| Por Daiana Soma, Hilario
Bielsa y Néstor Vázquez |
La comprensión profunda de la
salud de una comunidad constituye un imperativo ineludible en la
búsqueda de mejorar las condiciones de vida de sus integrantes.
En ese sentido, la toma de decisiones en salud pública requiere
necesariamente de instrumentos adecuados para medir y comprender
la realidad sanitaria de la población que se procura abordar. La
producción de información válida, contextualizada y socialmente
significativa constituye una condición necesaria para intervenir
con equidad y eficiencia. Por lo tanto, el diseño de
herramientas específicas de medición -capaces de captar
fenómenos complejos y territorialmente situados- se vuelve un
inexorable, especialmente en contextos de alta vulnerabilidad.
Desde esta perspectiva, la importancia de los ASIS (Análisis de
Situación de Salud) ha sido ampliamente reconocida en el ámbito
regional. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS),
estos análisis constituyen un proceso analítico-sintético
orientado a caracterizar, medir y esclarecer el perfil de
salud-enfermedad de una población específica, incluyendo tanto
sus problemas sanitarios como los determinantes sociales que los
configuran, sean éstos competencia directa del sistema de salud
o responsabilidad de otros sectores (OPS, 1999). Además, los
ASIS representan la primera de las once Funciones Esenciales de
la Salud Pública (FESP) definidas en la iniciativa “La Salud
Pública en las Américas”, y son considerados instrumentos
fundamentales para la gestión, la planificación y la evaluación
de políticas públicas sanitarias (Ministerio de Salud y
Protección Social de Colombia, 2014). Su metodología se basa en
el estudio del estado actual de los procesos de salud en
territorios definidos geográfica y políticamente, con atención
especial a las desigualdades estructurales que afectan
diferencialmente a grupos sociales según características como
edad, sexo, clase, ocupación o procedencia.
Sin embargo, una de las principales limitaciones que enfrentan
los procesos de planificación y toma de decisiones en salud
pública radica en la escasa disponibilidad de información
confiable y desagregada sobre la situación social y sanitaria de
la población que habita en contextos de alta vulnerabilidad,
particularmente en los denominados barrios tipo villa
(Ministerio de Hacienda y Finanzas de CABA, 2023). Estos
territorios -frecuentemente excluidos de los sistemas formales
de registro y limitados en los operativos estadísticos
nacionales- quedan invisibilizados en las fuentes oficiales de
datos, lo que impide caracterizar con precisión sus necesidades,
problemáticas y determinantes específicos. Esta carencia
estructural de información no solo obstaculiza la formulación de
políticas públicas pertinentes, sino que reproduce la inequidad
al dejar sin diagnóstico a comunidades históricamente
postergadas, cuyos perfiles epidemiológicos y condiciones de
vida tienden a diferir sustancialmente del promedio urbano.
Frente a este vacío, se torna esencial el desarrollo de
instrumentos específicos que permitan generar evidencia situada,
capaz de alimentar procesos de gestión sanitaria.
Frente a este desafío, se desarrolló un instrumento de
relevamiento denominado censo socio-sanitario, diseñado
específicamente para caracterizar las condiciones sociales y
sanitarias de entornos urbanos carenciados. Su objetivo
principal radicó en ofrecer un insumo fiable para la elaboración
de Análisis de Situación de Salud (ASIS) específicos de barrios
tipo villa, reconociendo que los dispositivos tradicionales de
información sanitaria no suelen captar con precisión la realidad
de estos territorios excluidos. El censo adoptó una estructura
dual compuesta por dos bloques: el Bloque Hogar, centrado en los
factores habitacionales y de autonomía -tomando como referencia
el Censo Nacional 2022 y la Encuesta Nacional de Gastos de los
Hogares 2017-2018-, y el Bloque Individual, organizado en seis
módulos temáticos (factores demográficos, educativos y
laborales, acceso a la salud, salud sexual, factores de riesgo y
salud mental), elaborados a partir de fuentes oficiales
nacionales y provinciales.
De acuerdo con la información proporcionada por el Re-
levamiento Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP), se
identifican 4.416 barrios populares en Argentina, albergando
aproximadamente a 932.000 familias y una población total de
alrededor de 5 millones de personas (Ministerio de Desarrollo
Social, 2019). Asimismo, y de forma más específica, se estima
que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires existen 19 de los
denominados Barrios Populares Informales (BaPIs) tipo villa
(Ministerio de Hacienda y Finanzas de CABA, 2023). Desde este
marco, se aplicó el censo sociosanitario en el Barrio Saldías,
una comunidad históricamente marginada de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires. El barrio, localizado junto a las vías del
Ferrocarril General Belgrano, surgió como zona de residencia
informal vinculada al trabajo ferroviario. Su historia está
atravesada por procesos de urbanización precaria, hacinamiento,
migración interna y ausencia de infraestructura. Desde sus
orígenes en el primer tercio del siglo XX -cuando se inauguró la
Parada Kilómetro 3 y se trazaron los primeros planos para las
viviendas del personal ferroviario- hasta su consolidación como
parte de la Villa 31, Saldías ha permanecido al margen de las
políticas urbanas y sanitarias estructurales (Ministerio de
Cultura de la Nación, 2021).

Su elección como territorio
pi- loto para el ensayo del instrumento respondió a criterios
tanto logísticos como estratégicos: se trata de un barrio
carenciado de fácil acceso, con una población acotada de
aproximadamente 400 personas, lo que facilitó la implementación
censal completa sin necesidad de muestreo; además, el trabajo en
territorio pudo apoyarse en una interlocución clara y sostenida
con una referente comunitaria cercana al barrio, lo que
garantizó legitimidad, colaboración y pertinencia cultural
durante todo el proceso.
La aplicación del instrumento permitió relevar datos precisos
sobre infraestructura habitacional, acceso a servicios básicos,
cobertura de salud, enferme- dades crónicas, salud mental y
prácticas preventivas, entre otras dimensiones. A partir de la
información obtenida se elaboró un Análisis de Situación de
Salud (ASIS) del barrio, integrando tanto la descripción
cuantitativa como la interpretación cualitativa del contexto. El
operativo reunió a más de 40 personas distribuidas en cinco
cuadrillas a lo largo de tres jornadas intensivas, con la
participación voluntaria de integrantes del Departamento de
Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Buenos Aires, la Asociación Civil Salud en Red y la Fundación
Poliedro. Se censaron 92 hogares, que declararon albergar a 344
habitantes. De ellos, 236 accedieron a responder el bloque
individual del censo, lo que representa una tasa de respuesta
del 68,8% entre los residentes de los hogares censados. Se
estima que nueve hogares no fueron relevados y, considerando el
promedio de habitantes por hogar, se infiere que la población
total del Barrio Saldías asciende a aproximadamente 378
personas, de las cuales el 62,4% fue efectivamente censada, lo
que permitió alcanzar una extensa cobertura de la población
residente al momento del relevamiento.

La estructura organizativa del relevamiento contempló una
coordinación general, cinco coordinadores de cuadrilla, al menos
dos censistas por cada una de ellas, y una referente territorial
del barrio, cuya participación resultó indispensable para
garantizar la articulación con la comunidad, facilitar el acceso
a los hogares y fomentar la confianza vecinal. El coordinador
general tuvo a su cargo la supervisión integral del operativo,
asegurando la planificación adecuada, el vínculo con los
distintos niveles del equipo y la resolución de contingencias en
campo. Por su parte, los coordinadores de cuadrilla fueron
responsables de planificar el recorrido, organizar a los
censistas, supervisar la calidad de los datos recabados y
reportar el avance al nivel central. Los censistas, finalmente,
realizaron las entrevistas y mediciones domiciliarias asignadas
a su cuadrilla. La distribución territorial de las viviendas se
organizó equitativamente entre las cinco cuadrillas, y todo el
personal fue debidamente identificado con credenciales
oficiales. Esta estructura operativa permitió cubrir la
totalidad del barrio de forma ordenada, eficiente y con fuerte
presencia comunitaria.
Resultados
A pesar de que Saldías es catalogado por el Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires como un barrio tipo villa, los datos
obtenidos a partir del censo socio-sanitario muestran una
realidad heterogénea. Mientras que en algunos aspectos refleja
las condiciones de un barrio vulnerado, en otras alcanza, e
incluso supera, los indicadores jurisdiccionales y nacionales
tomados como referencia.
Los resultados del relevamiento evidencian que el Barrio Saldías
presenta condiciones estructurales de alta vulnerabilidad,
especialmente en lo que refiere a habitabilidad y acceso a ser-
vicios básicos. La carencia total de desagües cloacales, el
acceso limitado a agua de red y gas natural, junto con niveles
elevados de hacinamiento crítico, configuran un escenario de
profunda inequidad en materia de infraestructura urbana y
sanitaria. Desde el punto de vista educativo, el barrio exhibe
indicadores positivos en la infancia y adolescencia, con alta
asistencia escolar y baja deserción, superando incluso los
promedios de CABA y del país. En la adultez, la población
muestra una mayor terminalidad del nivel secundario que la media
nacional, con una particular inversión en la brecha de género:
las mujeres alcanzan mayores niveles educativos que los varones,
a contramano de la tendencia predominante. En el plano laboral y
económico, Saldías presenta una alta tasa de ocupación, con
fuerte participación de mujeres y adultos mayores, lo que
sugiere presiones económicas que condicionan la permanencia
laboral más allá de la edad jubilatoria. La estructura
ocupacional muestra predominancia del trabajo informal y
cuentapropista, con alta incidencia del servicio doméstico y
baja proporción de empleo formal, reflejando un mercado laboral
precario. En cuanto a acceso a salud, se observa una mayor
dependencia del sistema público, aunque más del 60% de la
población cuenta con algún tipo de cobertura formal (obra social
o prepaga). La frecuencia de consultas médicas es alta,
especial- mente para controles preventivos, lo que revela una
actitud activa hacia el cuidado de la salud. A pesar de la
cercanía de dos CESACs, los residentes tienden a consultar fuera
del barrio, lo que indica barreras de accesibilidad local o
preferencia por servicios de mayor complejidad. Respecto a la
salud mental, la demanda es menor que la médica general, pero
presenta barreras significativas: la atención psicológica es más
limitada que la psiquiátrica, y las mujeres son quienes más
acceden a estos servicios. En salud sexual y reproductiva, se
destaca un uso diferenciado de métodos anticonceptivos según
edad y nivel educativo, con escasa utilización del DIU. En
detección de enfermedades oncológicas, el PAP y la mamografía
presentan niveles de cobertura elevados, similares a los de
CABA, mientras que el rastreo de cáncer colorrectal aún es
mejorable. En términos de morbilidad, la población presenta una
alta prevalencia autorreportada de diabetes e hipertensión,
aunque las mediciones en campo mostraron valores algo mejores
que los registros clínicos promedio, lo que sugiere potenciales
brechas en el diagnóstico, control o adherencia terapéutica. El
consumo de tabaco es alto, especialmente en adultos mayores.
Además, cuatro de cada diez hogares cuentan con al menos una
persona con discapacidad, lo que implica un impacto
significativo en las dinámicas familiares y en la necesidad de
servicios adaptados. Finalmente, el consumo problemático de
sustancias aparece como una preocupación comunitaria reconocida,
con foco en adolescentes y jóvenes, aunque persiste una
subestimación del problema a nivel doméstico, posiblemente
asociada a estigmas y mecanismos de negación.
En síntesis, Saldías combina condiciones materiales deficitarias
que refuerzan su perfil estructural de barrio vulnerado, aunque
con ciertos indicadores sociales y sanitarios más robustos de lo
esperado para barrios con características similares. Esta
combinación evidencia la heterogeneidad interna de los sectores
populares urbanos y reafirma la necesidad de que las políticas
públicas aborden, de forma simultánea, la reducción de las
desigualdades estructurales y la consolidación de mecanismos
efectivos de acceso a derechos. En este sentido, se vuelve
funda- mental sofisticar los métodos de relevamiento y análisis,
con el fin de capturar adecuadamente las múltiples dimensiones
que configuran la realidad social y sanitaria de estos
territorios.
Bibliografía:
1. Ministerio de Cultura de la Nación (2021). Proyecto Barrio
Saldías. Buenos Aires: Museo Roca, Consultado el 24 de febrero
de 2024.
2. Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires (2023). Barrios Populares Informales (BaPIs) tipo
villa de la Ciudad de Buenos Aires.
https://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/wpcontent/uploads/2023/03/ir_2023_BaPis.pdf
3. Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia (2014).
Guía conceptual y metodológica para la construcción del ASIS de
las Entidades Territoriales.
www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/ED/PSP/Guia%20ASIS%2028112013.pdf
4. Organización Panamericana de la Salud (1999). Resúmenes
metodológicos en epidemiología: Análisis de Situación de Salud
(ASIS). Boletín Epidemiológico. 1999, 1-3.
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Autores de la
publicación original: Aldana Frola, Ariadna De Meo,
Ariadna Fuentealba, Aylen Gonzalez, Bruno Filippelli,
Camila Aleman, Camila Dresney, Camila Romero, Candela
Sienkiewicz, Celina Goyeneche, Chiara Borini, Daiana
Soma, Edgardo Knopoff, Elizabeth Fernández, Federico
Altamiranda, Gian Luca Scola, Gino Ignacio Aravena
Rojas, Hilario Bielsa, Ignacio Narganes, Ingrid May,
Joaquín Lanuza, Josefina del Río, Juan Bakof, Julieta
Arilla, Leila Cañete, Leonardo Gomez, Lionel Gaggino,
Lorena Cruz, Lucas Goldin, Lucrecia Eva Sagodian,
Macarena Mendoza, Magdalena Puccio, Manuel Requejo,
Néstor Vázquez, Rita Bulla, Silvia Matilde Báez Rocha,
Sofia Balcker, Sofía Badi, Sofía Ledesma, Sofía
Monteverdi, Tamara Garcia, Vagner Schiehl Denzer, Yesica
Nelida Calvet.
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Publicación original:
Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la
UBA, Asociación Civil Salud en Red y Fundación Poliedro (2024).
El derecho a la salud en el Barrio Saldías - Censo
socio-sanitario y Análisis de Situación en Salud (ASIS) - 2024.
http://fundacionpoliedro.com/wp-content/uploads/2025/06/El-derecho-a-la-salud-en-el-Barrio-Saldias-Censo-socio-sanitario-y-ASIS-2024-Fundacion-Poliedro.pdf
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