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En esta oportunidad abordaremos la importancia del diseño de
gestión de conflictos como una herramienta estratégica para
mejorar el clima laboral en los entornos sanitarios.
La gestión de conflictos en este ámbito revista una relevancia
crítica debido a su influencia directa en la calidad de la
atención al paciente y en la satisfacción de los profesionales
de la salud.
A través de un enfoque interdisciplinario que combina principios
de gestión de conflictos, psicología organizacional y atención
médica, se propone una serie de estrategias y mejores prácticas
para transformar los desafíos propios a la dinámica laboral en
oportunidades de mejora.
La calidad de vida laboral, el clima organizacional y la gestión
adecuada de conflictos están intrínsecamente relacionados en un
entorno de trabajo saludable y productivo.
¿Cómo se conectan estos tres aspectos, y cómo una gestión
adecuada de conflictos, a través del diálogo y la mediación,
puede mejorar tanto la calidad de vida laboral como el clima
organizacional?
Desde la perspectiva de las organizaciones, la calidad de vida
laboral exige trabajar en ofrecer a sus miembros condiciones
físicas (estructurales), económicas (recompensas), relacionales
(vínculos significativos) y de autorrealización (planes de
carrera, crecimiento, etc.) que los impulsen a dar su mejor
aporte para la satisfacción conjunta de los objetivos de la
empresa y con ello también se logren las metas personales.
Al hablar de calidad de vida laboral, nos referimos a una idea o
concepto que presupone trabajar en lograr equilibrio entre los
objetivos organizacionales y los intereses personales. No es
posible considerarlos aislados. Van de la mano y se potencian
unos con otros.
Las organizaciones requieren de las personas para cobrar vida y
alcanzar resultados; las personas buscan en las organizaciones
un medio para lograr sus metas personales y disfrutar de
intereses que exceden el ámbito profesional (el desarrollo de
una familia, círculo de amigos, la participación en la
comunidad, el cuidado de su físico, la recreación, actividades y
gusto por lo artístico, etc.).
En este vínculo de mutua necesidad se conjugan infinidad de
factores que complejizan y le dan un carácter multidimensional
al concepto de calidad de vida laboral.
No causará sorpresa la idea, con relación a que cuando los
empleados están contentos y satisfechos con su trabajo, tienden
a ser más productivos y comprometidos con la organización.
Un gran ejemplo de esto es Google: Según la tercera edición del
ranking mundial “Best Multinational Workplaces” elaborada por la
consultora Great Place to Work, Google es la mejor empresa para
trabajar en el mundo. Ellos basan su éxito en fomentar el
talento de sus colaboradores, reconociéndoles por su trabajo e
incluso permitiéndoles trabajar en sus propios proyectos, para
los que se les asigna un número de horas concretas al mes.
La confianza es el elemento más valorado por los colaboradores:
confianza en el jefe, en los compañeros de trabajo y en el
sentido de la tarea que se realiza. Si esta cualidad está
presente en la organización, aumenta el nivel de innovación, se
facilita el trabajo en equipo y las compañías obtienen más
ganancias.
En la Argentina en 2023 en ese top 5 están: Accenture,
Cervecería y Maltería Quilmes, Globant, Santander, Pedidos Ya.
Igualmente, este ranking varía de año a año. ¡Las empresas
compiten por esta mejora continua!
¿A ver cómo te va con este top 5
y si te sentís reconocido dentro de alguna de estas
organizaciones o empresas? 1
1- Los grandes lugares para trabajar tienen tasas de retención
más altas: experimentan la mitad de la rotación de talento que
sus pares. La rotación puede ser increíblemente costosa. Una
cultura de alta confianza también ayuda a las empresas a
reclutar a los mejores talentos.
2- Tienen niveles más bajos de agotamiento: ¿Preocupado por la
productividad? Los colaboradores que están agotados pueden
“renunciar silenciosamente” en lugar de ayudar a alcanzar
objetivos comerciales cruciales. O podrían estar buscando
activamente su próximo trabajo. Las ganancias no crean grandes
lugares para trabajar. Es al revés.
3- Los grandes lugares para trabajar innovan más rápido: cuando
los colaboradores confían en su empleador, trabajan más duro,
contribuyen más e impulsan niveles más altos de innovación y
productividad. los niveles más altos de innovación ocurren
cuando cada empleado está facultado para participar.
4- Quienes dejan atrás la cultura del lugar de trabajo importan
aún más durante una recesión.
5- Los grandes lugares para trabajar tienen mejores rendimientos
bursátiles. invertir en los colaboradores conduce al éxito
empresarial a largo plazo.
Entonces, el clima dentro de una organización puede des-
componerse en términos de estructuras organizacionales, tamaño
de la organización, modos de comunicación, estilos de liderazgo
de la dirección, forma de abordaje de sus conflictos, etc.
Todos estos elementos se suman para formar un clima particular
dotado de sus propias características que representa, en cierto
modo, la personalidad de una organización e influye en el
comportamiento de las personas en cuestión, llegando incluso a
ser “visto” por la competencia preguntándose ¿qué hacen ellos
para que sus empleados estén fidelizados, o tengan menor
rotación, o bajo ausentismo, etc. etc.?
El clima laboral es un indicador fundamental de la vida de la
empresa, condicionado por múltiples cuestiones: desde las normas
internas de funcionamiento, las condiciones ergonómicas del
lugar de trabajo y equipamientos (desde la vestimenta del
personal, las condiciones de higiene y seguridad, colores de la
pintura, etc.), pasando por las actitudes de las personas que
integran los equipos de trabajo, los estilos de dirección de
líderes y jefes, los salarios y remuneraciones (incluyendo el
salario emocional) hasta la identificación y satisfacción de
cada persona con la labor que realiza.
Hace pocos días en una entidad sanatorial de la Patagonia,
concurrimos tristemente a la noticia de que al personal de
limpieza (mucamas) del sector de esterilización le
proporcionaban camisolines de muy baja calidad (incluso
pequeños), las hacían ingresar aun cuando no habían transcurrido
las horas necesarias de ventilación (por el uso del óxido de
etileno) y tampoco les hacían los exámenes periódicos de posible
contaminación, cuando al resto del personal si se lo efectuaban.
¿Cómo imaginan que se sentirán estas trabajadoras dentro de ese
grupo de trabajo? ¿Y con relación a sus jefes directos? ¿Y a la
empresa en general?
La cultura es en buena parte determinada por los empleados, las
percepciones sobre la organización condicionan las creencias,
mitos, conductas y valores que la conforman. En cierto sentido,
la cultura es la construcción social de la identidad: las
personas que habitan una organización construyen significados,
dándole un sentido particular a los hechos que definen dicha
identidad. ¿Cuál será el sentido que las mucamas de este sector
le atribuyan a esta falta de materiales, cumplimiento de normas,
etc.?
Numerosos autores y estudios detallan las dimensiones de lo
denominado clima laboral. Traemos aquí una de las más
significativas (Litwin y Stinger) proponen 9 dimensiones que son
parte y, a su vez, determinan el clima organizacional, a saber:
Se identifican 9 factores y ellos son: 1) Estructura
organizacional, 2) Responsabilidad 3) Recompensas, 4) Desafío,
5) Relaciones, 6) Cooperación 7) Estándares, 8) Conflictos 9)
Identidad.
En el punto Nro. 8 nos detenemos en el aspecto que nos resulta
de interés destacar “modelo de gestión o resolución de
conflictos”. Una organización que promueve un ambiente de
trabajo donde se fomenta el diálogo y se utiliza la mediación
para resolver conflictos tiende a tener un clima organizacional
más saludable.
Puntualmente y a modo de lupa, estos estudios además de
recolectar información respecto de que tipo de política tiene la
empresa respecto de su sistema de recompensas, o de beneficios
relacionados al tiempo, o directos (como espacios de deporte,
guarderías, por ejemplo) incluyen especialmente el observar cómo
están siendo abordados los conflictos en la organización.
Compartimos algunas preguntas que nos invitan y desafían a
pensar/nos… y a mirar dentro de nuestros espacios laborales para
analizar qué momento estamos viviendo y hacia donde quisiéramos
ir...
¿Cuál es su enfoque general para abordar los conflictos internos
en la organización? ¿Tienen políticas o procedimientos
establecidos para gestionar los conflictos en el lugar de
trabajo? ¿Cómo se fomenta la comunicación abierta y efectiva en
la organización? ¿Qué recursos o herramientas proporciona la
empresa para resolver los conflictos internos? ¿Se realiza
capacitación en resolución de conflictos para los empleados y
los líderes? ¿Cómo se abordan los conflictos entre miembros del
equipo o entre empleados y supervisores? ¿Qué medidas se toman
para asegurar la confidencialidad en la gestión de los
conflictos? ¿Cuáles son los pasos típicos que se siguen para
resolver un conflicto interno? ¿Se lleva un registro o
seguimiento de los conflictos resueltos? ¿Cómo evalúan la
efectividad de su enfoque para la resolución de conflictos? ¿Se
promueve la reconciliación y la restauración de relaciones
después de resolver un conflicto? ¿Cómo se manejan los
conflictos que involucran a personas en posiciones de liderazgo
o personas clave en la organización? ¿Qué ejemplos de éxito
pueden proporcionar en la gestión de conflictos internos en la
organización? ¿Se trata de una empresa que trabaja en prevención
o sólo activa sistemas sancionatorios?
¿Cómo hacer del diseño de gestión
de conflictos una herramienta para el mejoramiento del clima
laboral?
El clima laboral en las instituciones de salud juega un papel
esencial en la eficiencia operativa, la retención del talento, y
en última instancia, en la calidad de la atención brindada a los
pacientes. Sin embargo, el ámbito sanitario es propenso a
conflictos y tensiones debido a la alta presión, la toma de
decisiones críticas y las complejas dinámicas interpersonales.
La gestión efectiva de estos conflictos se ha convertido en un
imperativo para garantizar un ambiente laboral saludable y
productivo.
Los conflictos en el lugar de trabajo (y podríamos decir en la
vida) son inevitables y pueden surgir por diferencias en
opiniones, metas, estilos de trabajo, comunicación, entre tantos
otros.
Los conflictos en los hospitales, clínicas, obras sociales y
mutuales pueden surgir entre diferentes profesionales de la
salud debido a la presión laboral, las diferencias de opinión y
las altas expectativas de atención al paciente. Las diferencias
en la jerarquía y la toma de decisiones pueden crear tensiones
en un entorno de atención médica. La mediación proporciona un
espacio seguro y neutral para abordar estas disputas de manera
efectiva, puede facilitar la comunicación entre estos grupos,
identificar problemas subyacentes y encontrar soluciones
colaborativas que mejoren la calidad de vida laboral de todos
los involucrados.
Cuando hablamos de “gestión adecuada” de conflictos nos
referimos a abordar estos problemas de manera constructiva,
resolverlos de manera que se promueva un ambiente de trabajo
saludable, que al mismo tiempo logre el cumplimiento de las
metas organizacionales y no lesione vínculos personales. Una
gestión adecuada de conflictos contribuye a reducir la tensión
en el lugar de trabajo, mejora las relaciones interpersonales y,
en última instancia, tiene un impacto positivo en el clima
organizacional y la calidad de vida laboral.
Esta realidad, dinámica, mutante y vertiginosa, impone nuevas
reglas, rutinas y prácticas en los distintos aspectos del
devenir del hombre: económico, tecnológico, político y cultural.
Esa misma complejidad se extrapola al mundo empresarial y, por
supuesto, a la dirección de equipos de trabajo, que demanda
nuevas respuestas a los equipos de liderazgo y gestión.
En este marco, el área de recursos humanos cobra un rol clave en
el diseño, acompañamiento y asistencia a los líderes de la
organización para la implementación de políticas y prácticas
promotoras de ambientes laborales propicios para el desarrollo,
convivencia y máximo aprovechamiento de los talentos.
Cada año que transcurre las organizaciones para poder ser
competitivas, necesitan trabajar más, realizar más actividades
con los mismos recursos que el año anterior, a veces incluso con
menos. Esto sólo es posible maximizando la delegación del
trabajo para aprovechar todos los recursos, el capital humano de
la empresa, en un diseño de organización por procesos a base de
equipos de trabajo con libertad de gestión (Baguer Alcalá, 2009,
p. 57).
¿Cuáles son esas estrategias
claves para lograrlo?
Comunicación efectiva: fomentar una comunicación abierta y
transparente entre los profesionales de la salud es fundamental.
La implementación de protocolos de comunicación clara y la
promoción de la escucha activa pueden reducir malentendidos y
conflictos. O en el origen o en la resolución del conflicto nos
encontramos con este eje transversal.
Formación en Gestión de Conflictos: proporcionar a los miembros
del equipo de salud habilidades y herramientas para la gestión
de conflictos, incluyendo técnicas de resolución y negociación,
puede empoderarlos para abordar los problemas de manera
efectiva. Este trabajo preventivo de formación devendrá no solo
en la mejora del clima laboral sino también en la reducción de
la judicialización de muchos de los temas que ocurran dentro de
la institución.
Liderazgo transformador: líderes que adoptan un enfoque de
liderazgo transformador pueden influir positivamente en el clima
laboral al promover la colaboración, la empatía y la resolución
de conflictos. Su rol es esencial para crear un ambiente de
trabajo armonioso. Generalmente los equipos los altos directivos
gerenciales olvidan este factor clave y denostan la función de
sus colaboradores lo que hace aún más complejo el panorama de
tensión laboral.
Mediación externa: en situaciones más complejas, la intervención
de mediadores externos con experiencia en el ámbito sanitario
puede ser beneficiosa para facilitar la resolución de conflictos
y restablecer relaciones de trabajo saludables. Existen
mediadores altamente entrenados y experimentados en la materia y
pueden intervenir ante estos momentos puntuales en donde se
requiera de mayor especialización, por lo largo del conflicto,
por los actores involucrados, etc.
¡Desafíos a los que estamos
llamados a superar, ya!
Hoy, las organizaciones se encuentran frente al reto de
gestionar lo intangible, de capitalizar el aporte de cada
persona. Con el entendimiento de que su ventaja competitiva se
basa en el comportamiento de sus trabajadores (capital
intelectual) y en conectar la estrategia organizacional con las
necesidades de desarrollo de sus equipos de trabajo. Pensar en
diseños organizacionales que incluyan espacios de diálogo
verdadero, de gestión de conflictos (mediación, negociación)
será sin duda alguna ese plus que podrán dar a su empresa e
incluso sacarle partido a la competencia.
Referencia:
1)
https://blog.greatplacetowork.com.ar/blog/5-maneras-en-que-la-cultura-del-lugar-de-trabajo-impulsa-la-rentabilidad-del-negocio
(*) Abogadas – Mediadoras - Consultoras en Mediación Sanitaria
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