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El desarrollo de los cursos de acción comienza con una clara
definición del problema a resolver. Comprende tres pasos: 1)
Alternativas posibles; 2) Evaluación de las acciones posibles;
3) Elección del curso de acción a seguir.
La concepción de los cursos de acción posibles es un paso que
demanda la mayor creatividad, ya que debe enfrentar dos barreras
importantes. La primera es la evaluación prematura de la
situación que suele verse en los procesos grupales que intimida
al proponente de una idea.
La segunda barrera está dada por la tendencia a encarar los
problemas en base a rutinas que son familiares porque brindan
confortabilidad. Por otra parte, la impaciencia, la timidez, la
falta de confianza en sí mismo, son factores emocionales que
afectan la creatividad.
La evaluación de las alternativas o cursos de acción a seguir
requiere la proyección de los efectos o sea el examen anticipado
de los problemas de la implementación. A tal efecto hay que
preguntarse ¿qué puede pasar? y ¿qué hacer si ello ocurre?
Los criterios de evaluación pueden clasificarse en obligatorios
y deseados, en consecuencia a los fines de la evaluación se
ponderan los cursos de acción en función de: 1) Los que cumplen
con los criterios obligatorios, los que no se descartan; 2) En
qué medida responden a los criterios deseados.
Un simple y buen procedimiento para evaluar la alternativa es
hacer un inventario de los pro y de los contra de cada una de
ellas. En general cuando hay que tomar una decisión hay más
preocupación por las consecuencias negativas que por las
eventuales ventajas.
Por lo tanto, esta actitud conservadora, se supera cuando las
ven- tajas potenciales superan considerablemente las
desventajas, a fin de inclinar la balanza. Por tal razón, es
probable que una gran cantidad de buenas ideas se descarten por
no superar la aludida barrera.
Es posible elegir el curso de acción a seguir de manera simple,
identificando al que se considere preferible o estableciendo un
rango en el que a cada alternativa se confronta respectivamente
con las demás.
Norman Maier (Toma de decisiones en grupo - Trillas 1980) ha
señalado que una decisión para ser eficaz no sólo debe reunir
las condiciones cualitativas necesarias, sino que además deben
ser aceptadas por el responsable de su implementación. Este
concepto está contenido en la denominada fórmula de Maier: ED=CxA
en donde : 1) ED es la eficiencia de la decisión; 2) C es la
calidad de la decisión según fueran sus atributos objetivos; 3)
A es el nivel de aceptación de las personas que deben trabajar
con ellas. En base a esta fórmula se distinguen tres clases de
decisiones: 1) Calidad alta y aceptación no crítica; 2)
Aceptación alta pero la calidad no es crítica; 3) Calidad y
aceptación alta.
En el desarrollo de los cursos de acción hay un punto de
inflexión que es el de pasar de la evaluación a la elección del
curso de acción.
La metodología de Kepner y Tregoe en el proceso de resolución de
problemas (RP/TD) distingue cuatro procesos separados: 1) El
análisis de la situación o de la preocupación; 2) El análisis de
los problemas; 3) El análisis de la decisión; 4) El análisis de
los problemas potenciales.
Una vez elegido el curso de acción es necesario ocuparse de su
implementación. Esto requiere planificar la implementación y el
seguimiento ulterior.
La planificación de la implementación debe contemplar: 1) La
resolución de cuestiones específicas, quién, cómo, cuándo,
dónde, con qué; 2) La comunicación de la decisión; 3) La
adopción del monitoreo de la implementación.
La comunicación de una decisión debe ser eficaz y estar
orientada a la acción que debe buscar el resultado esperado.
Existe una brecha entre el comunicador y las personas a ser
comunicadas según fuera el grado de comprensión y compromiso, la
que debe salvarse a través de la escucha de opiniones y
respuestas a las preguntas.
Todo proceso de RP/TD es una situación de cambio que compren- de
tres etapas; 1) Diagnóstico de la situación actual; 2) Diseño de
la situación deseada; 3) Implementación de la situación deseada.
Cuando hay que transformar algún elemento de la organización, es
posible la intervención en otros componentes de ella, como ser,
el rediseño de la estructura organizativa, modificación en el
sistema de información, capacitación del personal, entre otros.
La implementación de la decisión exige analizar las posibles
reacciones de las personas, así como la adopción de medidas
tendientes a producir el cambio previsto. Los motivos por los
cuales hay resistencia al cambio depende de: 1) Consecuencias
personales des- favorables; 2) Barreras psicológicas como es la
de confrontar una realidad desagradable o el temor a lo
desconocido; 3) Barreras intelectuales como falta de
conocimiento o modelos mentales cerrados.
Además, existen formas indirectas de manifestar la resistencia
en el cambio: pedir más detalles, restar importancia, mantener
silencio, cuestionar la metodología, presionar por soluciones
inmediatas.
En muchas ocasiones, la resistencia no es al cambio en sí mismo,
sino a la imposición al cambio, consecuencia de las barreras
sicológicas o intelectuales. También hay cambios que generan
sentimientos positivos y entusiasmo por un futuro mejor,
satisfacción por ser reconocido por las ideas propias,
liberación de una situación desagradable.
Muchas veces los cambios que se pretenden lograr necesitan
también del cambio en el propio comportamiento. Así por ejemplo,
el desarrollo de la iniciativa de los subordinados requiere que
el líder no adopte una conducta autoritaria o controladora.
Alinear a la gente en el camino hacia la situación deseada
requiere trabajar en varios frentes: 1) Comunicación eficaz; 2)
Análisis político para identificar aliados, indiferentes y
opositores; 3) Desarrollo de la motivación de las personas
involucradas en el cambio; 4) Superar la resistencia al cambio,
lo que implica indagar, escuchar e identificar el tipo de
resistencia; 5) Manejo adecuado de la transición de una
situación a otra aprovechando de casos exitosos y del logro de
objetivos a corto plazo.
La adopción de medidas de control del cumplimiento del objetivo
es indispensable para desencadenar un nuevo proceso de toma de
decisiones y así sucesivamente.
Bibliografía: Conceptos y
Herramientas de Management. Cuaderno Nº2. Dirección Académica.
Santiago Lazzati.
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