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 Columna

    
PERDIDOS EN LA MACRO
 Por Carlos Vassallo Sella – vassalloc@gmail.com


“Cada mañana, en la jungla del África, una gacela se despierta; sabe que deberá correr más rápido que el león, o éste la matará. Cada mañana en el África, un león se despierta; sabe que deberá correr más rápido que la gacela, o morirá de hambre. Cada mañana, cuando sale el sol, y no importa si eres un león o una gacela, mejor será que te pongas a correr”.

La gestión debe cambiar para adaptarse a las nuevas tecnologías y entorno. Y vaya que han cambiado ambos en el mundo y en particular en la Argentina. La pregunta que nos queremos realizar desde este espació es si resistirá el complejo sanitario privado argentino a las reformas y competencias en las cuales ingresará la economía argentina durante el año 2025. Sin dudas este nuevo entorno requiere de competencias y capacidades de gestión que serán puestas a prueba.
Ya no servirá para la supervivencia apelar a viejas mañas aprendidas de “hacerse amigo del juez” sino plantearse una mirada estratégica de largo plazo para enfrentar la competencia, para disminuir costos y rediseñar procesos y concretar los cambios organizativos y las decisiones de arquitectura institucional que requieren los cambios epidemiológicos, económicos y sociales que marcan los nuevos tiempos.
El próximo año la pelota pasa de la política a la sociedad civil, en particular a los empresarios y gestores privados y públicos que tienen un desafío mayúsculo el primero cambiar el chip con el cual han venido funcionando durante todos estos años. La competencia ya genera las primeras protestas veladas y pronósticos de perjuicios para la economía y los consumidores.
Como bien menciona Matías Surt, 1 hay muchos funcionarios en los 40 años de democracia “que han llegado directamente de los sectores productivos pero que no llegaron con el objetivo de hacer lo mejor para que crezcan, sino que asumen esa función para proteger incentivos específicos que benefician a un sector en particular”.
Es cierto que existe un sobrecosto argentino y eso afecta a todos los sectores por igual, incluso al sector sanitario que no compite con servicios del exterior. Porque entonces cuando llegan empresarios del sector se dedican asegurarse los mercados internos y no apuntan a destrabar los verdaderos problemas que ellos identifican (por ejemplo, la normalidad de prorrogar la emergencia todos los años para no regularizar los impuestos y los aportes previsionales).
Pero no pasemos de largo lo que llamo el complejo sanitario privado argentino que está compuesto por dos privados bien identificados: un privado con y sin fines de lucro. Sería importante a los fines de evitar “agachadas” que la autoridad controlará adecuadamente que aquellas organizaciones que se definen como sin fines de lucro lo sean verdaderamente y no una fachada que esconda dobles intenciones en una estrategia para disfrazar las ganancias privadas.
Las regulaciones han generado una larga variedad de “vivillos” que aprovechan los recovecos de la legislación para hacer pingues ganancias. Pasemos a enumerar los agentes que componen este importante sector de la salud argentina:

Dentro del privado con fines de lucro encontramos las empresas aseguradoras de la medicina prepaga, los prestadores privados y los productores e importadores de medicamentos, dispositivos e insumos que se utilizan en la práctica médica.

Dentro del mundo de los privados sin fines de lucro tenemos fundaciones, asociaciones civiles y otros formatos. Aquí están los hospitales de comunidad y sus planes de salud (Italiano, Alemán, Británico, etc.).

En el universo de la Seguridad Social donde se encuentran las obras sociales sindicales y empresariales, con sus prestadores propios incluidos las que han optado por una integración vertical saliendo del modelo de financiador puro. También considerando el origen del financiamiento se podría incluir a PAMI dentro de este grupo si bien la conducción de esta organización está en manos del estado por una intervención que dura desde hace años y que va pasando de gobierno en gobierno.

Un híbrido en la materia es OSDE que convive con dos formatos y aprovecha las ventajas y beneficios de este doble estatus. La reforma en ciernes seguramente tenderá a resolver esta cuestión definiendo cual es la verdadera cara.

Los agentes mencionados configuran la oferta y demanda de un conjunto de submercados que trabajan en todo el territorio nacional entre los cuales podemos mencionar:

1. Mercado de planes de salud (aseguradoras).

2. Mercado de medicamentos (medicamentos venta bajo receta).

3. Mercado de internación (clínicas y sanatorios).

En futuros artículos plantearemos un análisis de la nueva configuración que se está planteando para estos mercados a partir de las decisiones de desregulación y aumento de la competencia que se promueven desde el gobierno. Y como impactan en los mismos.
Que les deparan los cambios tecnológicos y de entorno a estos grupos que asisten de manera directa o indirecta a más de 2/3 de la población argentina como asegurador o como prestador. Tendrán la capacidad de adaptarse a las necesidades que se plantean con los nuevos tiempos teniendo que vivir “sin la vaca atada” por las protecciones.
Durante este primer año el gobierno ha dado señales claras para avanzar hacia una economía normal. Con baja inflación y mayor competencia. Tendrá sin dudas que avanzar en la disminución de la presión impositiva y regulatoria y estaremos en condiciones de asistir quienes estarán en condiciones de sobrevivir en esta “destrucción creativa” que plantea el nuevo entorno económico.
No se puede sobrevivir sin innovar, y sin tomar decisiones basadas en evidencias e instrumentos de gestión. La reforma micro es más compleja porque involucra recursos humanos, contratos, modalidades de pago, incentivos, planes estratégicos, manejo del riesgo, tablero de mandos, digitalización e instrumentos que permitan monitorear, cambiar y adecuarse según lo que vaya indicando el mercado, la demanda y la necesidad.
A diferencia de otros momentos de la historia argentina, los bancos ahora no tendrán necesidad de prestarle al Estado porque no se demandará recursos. El sector financiero esta ante un desafío crucial de cambiar o morir en el intento. Se termino la época de vivir de la “teta del estado”, los bancos deben comenzar a trabajar de bancos, con carteras de créditos, realizar evaluaciones de riesgo e involucrarse cada vez en lo que constituye el leitmotiv de su existencia el crédito. Esto significa que debería haber recursos disponibles para invertir, y es entonces cuando aparece el empresario o gerente definiendo las características y los perfiles de las nuevas inversiones.
La innovación y la creatividad para hacer frente a las nuevas demandas que plantea una sociedad envejecida, con enfermedades crónicas, con un sistema que requiere una reconversión que pasa por la línea de seguir curando (agudos) pero ahora incorporando el cuidado y rehabilitación de la salud.
Lo debe hacer cuidando la sustentabilidad dado que la presión sobre el ciudadano privado para acceder ya es alta y va a requerir una reconfiguración del plan de beneficios a brindar por los aseguradores, así como el Estado. La Argentina tiene instalada al idea que el proteccionismo tiene beneficios, aumenta el empleo, lo niveles salariales internos, aumentar la inversión, el bienestar de la comunidad. Ese mundo ya no existe.
Como bien dice Matías Surt “La idea es que permite todo eso como si no tuviera ningún costo asociado. Ése es el típico error que se comete cuando se analiza la economía con lo que economistas llamamos “equilibrios parciales”: miramos un sector y evaluamos que una medida a este sector le permitió aumentar la producción, el empleo y los salarios o la inversión. Pero cuando uno analiza el equilibrio general, se da cuenta de que, obviamente, el sistema económico es un sistema de interrelaciones permanentes: lo que produce un sector es lo que va a consumir otro sector, ya sean consumidores finales o empresas como insumos”.
Cuando analizamos un solo sector claramente estamos viendo una foto incompleta, el empleo que estamos generando en este sector lo estamos sacando de otro sector que pasa a estar subdesarrollado respecto a lo sobredimensionado que está el primero.
El análisis de equilibrios parciales y de beneficios particulares a algunos sectores no ve que, en esa interacción permanente, la economía va perdiendo productividad: lo que es un beneficio para uno, es un sobrecosto para el otro. El mercado no da todas las respuestas y el Estado tampoco. Será relevante para el futuro analizar los mercados considerando un alto nivel de pragmatismo y comenzando a evaluar los costos de transacción asociados a una u otro mecanismo de asignación de recursos.
El secreto de la eficiencia de la organización económica contemporánea reside en la correcta asignación de cada transacción a la mejor forma de gobierno posible. Dado el ambiente institucional (con sus reglas de juego y grado de incertidumbre), algunas transacciones serán gobernadas más eficientemente por el mercado, otras por las empresas y otras aún, por algún tipo de contrato establecido entre partes independientes.
Las empresas existen porque son muy eficientes en gobernar transacciones que implican inversiones específicas en bienes y servicios esenciales para su propio proceso productivo como es el caso de las clínicas y sanatorios. El mecanismo de mercado, en cambio, es más eficiente (reduce los costos de transacción) para gobernar aquellas transacciones que no impliquen inversiones cuya recuperación no sea inmediata y aquí podríamos incluir las empresas aseguradoras de salud.
Finalmente, el contrato es la forma de gobierno eficiente para transacciones intermedias y este podría ser el caso cuando se generan procesos de integración vertical entre aseguradores y prestadores que implican establecer claramente papeles y roles que juegan cada uno de ellos y evitar abusos de posición dominante y otras figuras contrarías a la defensa de la competencia.
Según reza una antigua maldición china “Ojalá te toque vivir tiempos interesantes” ironías de la vida, la maldición viene a decir, ojalá te veas arrastrado por la espiral de acontecimientos que te toque vivir y no tengas ni un segundo de paz. Después de mucho tiempo de ocultar la cabeza y negar los problemas finalmente nos encontramos desnudos ante la realidad y ahora hay que correr y adecuarse para sobrevivir, crecer, desarrollarnos y volver a creer en nosotros mismos como sociedad.

Referencia:

Reportaje de Luciana Vázquez (La repregunta) a Matías Surt. La Nación - 26 de marzo 2023


 

(*)  Profesor Salud Pública UNL. Coordinador Máster Salud de la Universidad de Bologna (sede Buenos Aires) - Director del Instituto de Economía del Bienestar (IdEB). www.ideblatam.org
 
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