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Opinión


¿CRISIS U OPORTUNIDAD? EL DESAFÍO DE LA SALUD EN ARGENTINA Y EL MUNDO

Por el Dr. David Aruachan (*)

Introducción: un mercado global en tensión

El sector salud en todo el mundo enfrenta desafíos estructurales sin precedentes. Con costos en ascenso, regulaciones cada vez más complejas y una demanda creciente impulsada por el envejecimiento poblacional, el sistema se encuentra al borde de la insostenibilidad. No es solo un problema argentino; en países con sistemas más ro- bustos, como Estados Unidos y Europa, los costos de la salud han superado el crecimiento del PBI durante décadas.
La pandemia de Covid-19 aceleró esta crisis, exponiendo vulnerabilidades en infraestructura, financiamiento y acceso. La digitalización y la inteligencia artificial aparecen como soluciones prometedoras, pero también generan tensiones con los modelos de negocio tradicionales. En este contexto, la Argentina enfrenta un desafío doble: resolver sus problemas internos mientras se adapta a las nuevas dinámicas del mercado global.

El estado de situación en la Argentina: un sistema al límite

Si hay algo que caracteriza al sistema de salud argentino es su complejidad. Con una fragmentación histórica entre los sectores público, privado y de seguridad social, y una regulación errática que ha oscilado entre congelamientos tarifarios y liberaciones abruptas, la salud en la Argentina se ha convertido en un campo de batalla económico y político.
Los prestadores privados, actores clave del sistema, han sido particularmente golpeados. Luego de sobrevivir a una pandemia que los dejó financieramente exhaustos, enfrentan ahora una nueva crisis derivada de la inflación, la litigiosidad laboral y los costos impositivos asfixiantes. ¿El resultado? Un sector con ingresos insuficientes para cubrir sus costos y una brecha cada vez mayor entre lo que pagan los financiadores y lo que realmente cuesta brindar atención médica de calidad.
Según datos de ADECRA+CEDIM, los costos de los insumos médicos y laborales han crecido incluso por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC). A esto se suman deudas impositivas arrastradas por décadas y una litigiosidad laboral que genera fallos impredecibles y financieramente inviables.

El círculo vicioso del financiamiento en salud

El sistema argentino de salud privada opera en un esquema de financiación que se ha vuelto insostenible. La cadena de presión es clara:

1. El prestador (clínicas, hospitales privados, centros médicos) no puede trasladar el aumento de costos directamente a sus ingresos.
2. El financiador (obras sociales y prepagas) no logra aumentar sus cuotas al ritmo de la inflación.
3. El usuario final (particular o empresas que contratan planes de salud) resiste cualquier incremento tarifario.


El resultado es un círculo vicioso donde todos los actores trasladan la presión al siguiente eslabón, pero nadie encuentra una solución real. Mientras tanto, la calidad de la atención se resiente, los profesionales de la salud ven deterioradas sus condiciones salariales y la inversión en innovación queda relegada a un segundo plano.

Regulación y políticas: ¿Se avecina un cambio?

Los recientes movimientos regulatorios en la Argentina reflejan una intención de ordenar las finanzas del sector, pero aún persisten dudas sobre su efectividad. Se han planteado medidas como la eliminación de distorsiones impositivas, el saneamiento de deudas y la revisión de los convenios laborales, pero su implementación sigue siendo incierta.
Algunos puntos clave que deben abordarse en la agenda de reformas incluyen:

- Sinceramiento de costos: se necesita un esquema de financiamiento más transparente, donde los costos reales sean reflejados en los ingresos del sistema sin transferencias encubiertas ni subsidios que distorsionan el mercado.
- Modernización de la legislación laboral: la salud sigue regulada por convenios colectivos de hace más de 50 años. Es urgente una revisión que contemple la realidad actual, permitiendo negociaciones más flexibles y modelos de contratación adaptados a la nueva economía.
- Reducción de la litigiosidad: la judicialización excesiva de las relaciones laborales y comerciales en salud genera costos exorbitantes y pone en jaque la sostenibilidad de las instituciones.
- Política impositiva racional: no se puede sostener un sistema donde más del 50% del costo de un empleado se lo lleva el Estado en impuestos y cargas sociales.

La batalla contra los costos: ¿cuál es el camino?

Más allá de la regulación, la clave para la sostenibilidad del sistema está en la eficiencia. La digitalización, la automatización de procesos y la integración de herramientas de inteligencia artificial pueden marcar la diferencia en la reducción de costos sin sacrificar calidad.
Los prestadores que logren adaptarse a este nuevo paradigma, optimizando la ocupación de sus instalaciones, digitalizando la gestión y estableciendo modelos de contratación más eficientes, serán los que logren sobrevivir y crecer en el nuevo contexto.
No menos importante, el diálogo entre los actores del sector es esencial. La negociación individual puede ofrecer soluciones parciales, pero sin un acuerdo sectorial que contemple la realidad de todos los jugadores, cualquier cambio será simplemente un parche temporal.

Conclusión: entre la crisis y la oportunidad

El sector salud argentino enfrenta el que probablemente sea su mayor desafío en décadas. Pero, como bien dice el dicho, en toda crisis hay una oportunidad.
Si se logran implementar reformas estructurales en el financiamiento, la regulación laboral y la carga impositiva, sumadas a la adopción de tecnología para mejorar la eficiencia operativa, el sector tiene la oportunidad de reinventarse y fortalecerse.
De lo contrario, seguiremos viendo clínicas que cierran, profesionales que migran y pacientes que pagan cada vez más por un servicio cada vez peor.
La pregunta no es si el sistema puede seguir como está, sino hasta cuándo puede sostenerse sin cambios profundos. ¿Estamos listos para enfrentar el desafío o seguiremos apostando a la improvisación?

 

(*) Médico. Especialista en Economía y Gestión en Salud. Ex Viceministro de Salud de la Nación. Ex Presidente del Grupo Unión Personal. Ex Gerente General de la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación.

 

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