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Contexto
El huracán Milton en su paso por el
golfo de México, La Florida, y otras
regiones del Caribe, arrasó con el
hogar de más de 3 millones de
personas, sin distinción alguna de
grupo social, género, ni pertenencia
política...
Cuando aún el sureste de EE.UU no se
recuperaba de la pesadilla del
anterior, Helen, con 220 muertes y
daños referidos a la extensión de
fenómenos biológicos, ambientales,
humanos, físicos y psicoemocionales.
Memorias emotivas que arrastrarán
varias generaciones con una
multiplicidad de dimensiones que
atraviesan estas catástrofes
imposibles de fragmentar.
Fenómenos sumados a los impactos de
ecosistemas de toda la región y el
Caribe, inundaciones en Europa,
Asia, América, África, Oceanía que
evidencian el cambio climático que
trae miserias, hambrunas,
migraciones...
Simultáneamente en América del
Sur... Brasil, Bolivia, Perú,
Argentina, se incendiaron enormes
extensiones y más de 12 millones de
hectáreas perdidas bajo las llamas
solo en el Amazonas.
Es una magnitud (morbimortalidad)
epidemiológica compleja que exige
mucho más que una descripción
académica, interdisciplinaria,
transdiciplinaria e internacional de
equipos trabajando en
investigaciones colaborativas
integrales, para medir el daño en la
vida, en la trama socio/económica
/política /cultural con réplicas
sísmicas en varias generaciones que
podríamos prevenir... (1)
Profesionales formados en la
Argentina, de diferentes estratos
sociales tienen la dýnamis para
afrontar estos contenidos, conforman
hoy equipos en programas planetarios
de todo orden, que cada día
requieren más expertos que no
podremos ofrecer si continua la
devastación del presupuesto
educativo.
Esto exige científicos formados en
universidades con paradigmas
sistémicos, que van más allá de las
fluctuaciones de la bolsa, donde las
finanzas no tienen respuestas.
Constelaciones de académicos que
trabajen en comunión, para preservar
el único hogar que tenemos y
compartimos con plantas, animales,
ríos, mares, atmósfera: nuestra
biósfera, única en todo el sistema
solar, nuestro planeta la tierra.
Cada uno de los elementos que la
componen están inter- actuando en el
clima, sus eventos penetran el total
de sus manifestaciones. (2)
Pedro Jaureguiberry, investigador
del Instituto Interdisciplinario de
Biología Vegetal del
Conicet–Universidad Nacional de
Córdoba ganó en junio de 2024, el
premio análogo en Ecología al Nobel
en el campo de la sostenibilidad y
la conservación de la biodiversidad.
La educación pública, gratuita y
federal hoy, transita, uno de los
desastres más críticos de su
historia con el recorte de su
presupuesto del 42% en comparación
con el año 2023.
“Entre 2023 y 2024 (con datos al 22
de septiembre), el recorte de fondos
para las universidades fue del 30%.
En ese mismo lapso, las caídas
fueron del 71% para Conectar
Igualdad, 64% para infraestructura y
equipamiento, 57% para acciones de
formación docente, 57% para
formación tecnológica, 55% para
fortalecimiento edilicio de jardines
de infantes y 54% para becas a
estudiantes: esos programas se
dirigían a los niveles educativos
obligatorios (inicial, primaria y
secundaria).
A estos recortes hay que sumarles la
eliminación, en enero, del Fondo
Nacional de Incentivo Docente
(FONID), que suponía un aporte de la
Nación a los salarios docentes (con
una caída del 93%)” informe del
Observatorio de Argentinos por la
Educación. (3)
La Argentina tiene una larga
trayectoria científico-académica de
sus universidades públicas,
gratuitas y federales, validada por
sus cinco premios Nobeles: en 1947
Bernardo Houssay - U.B. A, Federico
Leloir - 1970 - U.B.A, Adolfo Pérez
Esquivel - 1980 U.N.L.P. y Cesar
Milstein - 1984 - U.B.A.
Citar la extensa lista de premios y
reconocimientos a profesionales
formados por estas instituciones
públicas y gratuitas, que presiden o
lideran emblemáticas organizaciones,
excede el espacio de esta nota.
Acreditadas
por jurados internacionales entre
las 100 mejores del mundo, la U.B.A
en la lista de las 10 más
relevantes, a las que se suman
extensos reconocimientos de las
universidades creadas en los últimos
años. (3)
En nuestro país en 63 universidades
públicas estudia el 80% de los 2,5
millones de estudiantes, según los
datos oficiales del Departamento de
Información Universitaria. (4) (5)
Cumplen un rol esencial en la
movilidad social, en las
determinaciones antropológicas de
espacios de intercambio político,
cultural, tienen la capacidad de
cuestionarse a sí mismas de
reflexionar sobre sus desafíos
frente a las exigencias de una nueva
era.
Necesitan constituir el ágora de una
Nación con la capacidad de recrearse
a sí mismas, de discutir, de
discrepar. Rodrigo Arim, rector de
la Universidad de la República /
Uruguay considera que el
conocimiento es una pieza
fundamental del bienestar colectivo,
indispensable para reducir
desigualdades. (6)
Criterios que compartimos
constelaciones de académicos en
paradigmas que día a día, deben
enriquecer el haber de la ciencia
que nos exigen una metamorfosis
permanente, como eje de su esencia.
(7)
En un mundo injusto de severas
desigualdades atravesado por la
policrisis. (8)
Geopolítica /
Guerras.
Crisis energética.
Pandemias y
epidemias.
Cambio climático.
Polarización
política y social.
Migraciones.
Inseguridad
alimenticia.
Las universidades públicas,
gratuitas y federales representan un
eje de transformación indispensable
para enfrentar los desafíos de este
tiempo, no podemos perder estos
recursos imprescindibles para
abordar la realidad de nuestro país
y del mundo.
La Argentina cuenta con una pléyade
de investigadores, profesionales
altamente capacitados y estudiantes
comprometidos por un destino más
digno y justo. (9) (10)
Una extensa mayoría, están bajo la
línea de pobreza, con sueldos
paupérrimos, gran exigencia laboral,
como la de los médicos en los
hospitales, e instituciones de los
tres subsistemas de salud (público,
obras sociales y privado). Muchos
otros emigran a regiones que los
reconocen y amparan ¡Una historia
reiterativa! ¿Hasta cuándo?
Es posible encontrar nuestro hilo de
Ariadna para salir de este
laberinto, para el cual necesitamos
integrarnos, no es posible, por
ejemplo, que las sociedades
científicas estén disgregadas en
enfrentamientos estériles, lo que se
replica en los diversos grupos y
asociaciones. Es una situación que
nos demanda un sobreesfuerzo,
encontrar el “Fuego Sagrado”.
“En las manos de la humanidad están
las llaves de su salvación” Edgar
Morin.
Bibliografía:
1. Naciones Unidas - Acción por el
clima
https://www.un.org/es/climatechange/reports
2. Morin E. - Los Siete Saberes
Necesarios Para la Educación del
Futuro. ISBN: 09789582005993 Bogotá
Colombia 1999 Pág. 132 - Ed.
Magisterio.
3.
https://www.topuniversities.com/world-university-rankings
4. Informe del Observatorio de
Argentinos por la Educación
https://universidadeshoy.com.ar/nota/76755/la-inversion-educativa-nacional-se-redujo-40-en-2024-es-la-caida-mas-grande-desde-1992/
5. https://elpais.com/america-futura/2024-09-17/la-universidad-publica-argentina-un-referente-en-latinoamerica-en-riesgo.html
6. Rodrigo Arim -
https://www.gaceta.unam.mx/las-universidades-debemos-ser-el-agora-de-la-nacion-rodrigo-arim/
7. Edgar Morin - El método. ISBN:
09788437623320 - Madrid - España
2006. Pág. 456. Lecciones de un
siglo de vida. ISBN: 09788449339318
2022. Ed. Paidós Ibérica – España.
Pág. 112.
8. Chertkoff Liliana - La Salud en
la Policrisis.
https://www.revistamedicos.ar/numero_actual/chertkoff.htm
9. Le Monde Diplomatique - El Atlas
de las desigualdades - Claves para
entender un mundo injusto ISBN
978987614624 - Ed. Capital Humano.
10. Milstein Cesar - 1984
https://www.instagram.com/reel/DBKAKUWPPc0/?igsh=MXN6ZW1kMW1mM3UzMA==
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