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 Opinion

       
ECONOMÍA CIRCULAR EN EL SECTOR SALUD
UN ENFOQUE SOSTENIBLE
Por el Lic. Ariel Goldman (*)


La economía circular es un modelo económico que busca minimizar el desperdicio y hacer un uso más eficiente de los recursos. En lugar de seguir el modelo lineal tradicional de “extraer, producir, usar y desechar”, la economía circular promueve la reutilización, el reciclaje y la recuperación de materiales. Este enfoque es especialmente relevante en el sector salud, donde la gestión de residuos y la sostenibilidad son cruciales.
El sector salud es uno de los mayores generadores de residuos, donde en los hospitales el 80% son asimilables a residuos domiciliarios y el 20% restante son residuos peligrosos. Por lo tanto, la implementación de prácticas de economía circular puede no solo reducir el impacto ambiental, sino también generar ahorros significativos y mejorar la eficiencia operativa.
Esta no es solo una estrategia para la sostenibilidad ambiental del sistema, sino que también tiene un impacto positivo en los determinantes de salud, por ende, en la salud individual de los ciudadanos. Consecuentemente, la economía circular contribuye a mejorar la salud de la población al mejorar el medio ambiente, influir en los estilos de vida, optimizar los sistemas de asistencia sanitaria y promover el desarrollo económico.
Un aspecto clave es la optimización del ciclo de vida de los productos. En el contexto sanitario, esto implica repensar cómo se diseñan, utilizan y gestionan los materiales y equipos médicos. Por ejemplo, la implementación de sistemas de recuperación y reacondicionamiento de dispositivos médicos puede no solo reducir desechos, sino también ofrecer acceso a tecnologías de salud en comunidades que de otro modo no podrían permitírselas.
Además, la adopción de prácticas de economía circular impulsa la innovación en el sector salud. Muchas empresas tecnológicas están desarrollando soluciones innovadoras para el sector salud, como dispositivos médicos biodegradables y sistemas de gestión de residuos inteligentes. Europa, en particular, ha desarrollado varias iniciativas al respecto.

El Proyecto HEALCIER

El proyecto HEALCIER es una iniciativa europea que busca mejorar la competitividad de la cadena de valor de la asistencia sanitaria mediante la economía circular, incentivando los siguientes puntos:

Selección de materiales valorizables: se han implementado técnicas para seleccionar y valorizar materiales que anteriormente no se reciclaban, como ciertos tipos de plásticos y metales.
Innovación en procesos: el proyecto promueve la innovación en los procesos de gestión de residuos, incluyendo la utilización de tecnologías avanzadas para la separación y reciclaje de materiales.
Reducción de impacto ambiental: a través de la implementación de estas prácticas, los hospitales participantes han logrado reducir significativamente su impacto ambiental y mejorar la sostenibilidad de sus operaciones.

Desafíos a superar

Aunque la economía circular ofrece numerosos beneficios, su implementación en el sector salud también enfrenta desafíos.
En principio, la transición hacia estos nuevos modelos puede requerir inversiones significativas. Adaptar infraestructuras, desarrollar nuevas tecnologías y capacitar al personal son procesos costosos que pueden ser una barrera para muchas organizaciones. Además, implementar nuevas prácticas puede ser logísticamente complejo.
Otras barreras a enfrentar serán las regulaciones existentes que a menudo están diseñadas para un modelo económico lineal. Adaptar estas regulaciones para apoyar la economía circular puede ser un proceso lento y complicado. Cambiar de un modelo económico lineal a uno circular requiere un cambio de mentalidad tanto en las organizaciones como en los consumidores. La resistencia al cambio puede dificultar la implementación de estas prácticas.
Finalmente, para su implementación efectiva se requiere conocimientos y habilidades específicas que no siempre están disponibles. La falta de capacitación y experiencia puede ser un obstáculo significativo.
A pesar de estos desafíos, la economía circular sigue siendo una estrategia viable para mejorar la sostenibilidad y la eficiencia en el sector salud. Abordar estos puntos negativos requiere una planificación, inversión cuidadosa y un compromiso firme con la sostenibilidad del proyecto.

Como conclusión

La economía circular en el sector salud es una estrategia prometedora para mejorar la sostenibilidad, reducir costos y fomentar la innovación. A través de la reutilización, el reciclaje y la recuperación de materiales, los centros de salud pueden minimizar su impacto ambiental y contribuir a un futuro más sostenible a la vez que generan ahorros y/o mayores ganancias.
La colaboración entre distintos actores es esencial para el éxito de esta transición. Esto incluye no solo a los proveedores de ser- vicios de salud, sino también a fabricantes, responsables de políticas, investigadores y la comunidad en general. Establecer alianzas estratégicas puede facilitar el intercambio de conocimientos y recursos, promoviendo un enfoque más holístico para abordar los desafíos del sector.
Además, la educación y capacitación del personal son fundamentales para integrar prácticas de economía circular en la cultura organizacional de los centros de salud. Proporcionar formación sobre la importancia de la sostenibilidad y cómo implementarla en el día a día puede empoderar al personal para que se convierta en agentes de cambio, identificando oportunidades para mejorar la eficiencia y reducir el desperdicio.
Finalmente, esta modelo económico no solo representa una responsabilidad ambiental, sino que también puede mejorar la calidad del servicio. Al reducir costos y fomentar la innovación, los centros de salud estarán en una mejor posición para ofrecer atención de calidad y, al mismo tiempo, contribuir a un futuro más sostenible. En conclusión, la economía circular en el sector salud no solo es una opción viable, sino una necesidad imperante para enfrentar los retos ambientales y económicos del futuro.

 

(*) Profesor universitario.

 
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