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Las entidades representantes de las
redes prestadoras de servicios de terapia de sustitución
renal manifiestan la preocupación de sus asociados por la
falta de reconocimiento del INSSJP y otros financiadores
oficiales de los mayores costos de prestación.
La
Cámara Argentina de Servicios y Productos de Terapia de
Sustitución Renal y la Confederación de Asociaciones de
Diálisis de la
República
Argentina, entidades que representan a las redes de
servicios de diálisis que atienden a más del 95% de los
pacientes en tratamiento de nuestro país, manifestaron su
preocupación por la falta de reconocimiento del Pami y otros
financiadores oficiales de los mayores costos derivados de
los incrementos salariales en el convenio colectivo que
encuadra a la actividad.
“Las nuevas condiciones del Convenio Colectivo de Trabajo
número 108, vigentes a partir de diciembre de 2006, impactan
en forma significativa en los costos de producción de los
servicios”, remarcaron las entidades a través de un
comunicado conjunto.
“Conforme a las leyes vigentes, los Centros y Servicios de
Diálisis han dado cumplimiento a esta disposición siguiendo
las prácticas de conformidad ética y legal que siempre han
caracterizado al sector”, destaca el comunicado.
“Se suman al impacto del Convenio Colectivo los aumentos en
distintos rubros, como alquileres, servicios e insumos
específicos y generales donde algunos de ellos, como el caso
de la energía eléctrica, están también regulados por el
Estado”, agrega.
Ambas
entidades manifestaron su consternación ante la pasividad
mostrada por el Pami para incorporar en forma inmediata en
el módulo el aumento otorgado a los trabajadores que hacen
posible el desarrollo de esta actividad. “Y más cuando
mediante resolución Pami 120/07 se le otorgó a la totalidad
de las redes prestadoras de servicios de asistencia médica
de los niveles de atención I, II y III (“cápitas”) un
incremento del 25%, reconociendo en el acto resolutivo la
incidencia del costo salarial en las prestaciones de salud”,
indica el comunicado.
“No se comprende ni comparte el diferente tratamiento que se
le brinda a los prestadores de servicios de terapia de
sustitución renal, y esta demora sin explicación configura
una situación que podría ser interpretada como abusiva, de
posición dominante, a sabiendas de que la responsabilidad
médica y principios éticos que animan al sector lo inhibe de
adoptar medidas que impliquen discontinuar la atención de
pacientes”, advierte el comunicado elaborado por las dos
entidades.
“Nuestro país se ha caracterizado por su buen nivel de
accesibilidad a los servicios y por no hacer ningún tipo de
diferencias por la fuente de financiamiento de las
prestaciones brindadas a los pacientes”, aseguró por su
parte Guido Yagupsky, titular de la Cámara Argentina de
Servicios y Productos de Terapia Renal.
“La demora en el reconocimiento de valores actualizados nos
resulta inexplicable y es evidente el impacto que hemos
tenido en los costos de la prestación, que por ser soporte
vital para los pacientes, sólo puede brindarse con alta
calidad y sin interrupción”, agregó el directivo de la
Cámara.
Intentando
una negociación racional y con respaldo técnico, ambas
entidades encomendaron a la Universidad Torcuato Di Tella la
elaboración de un estudio independiente que refleje los
costos de prestación de este tipo de servicios. Los
resultados arrojaron una diferencia del 25% con los valores
actualmente reconocidos por el Pami y aún mayor en el caso
de otros financiadores públicos.
La actividad es altamente demandante de mano de obra
capacitada, tal como médicos nefrólogos y de otras
especialidades, personal de enfermería, asistentes sociales,
nutricionistas, psicólogos y otros integrantes del equipo de
salud, y se estima que el sector emplea a más de 7.000
personas en Argentina en 460 Centros y Servicios de Diálisis
y varias plantas de producción de insumos.
Por este motivo, el atraso en los valores, según Hugo
Ledesma, titular de la Confederación de Asociaciones de
Diálisis de la República Argentina, “lleva mucho tiempo y
los márgenes de la actividad son mínimos, algo que no nos
permite absorber estos mayores costos”.
“Nuestra vocación es continuar prestando los servicios, pero
creemos que nos están llevando a una situación límite que
puede afectar a todos”, agregó.
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SOBRE LA
PATOLOGIA
La insuficiencia renal crónica es una
enfermedad que afecta a 1.8 millones de personas
alrededor del mundo. Constituye la pérdida de la
capacidad del riñón de eliminar el exceso de agua y
toxinas del cuerpo, entre otras funciones. Cuando
esto sucede, es necesario realizar el trasplante de
un riñón de donante sano o el reemplazo de la
función utilizando un “riñón artificial”.
En la hemodiálisis, la sangre pasa por un filtro
especial de material sintético, eliminando agua y
toxinas, en un proceso extracorpóreo controlado por
una máquina de diálisis bajo supervisión médica. El
procedimiento es realizado tres veces por semana
durante cuatro horas.
En la Argentina hay cerca de 25.000 pacientes en
diálisis. La rehabilitación y calidad de vida ha
mejorado significativamente en los últimos años por
el avance de la tecnología y la nefrología y por el
prestigioso nivel de los profesionales locales. |
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