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El Director General de la Organización Mundial de la Salud OMS
el 12 de febrero de 2024 (1) (Web OMS, 2024), Tedros Adhanom
Ghebreyesus, en su discurso de la Cumbre Mundial de Gobiernos,
expresó que “las dolorosas lecciones que aprendimos están en
peligro de ser olvidadas y la atención se ha dirigido a muchas
otras crisis a las que se enfrenta el mundo”. También el
Director de la OPS, Jarbas Barbosa, por su parte intervino de
manera virtual en la Reunión Regional de América, celebrada en
Suiza el 14 de febrero y resaltó que es “crucial” la
participación de los países de las Américas en las
deliberaciones para garantizar que el futuro acuerdo tenga en
cuenta sus necesidades y características. Además, mencionó que
el convenio debe asegurar un acceso justo y equitativo a
tratamientos, vacunas y equipos de protección personal en la
próxima pandemia. “Un nuevo instrumento representa una
oportunidad única para proteger a las futuras generaciones”,
consideró. (2)
La OPS, como Oficina Regional de la OMS para las Américas, en
base a la lección aprendida de la respuesta a la Covid-19,
destacó el papel crítico de los Fondos Rotatorios de la OPS y la
importancia de que el acuerdo pandémico en evolución incorpore
estos fondos como parte de la infraestructura global propuesta
para garantizar el acceso equitativo a suministros, equipos,
medicamentos, vacunas y otros productos esenciales. (3)
También el Director General de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), dio a conocer en medio de la Cumbre Mundial de
Gobiernos realizada en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, a mediados
de febrero de este año que “la eventual aparición de una nueva
pandemia no es una cuestión de si ocurrirá o no, si no de cuándo
será el día que llegue a los humanos…” “El ciclo de pánico y
negligencia está empezando a repetirse”, por lo que el
aprendizaje que dejo la pandemia del Covid-19 “corre el riesgo
de caer en el olvido cuando la atención se centre en las muchas
otras crisis a las que se enfrenta nuestro mundo”. (4)
En suma, a poco de finalizar las negociaciones sobre las
enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional que aprobó la
Asamblea Mundial de la Salud en el año 2005, hoy existen en el
ámbito de la OMS dos espacios de negociación que están pro-
curando introducir cambios regulatorios concertados
internacionalmente para coordinar la vigilancia, alerta,
respuesta y resiliencia ante futuras pandemias. Pese a la
trascendencia de ambos espacios: el Grupo de Trabajo sobre las
Enmiendas al RSI (WGIHR) y el Organismo Intergubernamental para
discutir un nuevo instrumento pandémico (INB) en sus debates
reflejan que las propuestas de redacción de ambos instrumentos
contienen profundas divisiones entre los estados miembros de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre una serie de
cláusulas. Uno de los mayores obstáculos se relaciona con el
acceso y la participación en los beneficios de los patógenos
(PABS), o sobre cómo los países deben compartir información
sobre los datos de secuenciación genómica y el material
biológico del patógeno y acerca de cómo ello será recompensado
por la industria farmacéutica. Desde el comienzo de las
conversaciones, la Unión Europea y los EE. UU. no han estado de
acuerdo con los países africanos sobre el procedimiento
contemplado en el artículo 12 del proyecto de acuerdo.
La Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes
Farmacéuticos (IFPMA) (5) se ha opuesto durante mucho tiempo a
que se pague a los países para que compartan información sobre
patógenos, advirtiendo que esto ralentizará el desarrollo de
vacunas y medicamentos. La UE y EE. UU., donde tienen su sede la
mayoría de los grandes fabricantes farmacéuticos, han apoyado en
general esta opinión. Por su parte, los 47 miembros de la región
africana creen firmemente que se les debe compensar por
proporcionar información que conduzca al desarrollo de una
vacuna, para que con esos fondos puedan mejorar sus capacidades
de alerta, vigilancia y respuesta y disponer de insumos
críticos.
El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus,
exhortó a que los miembros de alto nivel de los equipos
negociadores de los países se reúnan y desempeñen papeles más
destacados en este último tramo. En tanto, se expresan voces,
entre otras, de Oxfam y la People’s Vaccine Alliance, o Health
Action International preocupadas por el resultado de la
negociación y/o a una eventual influencia indebida de los
actores privados.
También la complejización del escenario mundial y la
multiplicidad de actores dificulta las posibles alternativas
para prepararse para una pandemia nos indica Germán Velásquez.
Hace cuatro décadas los principales actores en la salud global
eran la Organización Mundial de la salud (OMS), el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y los Estados Unidos
de América y los países de Europa del Norte (mediante
cooperación bilateral). Hoy asistimos a la proliferación de
actores en este campo si bien con diferentes roles , ámbito de
acción y niveles de influencia: La OMS, UNICEF, el Programa
Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA),
UNITAID, la Organización Mundial del Comercio (OMC), la
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el
Banco Mundial, el G7 y el G20, el G77+China, el Movimiento de No
Alineados, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica),
el Fondo Global, GAVI, COVAX, la industria farmacéutica, Bill &
Melinda Gates y otras fundaciones y organizaciones no
gubernamentales (ONGs) sin o con ánimo de lucro. (6)
Las diferencias de objetivos, dinámicas, metodologías, de tales
ámbitos hace cada vez más difícil la gestión de la salud mundial
pese a la insistencia en el papel rector de la OMS,
fundamentalmente, como se ha dicho, porque la mayor parte de los
dineros van hacia entidades o mecanismos sobre los cuales la OMS
no tiene poder de decisión, como indica Germán Velázquez
(VELÁSQUEZ, 2024).
En ese contexto, la propia OMS, en ejercicio de su liderazgo en
la reestructuración de la gobernanza sanitaria global, tiene el
desafío de avanzar sobre el imperativo ético de neutralizar los
intereses comerciales oportunistas que pueden predominar en
estas negociaciones, para facilitar un acceso equitativo a una
respuesta internacional solidaria y fraterna, que cumpla con el
deber de “no dejar a nadie atrás”. Es decir, observar el mandato
de cumplir con el principio de la equidad, recordando que la
contención de los riesgos en la fuente para prevenir su
diseminación internacional, tal como se estableció en el RSI
(2005) compromete a la comunidad internacional, a aceptar qué a
mayor vulnerabilidad y pobreza de una población determinada, hay
mayor riesgo de la aparición de brotes infecciosos, que pueden
iniciar una pandemia, siendo su prevención la mejor inversión.
Referencias:
1.- Web OMS. Obtenido de Discurso del Director General de la OMS
en la Cumbre Mundial de Gobiernos: – 12 de febrero de 2024.
Consultado el 23 de febrero del 2024 en
https://www.who.int/es/director-general/speeches/detail/who-director-general-s-speech-at-the-world-governments-summ
2.- Presentación del Director de la OPS Jarbas Barbosa en la
Reunión Regional de las Américas, Suiza, 14 de febrero del 2024.
- Consultado el 23 de febrero del 2024 en
1https://www.paho.org/es/noticias/16-2-2024-ops-convoco-cuarta-reunion-paises-americas-sobre-futuro-acuerdo-global-frente
3.- https://www.paho.org/es/noticias/16-2-2024-ops-convoco-cuarta-reunion-paises-americas-sobre-futuro-acuerdo-global-frente
4.- https://www.futbolred.com/fuera-del-futbol/la-oms-revela-que-ocurrira-una-nueva-pandemia-de-la-cual-el-mundo-aun-no-esta-listo-seria-grave-200868
5.- Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones
Farmacéuticas (IFPMA). 13 de septiembre del 2023. En vísperas de
la Asamblea General de la ONU, la industria farmacéutica subraya
la necesidad de implementar planes de preparación para pandemias
que apoyen la innovación y la equidad. Dicha federación sostiene
que, para evitar futuros retrasos en la investigación y el
desarrollo críticos de contramedidas, el Acuerdo contra la
Pandemia de la OMS debe incluir cuatro criterios clave:
- Habilitar un sistema de intercambio de patógenos flexible y
descentralizado que aproveche las redes y bases de datos
existentes.
- Establecer una obligación legalmente ejecutable para que todos
los países compartan rápidamente muestras y secuencias de
patógenos.
- Implementar una presunción de consentimiento legalmente
vinculante para el acceso a patógenos.
- Reconocer legalmente el Acuerdo como un Instrumento
Internacional Especializado según el Artículo 4, Párrafo 4 del
Protocolo de Nagoya. Esto evitaría cualquier retraso que de otro
modo podría generarse a partir de las leyes nacionales de ABS,
que están diseñadas para proteger los reclamos de los países
sobre sus recursos biológicos autóctonos, no sobre patógenos
peligrosos. Ver en
https://www.ifpma.org/wp-content/uploads/2023/09/13092023_Asamblea-General-de-la-ONU-la-industria-farmaceutica-subraya-la-necesidad-de-implementar-planes-de-preparacion-para-pandemias_IFPMA_PR.pdf
Consultado el 23 de febrero de 2024.
Bibliografía:
6.- VELÁSQUEZ, G. (2 de Febrero de 2024). SOUTH CENTER. Obtenido
de Desafíos actuales y posibles escenarios futuros de la salud
mundial:
https://www.southcentre.int/wp-content/uploads/2024/02/RP193_DESAFIOS-ACTUALES-Y-POSIBLES-ESCENARIOS-FUTUROS-DE-LA-SALUD-MUNDIAL_EN.pdf
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Abogada (UBA). Magister en Sistemas de Salud y
Seguridad Social (Universidad Isalud). Magister en
Bioética y Derecho (Universidad de Barcelona), Jurista
por la rama salud en el Digesto jurídico Argentino,
actual miembro del Consejo Directivo de la Red
Iberoamericana de Derecho Sanitario, y Miembro Fundadora
y Secretaria Ejecutiva de la Red Argentina de Derecho
Sanitario. Docente, investigadora y consultora en estas
materias. Autora de numerosas publicaciones científicas
y libros. Fue funcionaria del Ministerio de Salud y del
Poder Judicial de la Nación. |
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