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La idea de este artículo es aportar
los elementos científicos que una
constelación de profesionales,
abonan con sus trabajos, en el
fecundo terreno que tenemos hoy para
resolver y avanzar por el camino de
la transformación hacia territorios
saludables.
No vamos a lograr hacerlo solos, o
aislados, menos resentidos. Es muy
antiguo hoy pensar fragmentados.
Todo está interconectado e
interactuante. (1-2)
La línea del tiempo es un recurso
para graficar acontecimientos de la
historia y además de nuestra propia
historia. Pero a la luz de los
conocimientos en este convulsionado
siglo XXI, no nos alcanza para
comprender por qué sucede lo que
vemos, sin antes revisar como vemos
lo que vemos...(3)
Para comprender los porqués, de las
manifestaciones sociales de este
mundo, y las nuestras necesitamos ir
más allá… Correr los velos de la
emocionalidad que nos nublan la
razón…
Los profesionales que trabajamos en
el sector salud, contamos con una
formación académica que nos ayuda a
tomar decisiones. Estas decisiones
son esenciales para la vida de los
otros y la nuestra.
La Dra. Aurora Pérez, pediatra
argentina y psicoanalista, nos
aporta un contundente estudio a todo
espacio de trabajo, sobre los
vínculos tempranos desde el vientre
materno y su influencia en el
psiquismo del niño y adolescente, en
el adulto interactuante del sistema
social.
También nos demostró a lo largo de
toda su carrera, el valor del
enfoque interdisciplinario en la
gestión de las prestaciones de salud
que representa una herramienta
metodológica indispensable, para
encontrar respuestas a la altura de
la dignidad humana.
Sostuvo la importancia de abrir
vasos comunicantes con los
protagonistas de otras disciplinas
para solucionar problemas. (4)
Françoise Dolto, pediatra y
psicoanalista francesa, referente
internacional, desarrollo un arduo
trabajo que se publica en
multiplicidad de idiomas, necesario
en la formación académica (5-6) ,
como Anne Schützenberger (7) y otros
pensadores que señalan la
importancia y el efecto del
nacimiento, niñez y adolescencia,
(7) juventud y su ambiente.
Para accionar en el contexto de
nuestras realidades no deberíamos
soslayar a estas líneas de
pensamiento que nos ayudan a
descifrar las incomprensibles
situaciones que nos asombran y la
incertidumbre que nos afecta.
Aquí podríamos encontrar respuestas
creativas.
Me refiero a la toma de decisiones
tanto en el ámbito individual de la
práctica médica, de un equipo de
salud, en la gestión sanitaria, en
toda la política.
Trabajamos con personas, que tienen
reacciones con una historia en el
tiempo y con quienes necesitamos
articular.
Hablemos de adolescencia…
Todos tenemos una idea de que es la
adolescencia. (8-9)
La entenderíamos como un período que
abarca las primeras manifestaciones
de la pubertad alrededor de los 10
años y podríamos decir que más o
menos, termina, con la maduración
del sistema nervioso central,
alrededor de los 21 años o más.
Pero no podríamos limitarla solo a
la configuración física atravesada
por una multiplicidad de factores
ambientales, nutricionales, psico-emocionales,
sociales, etc. Donde el ambiente lo
interpenetra todo, conformando a ese
adolescente, que ya a los 16 años
tiene representación electoral en
nuestro país.
Es indiscutible que, si un
adolescente crece en una familia
disfuncional, con una sociedad
violenta, disgregada, si no se
alimenta bien, si no tiene una casa,
esto dejará un impacto en su modo de
ver la realidad, como también en un
adolescente que tenga acceso a todos
los bienes materiales, pero carezca
de eventos emocionales que lo
constituyan un ser equilibrado.(10)
El Dr. Arturo Lerner, médico
psiquiatra de trayectoria inter-
nacional, al preguntarle sobre la
adolescencia y la salud mental,
sobre que es necesario para que un
adulto resulte sano y responsable,
nos dice:
1. Gestionar emociones de forma
pragmática.
2. Desarrollar relaciones
interpersonales y grupales
enriquecedoras y honestas.
3. Autoestima basada en la
consciencia y aceptación de los
límites personales.
4. Enfrentar y resolver situaciones
desafiantes de forma individual o
grupal.
5. Tener consciencia que no está
solo frente a la adversidad y que
tiene individuos o grupos de apoyo
incondicional (familia, amigos...).
6. Identificar y evitar relaciones
tóxicas.
7. Confianza basada en experiencias
positivas.
Escribir o leer todo esto nos lleva
a nuestra propia historia, a
nuestros sentimientos, emociones,
miedos y afirmaciones... También a
ampliar nuestra mirada de como
miramos a los otros.
Desde una perspectiva epidemiológica
que incorpora las relaciones
socioambientales, agregaría la
contención de un Estado comprometido
con la vida, que asegure los
derechos humanos fundamentales.
En la Argentina, aproximadamente el
27% de la población abarca, desde
los 10 y 24 años, alrededor de unos
10/12 millones de personas o más.
La población adolescente comprendida
entre los 10 y 19 años representaría
el 17% del total a estos porcentajes
podríamos sumar alrededor de un 8%
de niños entre 0 y 10 años. Serían
35% por ciento si sumamos niños,
adolescentes y jóvenes hasta los 24
años (datos relativos).
Esta masa poblacional tiene un
potencial que podría evitar las
grandes erogaciones en salud en los
demás grupos etarios, si
consiguiéramos trabajar en la
promoción de la salud y prevención,
más allá de las vacunas…
En programas integrales de salud
orientados a los aspectos positivos
del vivir, a desarrollar respuestas
creativas e integrales, más allá de
las patologías prevalentes o las
conductas de riesgo (accidentes,
adicciones, embarazos,
vulnerabilidades) y todo esto
pensarlo también en los subsectores
de las obras sociales y en el sector
privado.
También Pensar/Accionar sobre los
impactos de la “huella ecológica”,
indicador de sostenibilidad que
trata de medir el impacto que
nuestro modo de vida tiene sobre el
entorno. Todas las decisiones que
tomamos tienen un impacto real y
medible.
Si analizamos la importancia de
estudiar el gráfico de la pirámide
poblacional argentina, y asumiéramos
con honestidad la trascendencia de
los datos estadísticos, podríamos
tomar mejores decisiones, esas
decisiones que hoy no pueden ser
independientes o fragmentadas... Ya
no tenemos tiempo de transitar
erráticos e indiferentes a un
suceder colectivo.
Tendríamos que reflexionar sobre la
importancia de aportar datos
fidedignos, estos datos representan
la vida de seres humanos reales. No
son números ni entelequias.
Observemos que nuestra mirada podría
estar sesgada al opinar, pensar o
actuar solo desde una singularidad,
sin integrar una macro visión del
conjunto.
Los subsectores del sistema de
salud, las obras sociales y el
privado tienen hoy una
extraordinaria oportunidad de
optimización de sus prestaciones y
beneficios si lograran integrarse al
subsistema público, generando
sinergias y complementariedades
donde todos ganarían no solo en
intangibles recursos vitales,
también en los recursos materiales
propios y compartidos.
En este tiempo desafiante surge la
oportunidad de ser creativos y
encontrar con pragmatismo y
conocimientos un horizonte
esperanzador como dinamis vital de
nuestra naturaleza humana. n
BIBLIOGRAFÍA
(1) Ervin László - La Revolución de
la Conciencia - Ed. Kairós.
(2) Ervin László -
https://youtu.be/g1OBD50f_0w?si=
1bUUgv5Ohj_jZ9dy
(3) Howard Gardner - Inteligencias
Múltiples - Ed. Paidós.
(4) Aurora Pérez - Enfoque
interdisciplinario - psicoanálisis
Pediatría y Derecho - Ed. Lugar.
(5) Françoise Dolto - La causa de
los niños - Ed Paidós.
(6) Françoise Dolto - La causa de
los adolescentes - Ed Paidós.
(7) Anne Schützenberger - ¡Ay, mis
ancestros! - Ed Taurus.
(8)
https://www.argentina.gob.ar/salud/adolescencias-y-juventudes
(9)
https://www.paho.org/es/temas/salud-adolescente
(10)
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/adolescent-mental-health
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