|
“Cada mañana, en la jungla
del África, una gacela se despierta; sabe que deberá correr más
rápido que el león, o éste la matará. Cada mañana en el África,
un león se despierta; sabe que deberá correr más rápido que la
gacela, o morirá de hambre. Cada mañana, cuando sale el sol, y
no importa si eres un león o una gacela, mejor será que te
pongas a correr”.
La gestión debe cambiar para adaptarse a las nuevas tecnologías
y entorno. Y vaya que han cambiado ambos en el mundo y en
particular en la Argentina. La pregunta que nos queremos
realizar desde este espació es si resistirá el complejo
sanitario privado argentino a las reformas y competencias en las
cuales ingresará la economía argentina durante el año 2025. Sin
dudas este nuevo entorno requiere de competencias y capacidades
de gestión que serán puestas a prueba.
Ya no servirá para la supervivencia apelar a viejas mañas
aprendidas de “hacerse amigo del juez” sino plantearse una
mirada estratégica de largo plazo para enfrentar la competencia,
para disminuir costos y rediseñar procesos y concretar los
cambios organizativos y las decisiones de arquitectura
institucional que requieren los cambios epidemiológicos,
económicos y sociales que marcan los nuevos tiempos.
El próximo año la pelota pasa de la política a la sociedad
civil, en particular a los empresarios y gestores privados y
públicos que tienen un desafío mayúsculo el primero cambiar el
chip con el cual han venido funcionando durante todos estos
años. La competencia ya genera las primeras protestas veladas y
pronósticos de perjuicios para la economía y los consumidores.
Como bien menciona Matías Surt, 1 hay muchos funcionarios en los
40 años de democracia “que han llegado directamente de los
sectores productivos pero que no llegaron con el objetivo de
hacer lo mejor para que crezcan, sino que asumen esa función
para proteger incentivos específicos que benefician a un sector
en particular”.
Es cierto que existe un sobrecosto argentino y eso afecta a
todos los sectores por igual, incluso al sector sanitario que no
compite con servicios del exterior. Porque entonces cuando
llegan empresarios del sector se dedican asegurarse los mercados
internos y no apuntan a destrabar los verdaderos problemas que
ellos identifican (por ejemplo, la normalidad de prorrogar la
emergencia todos los años para no regularizar los impuestos y
los aportes previsionales).
Pero no pasemos de largo lo que llamo el complejo sanitario
privado argentino que está compuesto por dos privados bien
identificados: un privado con y sin fines de lucro. Sería
importante a los fines de evitar “agachadas” que la autoridad
controlará adecuadamente que aquellas organizaciones que se
definen como sin fines de lucro lo sean verdaderamente y no una
fachada que esconda dobles intenciones en una estrategia para
disfrazar las ganancias privadas.
Las regulaciones han generado una larga variedad de “vivillos”
que aprovechan los recovecos de la legislación para hacer
pingues ganancias. Pasemos a enumerar los agentes que componen
este importante sector de la salud argentina:
• Dentro del privado con fines de
lucro encontramos las empresas aseguradoras de la medicina
prepaga, los prestadores privados y los productores e
importadores de medicamentos, dispositivos e insumos que se
utilizan en la práctica médica.
• Dentro del mundo de los privados
sin fines de lucro tenemos fundaciones, asociaciones civiles y
otros formatos. Aquí están los hospitales de comunidad y sus
planes de salud (Italiano, Alemán, Británico, etc.).
• En el universo de la Seguridad
Social donde se encuentran las obras sociales sindicales y
empresariales, con sus prestadores propios incluidos las que han
optado por una integración vertical saliendo del modelo de
financiador puro. También considerando el origen del
financiamiento se podría incluir a PAMI dentro de este grupo si
bien la conducción de esta organización está en manos del estado
por una intervención que dura desde hace años y que va pasando
de gobierno en gobierno.
• Un híbrido en la materia es OSDE
que convive con dos formatos y aprovecha las ventajas y
beneficios de este doble estatus. La reforma en ciernes
seguramente tenderá a resolver esta cuestión definiendo cual es
la verdadera cara.
Los agentes mencionados configuran la oferta y demanda de un
conjunto de submercados que trabajan en todo el territorio
nacional entre los cuales podemos mencionar:
1. Mercado de planes de salud (aseguradoras).
2. Mercado de medicamentos (medicamentos venta
bajo receta).
3. Mercado de internación (clínicas y
sanatorios).
En futuros artículos plantearemos un análisis de la nueva
configuración que se está planteando para estos mercados a
partir de las decisiones de desregulación y aumento de la
competencia que se promueven desde el gobierno. Y como impactan
en los mismos.
Que les deparan los cambios tecnológicos y de entorno a estos
grupos que asisten de manera directa o indirecta a más de 2/3 de
la población argentina como asegurador o como prestador. Tendrán
la capacidad de adaptarse a las necesidades que se plantean con
los nuevos tiempos teniendo que vivir “sin la vaca atada” por
las protecciones.
Durante este primer año el gobierno ha dado señales claras para
avanzar hacia una economía normal. Con baja inflación y mayor
competencia. Tendrá sin dudas que avanzar en la disminución de
la presión impositiva y regulatoria y estaremos en condiciones
de asistir quienes estarán en condiciones de sobrevivir en esta
“destrucción creativa” que plantea el nuevo entorno económico.
No se puede sobrevivir sin innovar, y sin tomar decisiones
basadas en evidencias e instrumentos de gestión. La reforma
micro es más compleja porque involucra recursos humanos,
contratos, modalidades de pago, incentivos, planes estratégicos,
manejo del riesgo, tablero de mandos, digitalización e
instrumentos que permitan monitorear, cambiar y adecuarse según
lo que vaya indicando el mercado, la demanda y la necesidad.
A diferencia de otros momentos de la historia argentina, los
bancos ahora no tendrán necesidad de prestarle al Estado porque
no se demandará recursos. El sector financiero esta ante un
desafío crucial de cambiar o morir en el intento. Se termino la
época de vivir de la “teta del estado”, los bancos deben
comenzar a trabajar de bancos, con carteras de créditos,
realizar evaluaciones de riesgo e involucrarse cada vez en lo
que constituye el leitmotiv de su existencia el crédito. Esto
significa que debería haber recursos disponibles para invertir,
y es entonces cuando aparece el empresario o gerente definiendo
las características y los perfiles de las nuevas inversiones.
La innovación y la creatividad para hacer frente a las nuevas
demandas que plantea una sociedad envejecida, con enfermedades
crónicas, con un sistema que requiere una reconversión que pasa
por la línea de seguir curando (agudos) pero ahora incorporando
el cuidado y rehabilitación de la salud.
Lo debe hacer cuidando la sustentabilidad dado que la presión
sobre el ciudadano privado para acceder ya es alta y va a
requerir una reconfiguración del plan de beneficios a brindar
por los aseguradores, así como el Estado. La Argentina tiene
instalada al idea que el proteccionismo tiene beneficios,
aumenta el empleo, lo niveles salariales internos, aumentar la
inversión, el bienestar de la comunidad. Ese mundo ya no existe.
Como bien dice Matías Surt “La idea es que permite todo eso como
si no tuviera ningún costo asociado. Ése es el típico error que
se comete cuando se analiza la economía con lo que economistas
llamamos “equilibrios parciales”: miramos un sector y evaluamos
que una medida a este sector le permitió aumentar la producción,
el empleo y los salarios o la inversión. Pero cuando uno analiza
el equilibrio general, se da cuenta de que, obviamente, el
sistema económico es un sistema de interrelaciones permanentes:
lo que produce un sector es lo que va a consumir otro sector, ya
sean consumidores finales o empresas como insumos”.
Cuando analizamos un solo sector claramente estamos viendo una
foto incompleta, el empleo que estamos generando en este sector
lo estamos sacando de otro sector que pasa a estar
subdesarrollado respecto a lo sobredimensionado que está el
primero.
El análisis de equilibrios parciales y de beneficios
particulares a algunos sectores no ve que, en esa interacción
permanente, la economía va perdiendo productividad: lo que es un
beneficio para uno, es un sobrecosto para el otro. El mercado no
da todas las respuestas y el Estado tampoco. Será relevante para
el futuro analizar los mercados considerando un alto nivel de
pragmatismo y comenzando a evaluar los costos de transacción
asociados a una u otro mecanismo de asignación de recursos.
El secreto de la eficiencia de la organización económica
contemporánea reside en la correcta asignación de cada
transacción a la mejor forma de gobierno posible. Dado el
ambiente institucional (con sus reglas de juego y grado de
incertidumbre), algunas transacciones serán gobernadas más
eficientemente por el mercado, otras por las empresas y otras
aún, por algún tipo de contrato establecido entre partes
independientes.
Las empresas existen porque son muy eficientes en gobernar
transacciones que implican inversiones específicas en bienes y
servicios esenciales para su propio proceso productivo como es
el caso de las clínicas y sanatorios. El mecanismo de mercado,
en cambio, es más eficiente (reduce los costos de transacción)
para gobernar aquellas transacciones que no impliquen
inversiones cuya recuperación no sea inmediata y aquí podríamos
incluir las empresas aseguradoras de salud.
Finalmente, el contrato es la forma de gobierno eficiente para
transacciones intermedias y este podría ser el caso cuando se
generan procesos de integración vertical entre aseguradores y
prestadores que implican establecer claramente papeles y roles
que juegan cada uno de ellos y evitar abusos de posición
dominante y otras figuras contrarías a la defensa de la
competencia.
Según reza una antigua maldición china “Ojalá te toque vivir
tiempos interesantes” ironías de la vida, la maldición viene a
decir, ojalá te veas arrastrado por la espiral de
acontecimientos que te toque vivir y no tengas ni un segundo de
paz. Después de mucho tiempo de ocultar la cabeza y negar los
problemas finalmente nos encontramos desnudos ante la realidad y
ahora hay que correr y adecuarse para sobrevivir, crecer,
desarrollarnos y volver a creer en nosotros mismos como
sociedad.
Referencia:
Reportaje de Luciana Vázquez (La repregunta) a Matías Surt. La
Nación - 26 de marzo 2023
|