicamentos aumentaron un promedio de 487%.
Según un revelamiento de Adecra-Cedim publicado en el diario La
Nación, en el segundo y en el tercer trimestre de 2020 se
registraron los mayores aumentos (77% y 72%, respectivamente).
En el último período del año y a inicios del 2021 el
encarecimiento fue menor (en el primer trimestre el aumento de
precios llegó a ser menor a la inflación del período). Esto se
debió, según el informe, a la resolución conjunta 1/2020. Pero
una vez finalizado este acuerdo, en el segundo trimestre de ese
año, los precios volvieron a dispararse con un aumento promedio
de estos insumos del 18%, es decir, 10 puntos porcentuales más
que el período anterior.
Por otro lado, el informe “Análisis de la variación de precios
de medicamentos”, de abril del 2022 de la Dirección de Economía
de la Salud dependiente del Ministerio de Salud de la Nación
observó que todas las canastas (venta libre, laboratorios
seleccionados, medicamentos de venta bajo receta), superaron el
comparador económico del CER (16,2%) y el comparador económico
del tipo de cambio (10,5%) en lo que iba del año 2022. Cuando
analiza la variación interanual el informe observa que todas las
canastas menos la de medicamentos de venta bajo receta superan
el comparador económico del CER (52,4%) y absolutamente todas
superan al comparador económico del tipo de cambio (20,5%).
A su vez, según un informe del Observatorio de Costos de UAS,
citado por el diario Página 12 el 20 de julio de 2022, en enero
del 2022 los medicamentos aumentaron el 3,6%, en febrero, 4,1%,
y en marzo se da un salto del 6,6% (datos relevados por el
Centro de Profesionales Farmacéuticos, Ceprofar) y en abril el
incremento fue del 2,8%. En mayo de ese año, según lo refleja
UAS, los aumentos volvieron a superar la inflación general,
promediando el 6,1%.
El relevamiento realizado entre el 1 de enero y el 10 de
noviembre de 2022 por el Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar)
y publicado por el medio Urgente 24 el 23 de noviembre de este
año, revela que los precios de los medicamentos aumentaron en
total 79% con respecto al año pasado e incumplieron así con el
compromiso con el Gobierno. El segmento de venta libre se elevó
82,3%, algo similar a las drogas recetadas. Ambos valores siguen
estando por encima del IPC que en mismo período fue del 76,6%
según el INDEC.
Según el mismo informe, hay diferencias de entre 3 y 6 veces
entre la marca más cara y la más económica en medicamentos muy
usados; por ejemplo, omeprazol (antiulceroso), losartan (antihipertensivo),
clopidogrel (antitrombótico), enalapril (antihipertensivo),
drospirenona (anticonceptivo), paracetamol (analgésico),
ibuprofeno (analgésico), entre otros.
Desde el Observatorio de Costos de la Salud de la Unión
Argentina de Salud (UAS), la entidad que nuclea a las
principales empresas del sector privado del sistema sanitario
del país se advierte que “A diferencia de lo que plantea el
Gobierno, en el mes de julio de 2022 los medicamentos
ambulatorios aumentaron 7,36% con respecto a junio de 2022,
según datos de la Confederación Farmacéutica Argentina”.
Algunas conclusiones
Los acuerdos de precios temporales en un contexto de alta
inflación no son adecuados para mantener el incremento de los
precios de estos por debajo del incremento del IPC u otros
indicadores como hemos visto. El problema del incremento de
precios de los medicamentos por sobre la inflación es un
problema crónico.
Se debe contar con información confiable de precios de
medicamentos, centralizar la política de medicamentos hoy
altamente fragmentada, implementar un programa de uso racional,
desarrollar un verdadero mercado de genéricos, generar un
listado nacional de medicamentos mandatorio para las compras de
organismos oficiales y agentes del seguro, eliminar o disminuir
la propaganda de medicamentos en medios masivos de comunicación,
implementar la Agencia Nacional de Tecnologías Sanitarias con
incidencia real en la política de medicamentos, entre otras
medidas si queremos generar instrumentos adecuados para encarar
el problema del precio de los medicamentos.
Caso contrario, los precios de los medicamentos seguirán
ganándole a la inflación, impactando fuertemente en el bolsillo
de los ciudadanos y en los presupuestos de los financiadores y
aumentando las brechas de inequidad aún más a las actuales.
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(*)
Médico -
Especialista en Salud Pública |
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