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Es un consenso general que el
Sistema de Salud enfrenta una de las
peores crisis en su historia,
afectando a todos los actores
involucrados, ya sean financiadores
o prestadores. Ante esta difícil
realidad, la Federación Argentina de
Obras Sociales para el Personal de
Dirección (FAOSDIR) ha trabajado
intensamente para analizar y
proponer soluciones a los distintos
problemas que afectan al sector.
El resultado de este esfuerzo es un
documento estratégico que identifica
las principales dificultades del
sistema, en especial aquellas que
afectan su equidad y sostenibilidad,
y propone reformas para abordar cada
una de estas problemáticas.
Se acompaña al final del presente el
enlace al Documento Estratégico de
FAOSDIR (1) que permite analizar el
trabajo realizado juntamente con las
distintas mesas técnicas de nuestra
organización y que contempla también
propuestas para que sirvan de
disparado- res en el camino hacia
una reforma que garantice la
sustentabilidad sin perder los
principios de equidad y solidaridad
dentro del marco de la seguridad
social.
Dentro de este escenario, la
judicialización de la salud emerge
como una de las causas que erosionan
los recursos financieros y amenazan
la equidad del sistema. La
proliferación de amparos, que no
solo aumentan los costos
institucionales, sino que también
distorsionan la cobertura, plantea
la necesidad de reflexionar sobre el
papel de la justicia en relación con
las normativas y su impacto
presupuestario.
Es fundamental cuestionar si los
jueces deben ceñirse estrictamente a
las normas priorizando la celeridad
en el caso de los recursos de
amparo, o si deben considerar el
impacto de sus decisiones en todo el
sistema, incluyendo las
fundamentaciones científicas y
evidencias técnicas como también las
implicaciones presupuestarias
vinculadas a la eficiencia de las
tecnologías y tratamientos
reclamados.
La judicialización, al desviar
recursos, amenaza la equidad del
sistema, especialmente afectando a
los sectores más vulnerables y con
mayores necesidades de atención
médica.
La reforma constitucional de 1994
elevó el derecho a la salud al nivel
de un derecho fundamental,
respaldado por diversas vías
legales. Sin embargo, la
judicialización ha introducido
desafíos, poniendo de manifiesto la
necesidad de un equilibrio entre el
derecho legítimo a reclamar y la
responsabilidad de garantizar la
eficacia y seguridad de los
tratamientos.
Para abordar esta problemática, se
ha implementado el Registro de
Amparos de Medicamentos de Alto
Precio, dependiente del Ministerio
de Salud, desde el año 2020,
analizando los procedimientos
judicializados para evaluar la
demanda de tecnologías de salud.
Los informes generados proporcionan
información crucial sobre la
distribución geográfica y etaria de
los pacientes, costos y otros datos
relevantes.
Según el registro, más del 60% de
las prestaciones otorgadas por este
medio corresponden a enfermedades
poco frecuentes, con- centrándose el
90% de los costos en solo 10
medicamentos. Este instrumento
resulta crucial para comprender la
desfinanciación generada por la
judicialización y la concentración
de los reclamos en áreas urbanas.
La creación de la Comisión Nacional
de Evaluación de Tecnologías de
Salud (CONETEC) en 2018 y,
posteriormente, de la Comisión
Nacional de Evaluación de Tecnología
Sanitaria y Excelencia Clínica
(CONETEC) en 2023, ha sido un paso
importan- te para revertir la
desnaturalización de la prestación
de salud a través de litigios. Estas
comisiones se centran en evaluar la
eficiencia de medicamentos y
tecnologías, considerando aspectos
éticos, médicos, económicos y
sociales.
Dentro de este contexto se ha creado
un nuevo mecanismo de participación
de las instituciones en los procesos
judiciales. El Consejo de Asistencia
Técnica para Procesos Judiciales de
Salud (CATPROS), creado mediante
Decreto 468/23 bajo el ámbito del
Ministerio de Salud, significa un
importante hito en este transitar
hacia el equilibro entre la
necesidad y el derecho.
Brinda asesoramiento técnico en
casos de reclamos por medicamentos,
tratamientos innovadores y
tecnologías sanitarias. Este
Consejo, integrado por profesionales
de la salud, actúa en conjunto con
la CONETEC para proporcionar
información técnica al Poder
Judicial sobre la pertinencia y
conveniencia de la utilización de
tecnologías sanitarias en todo tipo
de procesos, incluso los amparos.
La normativa establece que los
informes emitidos por estas
entidades son no vinculantes, pero
su peso radicara en la evidencia
científica y la experiencia,
respaldando la conveniencia de una
indicación profesional sin desmedro
de la sustentabilidad del sistema y
la calidad de la atención. Aunque es
facultativo para los jueces
someterse a este criterio, el
prestigio y la imparcialidad de las
instituciones que lo integren pueden
fomentar su uso como herramienta
procesal antes de dictar sentencias.
Reconocemos la importancia de
proteger el derecho a la salud y
garantizar servicios y tecnologías
de calidad para toda la población.
La legislación se encuentra avanzado
hacia la mitigación de la
judicialización, entendiendo la
necesidad de equilibrar el
garantismo con la defensa de
intereses legítimos.
En esta transformación hacia una
modificación sustentable, la
creación de organismos
especializados y la implementación
de herramientas judiciales más
informadas son pasos cruciales para
superar la crisis actual del Sistema
de Salud. La nueva normativa crea
una ventana legal para utilizarla en
todos los expedientes en los que
seamos parte.
Debemos como gestores activos desde
nuestras cámaras y organizaciones
aprovechar esta oportunidad
motivando la actuación de nuestros
profesionales proponiendo su
incorporación a todos los procesos,
y desde nuestros cuerpos técnicos
ingresar en las mesas de trabajo de
estos nuevos organismos para
garantizar su eficiencia.
El cambio depende también de
nosotros
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