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Salud Corporativa


El mercado sufrirá importantes cambios este año

Un cóctel explosivo: copagos y aumentos

Los aumentos de las cuotas en las empresas de medicina prepaga y la introducción de los copagos plantean un escenario diferente al que se registró el año pasado para las empresas que se encargan de cubrir la salud de sus empleados, que a raíz de estas transformaciones deberán comenzar a tener un rol más activo en el diseño de los planes que contratan.

Con la participación de más de 250 directivos de las empresas más importantes del país, Mercer Human Resource Consulting realizó el 8º Foro de Recursos Humanos, un encuentro en el que se analizaron los cambios que se produjeron en los últimos meses en materia de salud corporativa, reforma previsional y evolución salarial. En forma simultánea al Foro se realizaron dos sesiones plenarias destinadas a monitorear el curso de la recuperación económica y los posibles cambios que plantea el escenario electoral y a explicar la problemática relacionada con la escasez de personal calificado y talentoso.
La apertura del 8º Foro estuvo a cargo de Daniel Nadborny, director general de Mercer Human Resource Consulting, quien aseguró que el presente año “arrancó con todo” en materia de cambios en lo que hace a las coberturas de salud que las empresas están adoptando para sus empleados y también “en lo vinculado a los aumentos salariales”, un tema donde la puja sindical en un año electoral “puede ser preponderante para la evolución económica del país”.
“El aumento de las cuotas en las prepagas, la reforma previsional y las negociaciones sindicales que comienzan complejizan con fuerza el diseño de una economía de los costos para las empresas, y esa situación se manifiesta en las coberturas de salud, que decididamente pasaron a estar bajo un severo análisis a la hora de analizar los costos globales”, precisó el director general de MHRC.
El contador y economista dijo que esta problemática se da “en un marco de crecimiento”, y manifestó que por ese motivo, a pesar de las incertidumbres propias de cada comienzo de año, “es un momento oportuno para contratar personal especializado que pueda demostrar su capacidad de agregar valor a los productos de una empresa”.
En ese contexto, en materia de salud corporativa ya se produjeron grandes novedades: los aumentos en las cuotas y la entrada en vigencia de los copagos, dos temas en los cuales, según Nadborny, “los empleados van a comenzar a tener cada vez mayor participación”.
“Otras preocupaciones vinculadas a la salud corporativa tienen que ver con las reformas al PMO, los cortes de servicio, la relación con los prestadores y con los colegios médicos y otras cuestiones vinculadas con las coberturas”, agregó.
En ese sentido Laura Roldán, consultora senior de salud y beneficios de MHRC, destacó que en el mercado argentino, según una encuesta sobre 90 compañías de primer nivel que se ocupan de la salud de sus trabajadores, “un 86% decidió aceptar los aumentos del 22% en las cuotas sin cambiar los planes, un 4% se volcó a la opción de los copagos a cargo de la compañía y un 10% eligió el sistema de copagos pero a cargo de los empleados”.
“Aunque este último porcentaje es chico, es casi seguro que va a crecer en los próximos años, y por eso el rol de los usuarios de los servicios va a comenzar a tener mayor preponderancia en los costos de los sistemas”, añadió Roldán.
“Esto está claro en todo el mundo, porque los costos de salud aumentan año a año y van a seguir aumentando, una razón por la cual es necesario contener los costos educando a los beneficiarios de los servicios para que aprendan a utilizarlos racionalmente”, sostuvo por su parte Nadborny.
Los aumentos que se produjeron en los planes de salud que las empresas les brindan a sus empleados varían entre un 18 y un 30 por ciento, lo que arroja un promedio del orden del 24%. Estos porcentajes, a raíz de su dispersión, abrieron un abanico de negociaciones “que tiene características especiales porque se empieza a tener muy en cuenta el tipo de población y la actividad a la que está volcada a la hora de diseñar las coberturas”, afirmó Laura Roldán.
“Entender la lógica del gasto médico resulta útil para gerenciar los costos para las empresas, que son las reales tomadoras del riesgo”, agregó.
En materia de precios de los servicios, las empresas se ven casi limitadas a elegir a sus proveedores de servicios, que muestran una integración vertical. “Esto es muy complicado, porque algunas entidades tienen precios preferenciales debido a la cantidad de beneficiarios que poseen y fijan los precios del mercado”, estimó Nadborny.
“En ese esquema, aparecen los copagos como una herramienta básica para contener o racionalizar los gastos, sobre todo analizando la demanda real y aquélla inducida por la utilización de la red y las necesidades de la población”, destacó Laura Roldán.
En la contención de gastos y de los consumos resulta fundamental la elección del proveedor de los servicios y el esquema de negocios que el mismo tiene. “Aquí cobra importancia establecer cuál es la población a cargo, qué hace la empresa por la misma y cuáles son los riesgos reales de consumo”, subrayó Roldán.
“Está claro que una persona con estrés consume más servicios que una que no trabaja sometida a esas presiones, y por eso la relación vida-trabajo que tenga una empresa va a dar una población más o menos consumidora que va a ir actuando sobre los precios de los planes en la medida que demande más o menos servicios”, agregó.
Si las empresas mejoran los planes que contratan existe el riesgo de que aumente la demanda de servicios a raíz de la imposibilidad que antes existía de acceder a los mismos. “Y si esto se hace sin una política de restricción, lógicamente va a aumentar la utilización de los servicios, las tasas y los precios de los planes”, aclaró Roldán.
“Esto plantea un montón de situaciones en las cuales las empresas pueden empezar a trabajar porque el riesgo real es de ellas, un motivo por el cual deben empezar a manejar la demanda y a entender a la población de forma tal que por lo menos los consumos y la tasa de utilización sea racional”, estimó Roldán.
Una herramienta útil para la racionalización de la demanda contenida es la inclusión de copagos, que según Roldán “empezaría a servir para que los empleados compartan los costos de los servicios”, y otra sería la inclusión de períodos de carencia o de permanencia. “Esto significaría que para cobrar los reintegros de un plan debo permanecer un año en el mismo, lo que en realidad indica que un año yo abono con mi prima los servicios que luego voy a utilizar”, consideró la consultora senior de salud y beneficios de MHRC.
“Esto puede ser útil para empezar a implementar planes de prevención, que en otros países del mundo resultaron ser muy efectivos para contener los costos y para hacer más rentables los planes que se contratan”, añadió.
“En estos casos hay que tener cuidado porque muchas veces se exige una cobertura sólo por su marca sin que se pueda explicar los beneficios que tienen las distintas alternativas de coberturas ofrecidas por diferentes empresas en relación con la población a la cual está destinada”, advirtió por su parte Nadborny.
Entre las dificultades que aparecen en el futuro inmediato para crear una cultura de la buena utilización de los servicios por parte de los usuarios, Roldán identificó como las más importantes a “la falta de información y el desconocimiento sobre las características de la población a cargo”, factores que según la analista “deberán empezar a modificarse para que las coberturas sean más eficientes”.
“Crear una fuerte cultura de que tanto las empresas como los empleados de las mismas pueden tener una fuerte injerencia en la determinación de los costos de los planes de salud que reciben es la tarea más importante a desarrollar en los próximos años para empezar a lograr estos objetivos”, culminó afirmando Laura Roldán.
 

LA EVOLUCION DE LOS SALARIOS

Los cambios en los precios de las coberturas de salud que las empresas contratan para sus empleados están atados a diferentes variables, y entre ellas a una que aparece como preponderante: las variaciones salariales. Por ese motivo ese tema fue abordado en el desarrollo del 8º Foro de Recursos Humanos organizado por Mercer Human Resource Consulting por Javier Tabakman, director de capital humano para el Cono Sur de MHRC, quien brindó los siguientes conceptos.
“En la actualidad, los salarios tienen el mismo poder adquisitivo que antes de la crisis de 2001, no obstante lo cual, a raíz de que se registra un crecimiento del orden del 8% del PBI por cuarto año consecutivo, la puja por incrementos será muy fuerte este año”, aseguró Tabakman.
“Esto repercutirá en los planes de salud, que lógicamente van a estar incluidos en esas negociaciones”, agregó.
“La brecha entre los índices de inflación y los índices de aumentos salariales comienza a achicarse, y si en 2007 se cumplen los pronósticos, esa brecha se habrá achicado aún más”, sostuvo el analista del mercado laboral.

 

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