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 Columna

    
FORTALECER LA RECTORÍA EN SALUD: PRIORIDAD MÁXIMA EN LA ACTUALIDAD

Por el Dr. Adolfo Sánchez de León (*)


Durante la campaña electoral el coordinador de los equipos de salud de la Libertad Avanza en aquel entonces, el Dr. Eduardo Filgueira Lima, anunció una serie de propuestas para el área salud entre las que se encontraba el impulso y desarrollo de Seguros Públicos de Salud provinciales. Gran conocedor de esta temática, el Dr. Filgueira Lima intentó desarrollar esta idea junto a otras como la introducción de contratos y programas con hospitales públicos cuando fue Secretario de Salud en la provincia de La Pampa a mediados de los 90.
Hubo otros intentos de desarrollar seguros públicos provinciales de salud como los casos de Rio Negro, Santa Fe, Tucumán y Provincia de Buenos Aires en donde tuve la oportunidad de desarrollarlo e implementarlo desde el año 2000 al 2006 con la interrupción durante la crisis del 2001.
Si bien estos seguros fueron en realidad programas de fortalecimiento de la Atención Primaria en Salud y no verdaderos seguros o sistemas que integran el financiamiento, dejaron muchísimas lecciones aprendidas y aspectos muy positivos en cuanto a resultados sanitarios, intervenciones costo efectivas, satisfacción de la población y otros.
Siempre se debe buscar la calidad y la eficiencia en salud, pero, es en épocas de crisis como la actual donde deben aflorar propuestas innovadoras y de reformas profundas.
Dadas las circunstancias actuales, un planteo de desarrollar seguros o sistemas provinciales de salud unificando financiadores y estableciendo una red prestacional pública/privada colaborativa con un fortalecimiento importante de un primer nivel y una transición adecuada por el resto de los niveles puede ser muy atractivo. Los modelos de atención pueden variar, pero conservando ciertos ejes comunes a todas las provincias.
La unificación de los presupuestos provinciales de salud con los de las obras sociales provinciales, e incluso sumando al PAMI, daría cobertura a más del 80% de la población en la gran mayoría de las provincias. Muchas obras sociales pequeñas adherirían a este fondo y sumarían cobertura.
La unificación de sistemas de compra de medicamentos e insumos médicos también tendría un efecto positivo al generar posibilidades de grandes ahorros. Por el lado de la demanda el contar con un padrón unificado y programas preventivos y protocolos de atención únicos, mejoraría la calidad de la atención y los niveles de salud.
Ahora bien, el desarrollo de esta política (o de cualquier otra política pública de salud) requiere de una gran rectoría del Ministerio de Salud de la Nación. Es cierto que alguna provincia en forma unilateral puede realizar esta transformación, pero para que tenga impacto nacional es imprescindible la rectoría de la Nación.

Rectoría en salud

La rectoría en salud es un concepto fundamental en la gestión de los sistemas de salud. Se refiere a la capacidad del Ministerio de Salud o autoridad nacional para liderar, coordinar y regular las acciones relacionadas con la salud.
Implica conducir, guiar y dirigir el sistema de salud hacia la consecución de objetivos específicos y establecer políticas, normas y estrategias que promuevan la calidad, equidad y eficiencia en la prestación de servicios de salud.
Existe coincidencia en el diagnóstico realizado por diferentes especialistas que la falta de rectoría en salud ha sido una característica en nuestro país desde hace muchos años. En un sistema altamente fragmentado y segmentado como el nuestro, esta característica no hace más que agravar la situación.
Si bien esta ha sido una característica que nuestro sistema arrastra desde hace mucho tiempo, resulta notoria la falta de rectoría actual incluso para temas de salud pública en donde el ministerio siempre, al menos, intentaba coordinar y conducir.
Ejemplos de esto son la ausencia del Ministerio de Salud de la Nación en la epidemia de dengue y en la discusión sobre los aumentos totalmente desmedidos de las prepagas médicas, ambos temas que obviamente cobraron gran notoriedad en la opinión pública por la preocupación que causan.
Nunca un Ministerio Nacional estuvo tan ausente durante una epidemia. Si bien mucha de la responsabilidad de la lucha contra el dengue es de las provincias y municipios, la autoridad nacional debiera ser rectora en estas circunstancias.

Generar y fortalecer rectoría resulta fundamental en estos momentos

Se puede y se debe generar rectoría desde muchos aspectos. Desde generar un marco legal y normativo, desarrollar un marco conceptual, definir políticas, establecer protocolos y procedimientos, pasando por lograr consensos, establecer un plan nacional, evaluar políticas y programas hasta empoderar a la población en diferentes aspectos.
En mayo de 2019 publicamos junto al profesor Carlos Vassallo un artículo en esta misma revista denominado “Diez instrumentos para afianzar la gobernanza del Sistema de Salud Argentino” donde justamente hacemos referencia que, además de la rectoría, se debe generar un sistema de gobernanza y para ellos proponíamos 10 herramientas a desarrollar o fortalecer en el Ministerio de Salud.
En resumen, la implementación de sistemas provinciales de salud u otras políticas referentes a los modelos de atención de la salud, así como la gestión de epidemias u otro tipo de políticas de salud pública requieren de un ministerio fortalecido en cuanto a su rectoría y a su sistema de gobernanza.
 

(*) Especialista Médico en Salud Pública. Presidente del Grupo PAIS


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