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En Fefara concebimos a los farmacéuticos en su nuevo rol e
integrados al equipo de salud, es por eso que a través de
nuestro servicio de excelencia farmacéutica ofrecemos
capacitación continua y sistemática.
Ya
decíamos en nuestro artículo anterior que a partir de la
entrada en vigencia de la nueva ley de promoción de la
utilización de medicamentos por su nombre genérico (ley Nº
25649 año 2002) y de acuerdo con las Bases del Plan Federal
de Salud (año 2004), donde se considera a la farmacia parte
de la red de servicios de salud y al farmacéutico integrando
el equipo de salud, enfrentamos un nuevo desafío: refundar
nuestra profesión.
Este nuevo rol que se nos pide, al que nosotros como
Federación adherimos, implica ejercer nuestra diaria
profesión centrada en una dispensación activa, que aconseje
y acompañe el proceso terapéutico del binomio
médico-paciente, ocupando el lugar para el cual fuimos
formados: “profesionales del medicamento”, actuando como
gestores del conocimiento en relación al medicamento.
Esta nueva función tiene como finalidad acceder y evaluar el
gran y dispar volumen de información que se dispone en esta
materia, tanto en formato tradicional como electrónico. El
propósito es en primer lugar, transformarla en información
útil para el médico, que lo ayude en el abordaje y
tratamiento de las patologías y, en segundo lugar, adaptarla
para facilitar su transmisión a la población y mejorar su
educación sanitaria.
Pero nuestro ámbito de desempeño no culmina allí. Cada vez
es más frecuente en países desarrollados, como eje, la
estrategia de la atención primaria para abordar la salud de
la población, la incorporación del farmacéutico integrando
ese equipo multidisciplinario.
El desarrollo de las responsabilidades del Farmacéutico de
Atención Primaria, se materializa en actuaciones orientadas
a diversos grupos poblacionales o entidades con las que se
interrelaciona: los profesionales sanitarios; las
estructuras de gestión y las de investigación; los usuarios
y finalmente, los otros niveles asistenciales del sistema
sanitario.
De acuerdo con esta clasificación, aceptada por varios
autores, las funciones que se derivan de cada uno de estos
ámbitos de actuación, son:
1. Derivadas de la relación con los profesionales
asistenciales que comprende: proporcionar información
objetiva y contrastada sobre medicamentos y productos
sanitarios; colaborar en la formación y docencia en materia
de medicamentos y productos sanitarios; ejecutar actividades
y programas dirigidos a mejorar el uso de medicamentos y
productos sanitarios y realizar la evaluación de su uso;
garantizar el cumplimiento de la normativa que regula la
prestación farmacéutica.
2. Derivadas de su integración en estructuras de
planificación y/o gestión sanitarias: incorporar elementos
relacionados con el uso de los medicamentos en las
herramientas de planificación y/o gestión de la atención
primaria; aplicar los estudios de utilización de
medicamentos como método proporcionado por la fármaco-
epidemiología para la detección de problemas y análisis de
los mismos; realizar estudios de la variabilidad en torno al
uso de medicamentos; apoyar al equipo del centro de atención
primaria.
3. Relacionadas con la investigación sobre medicamentos en
la atención primaria de salud, donde pueden distinguirse dos
tipos: realizar estudios de utilización de medicamentos y
ensayos clínicos.
4. Derivadas de la relación con los usuarios del sistema:
promocionar la educación sanitaria sobre medicamentos y
productos sanitarios en la población; y promocionar el
cumplimiento terapéutico de los pacientes.
5. Derivadas de la relación con otros niveles o centros
asistenciales: coordinar entre los centros de atención
primaria y el nivel de atención especializada; y también ser
coordinador entre los centros de atención primaria y las
oficinas de farmacia de su ámbito geográfico.
Los farmacéuticos estamos dispuesto a transitar este nuevo
paradigma de nuestra profesión, ya que estamos convencidos
que el medicamento es la herramienta terapéutica más
utilizada, con una triple repercusión para nuestra sociedad:
sanitaria, social y económica.
Recorrer este sendero implica contar por un lado, con las
garantías necesarias para obtener la viabilidad
económica-financiera, tanto de las oficinas de farmacias
como de los farmacéuticos. Hoy estas condiciones no se
cumplen, por el contrario cada vez más, vemos afectados
nuestros ingresos en detrimento último de la población.
Cabe preguntarnos entonces si la revalorización y
jerarquización de la profesión farmacéutica, tan mencionada
en la legislación vigente, fue lo suficientemente acompañada
por las herramientas necesarias para cumplir con la misma.
La capacitación permanente es la otra dimensión que debe
estar presente para este nuevo rol. Con tal objetivo FEFARA
por medio de su Servicio Excelencia Farmacéutica (SEF)
impulsa y pone a disposición cursos sobre las siguientes
temáticas.
- Formación en fármaco-economía para conseguir un mayor uso
racional de los medicamentos teniendo en cuenta
costo-efectividad de los mismos.
- Formación en el diseño de investigaciones, estudios y
estadísticas.
- Enseñanza en lectura crítica de literatura científica y en
farmacología terapéutica.
- Formación en atencion primaria.
Seguimos trabajando para adaptar nuestra profesión a las
políticas sanitarias, siempre condicionadas, y más aun en
estos tiempos a los cambios sociales y económicos, en
búsqueda de la cohesión de nuestro pueblo como factor
indispensable para el desarrollo sustentable y sostenible de
nuestro pais.
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