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 Opinión

    
LOS NUEVOS MÉDICOS NO ELIGEN DEDICARSE A LA ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD:
¿ESTÁN LOS INCENTIVOS CORRECTAMENTE ENFOCADOS EN EL MERCADO LABORAL DE LA SALUD?

Por el Dr. Adolfo Sánchez de León (*)


La crisis del recurso humano en salud

La palabra crisis es, seguramente, la más utilizada para adjetivar el estado de situación de nuestro sistema de salud. Desde hace muchas décadas venimos escuchando y hablando de la crisis del sector.
La existencia de un sistema sanitario inequitativo en cuanto al acceso, ineficiente en cuanto al uso de los recursos, ineficaz y de baja calidad en cuanto a los resultados, producto de su altísima fragmentación y segmentación, constituye una de las mayores debilidades de las prioridades de la política argentina desde siempre y de un Estado de características corporativas.
A las clásicas características negativas del sistema (fragmentación, segmentación, ineficiencia, inequidad) se le suma el agravamiento de otro problema que amenaza con profundizar la crisis: el problema del recurso humano en general y la del recurso médico en particular.
La pandemia hizo caer el velo sobre el sistema. En la Argentina la salud no es uno de los sectores prioritarios, al contrario, solo se rescatan los comportamientos y los esfuerzos individuales y muchas veces voluntarios de su capital humano.
Pero esto impide ver muchas veces, las deficiencias estructurales que se arrastran y que tienden a agravarse con el desarrollo de las nuevas tecnologías, los cambios epidemiológicos y la rigidez de la cual hace gala el sector ante cualquier perspectiva de cambios que afecte intereses anquilosados.
El Covid-19 impuso desafíos adicionales al devaluado sistema, sacudiendo las organizaciones y forzando cambios en hospitales y centros de salud para superar las emergencias, con un alto grado de voluntarismo. El rol de los profesionales ha sido fundamental, y el capital humano es sin dudas el principal valor del sistema.
La pandemia mostró con crudeza la crisis del sistema y en especial la del recurso humano, poniendo en evidencia la ausencia de especialidades, el multiempleo, las bajas remuneraciones y el burnout a que son sometidos diariamente.
La crisis del recurso humano en salud es una bomba de profundidad que ya explotó hace años y que ahora está surgiendo a la superficie con cada vez más fuerza.

Las grandes preocupaciones en el tema recursos humanos en salud

Podríamos sintetizar en cuatro, las principales preocupaciones que aquejan al sistema de salud en el tema recursos humanos:
1) La cantidad y distribución del RRHHS, 2) Sus cualidades y habilidades, 3) La migración de los profesionales y técnicos de la salud y 4) El mercado laboral de la salud.
Desde esta perspectiva podríamos decir que, si bien la cantidad global de médicos en nuestro país pareciera más que suficiente, la distribución y cantidad de algunas especializaciones marcan un escenario muy complejo. Y si ampliamos la mirada hacia otras profesiones del sector como enfermería y las tecnicaturas por ejemplo el panorama se hace sombrío.
Los médicos migran en dos sentidos: en la geografía y en la especialidad que eligen (Vilosio, J; 2014). Esta definición la podemos ampliar al resto de las profesiones relacionadas con la salud.
La migración geográfica presenta una doble complejidad: la migración hacia otros países y entre las provincias.
Siguiendo a Vilosio: “Muchos clínicos y médicos de familia se orientan a especializaciones más rentables. Muchos médicos ya no “van” a esas especialidades donde el futuro previsible es el de burn out, pasando años de su vida en prolongadas jornadas laborales”.
También existe una migración constante entre los sectores públicos y privados de la salud e incluso al interior del sector público se observan “pases” desde hospitales públicos con leyes de carreras sanitarias rígidas en cuanto a lo salarial, hacia hospitales con diferentes formas estatutarias y posibilidades más flexibles de contratación.

El mercado laboral aparece aquí como el principal incentivo de estas migraciones tanto internacionales como internas provocando un perjuicio a la provincia o país que invirtió en la formación del recurso humano en salud pero que no logra retenerlo en desmedro de los países o provincias que basan su política en un fuerte reclutamiento por sobre la formación o como complementaria a ella.

El problema del mercado laboral

En primer lugar, debemos replantearnos si los incentivos están correctamente enfocados. Las políticas en salud de todas las jurisdicciones están basadas, dicen, en la Estrategia de APS y en la Promoción y Prevención de la salud dándole en los papeles un nivel preponderante al primer nivel de atención. Sin embargo, esta priorización no se observa a la hora de definir presupuestos o incentivos remunerativos.
Dice Vilosio muy acertadamente. “Más de cuarenta años después de empezar a hablar de la atención primaria de la salud, condimento presente en los discursos de todos los ministros y políticos desde entonces, la disponibilidad de médicos capacitados para el primer nivel de atención, tanto en áreas rurales como urbanas, sigue siendo un problema crítico en los sistemas de salud provinciales y municipales.
La cantidad adecuada de médicos en cada lugar, como es el caso de cualquier profesional que vende sus servicios en el sector gubernamental o en el privado, depende de un conjunto de estímulos relacionados con la remuneración, las condiciones de trabajo (un aspecto singularmente importante) y las expectativas de futuro”.
Paralelamente a esto, en los últimos tiempos, se viene verificando un cambio en el modelo del RRHHS de uno más vocacional y dispuesto al sacrificio individual con tal de aprender a uno que primero analiza la ecuación económica, el ámbito laboral, y las exigencias horarias antes de aceptar un trabajo.
El burnout que producen muchas especialidades, así como la inseguridad que está azotando cada vez más a los servicios de salud son otros dos factores que hacen desistir a muchos profesionales de seguir determinada especialidad o de aceptar trabajos en zonas inseguras, lo cual agrava aún más la crisis.
La feminización de la medicina y de otras profesiones de salud es otra característica que se viene verificando cada vez con mayor intensidad y, según muchos especialistas del tema, está relacionado (como causa para algunos, como consecuencia para otros) a una disminución de los ingresos del sector.
Este combo está impactando fuertemente en los sistemas de residencias, en los sistemas de emergencias médicas, en las especializaciones críticas y en general en todo un sistema de formación que también está en crisis.
El modelo de una medicina como actividad artesanal en el que el maestro transfiere conocimientos personalizados a sus discípulos ha cambiado definitivamente.

Priorizar la política de recursos humanos en salud

Debe existir un gran consenso a fin de lograr una reforma en el sector de los recursos humanos en salud. Sin esta reforma será imposible reformar el sistema de salud. Se debe comenzar con una reforma a la educación médica de grado y de postgrado (residencias médicas).
En cuanto al mercado laboral, se deben colocar correctamente los incentivos según el modelo que aspiremos. Si decimos que será un modelo basado en Atención Primaria de Salud, debemos remunerar adecuadamente al equipo de salud del primer nivel y organizar una red de servicios que de soporte a este nivel.
Se deben cambiar formas y mecanismos de pago de los servicios y especialmente a los profesionales. Cada vez es más frecuente observar diferencias entre las especialidades clínicas y las quirúrgicas y entre las que usan “aparatología” propia con las que no. Se debe ser innovador tanto en hospitales públicos como privados y financiadores.
Debe existir un alivio impositivo importante a los profesionales. Los niveles de presión impositiva hoy día son claramente confiscatorios.
Más allá de estas medidas u otras, lo importante es iniciar poniendo este tema como prioridad de agenda en el sector público en su conjunto. No sea cosa que, como siempre pasa, en breve sea demasiado tarde
 

(*) Médico Especialista en Salud Pública. Presidente Grupo PAIS


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