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La
alegría se hace patente en las caras de quienes circulan por
el Sanatorio Güemes: la reestructuración que ya había tenido
lugar en el edificio de Acuña de Figueroa ha llegado al de
la Av. Córdoba. Según Héctor Pezzella, director del
Sanatorio, “las renovaciones de la primera etapa forman
parte de un proyecto muy ambicioso que permitirá aumentar la
capacidad operativa para atender toda
la demanda prestacional”. En esta primera etapa, se ha
cumplido con la presentación del nuevo sector de guardia
que, de todas formas, espera aún más mejoras. Las
modificaciones generales permitirán sumar a la capacidad de
los consultorios externos un servicio de guardia renovado y
ampliado.
UNA NUEVA GUARDIA
Cerca de cumplirse los diez años de su reapertura, el
Sanatorio no sólo ha logrado desarrollar sus programas
médico – asistenciales, académicos y de investigación, sino
que también ha reestructurado por completo la torre ubicada
sobre Acuña de Figueroa, que cuenta actualmente con 28 pisos
y 450 camas. Es por eso que, ahora, el proyecto se ha visto
extendido hacia el edificio cuyo frente se encuentra sobre
la Av. Córdoba.
La programación de una nueva Guardia constituye parte
esencial del proyecto. Mientras que la actual, resultado del
éxito de la primera etapa del proceso, posee 1.000 metros
cuadrados, la renovación logrará que esta superficie se vea
duplicada. La nueva guardia se desarrollará en el 1°
subsuelo, donde se atenderá a los pacientes ambulatorios y
espontáneos, y también en la planta baja, que estará
destinada a la atención de emergencias, shock room, sala de
observación y hospital de día. Asimismo, se sumarán 150
camas más al Sanatorio, de las cuales casi 50 corresponderán
a neonatología.
UN SUBSUELO
AMPLIADO Y SECTORIZADO
El 1er subsuelo, que se dedicará a la guardia ambulatoria,
actualmente cuenta con 25 consultorios que están
sectorizados por especialidad: Clínica, Cirugía, Pediatría y
Tocoginecología. Cada una de estas especialidades cuenta con
una sala de espera independiente y con un office que,
destacó Pezzella, “permite una mayor accesibilidad de los
pacientes a la atención y un incremento de la capacidad
operacional de nuestro Sanatorio, además de posibilitar que
el personal de enfermería acompañe al trabajo del
profesional.”
Durante la realización de la segunda etapa del proyecto de
remodelación, muchos de los consultorios ubicados en el 1er
subsuelo serán reubicados y redimensionados. Es el caso de
los relacionados con Traumatología,
que van a ser estratégicamente trasladados a la planta baja,
teniendo en cuenta la reducida movilidad de los pacientes de
esa especialidad. Asimismo, el número de consultorios se
incrementará: serán 32 y atenderán la demanda de guardia y
la atención ambulatoria.
LA PLANTA BAJA,
EQUIPADA Y FUNCIONAL
La sala de emergencias, por su parte, contará con todo el
equipamiento necesario: la sala de reanimación y el shock
room tendrán la capacidad instalada y los servicios de apoyo
necesarios para evitar el movimiento del paciente. Es por
eso que los elementos complementarios básicos (laboratorio,
radiología y ecografía) se encontrarán dentro de la unidad
de guardia, lo que posibilitará, añadió Pezzella, “optimizar
el tiempo y el recurso de los profesionales”. La actual sala
de emergencias se verá potenciada no sólo por la
modernización, sino también por la ampliación que el
proyecto tiene prevista. Se duplicará la cantidad de
puestos, lo que permitirá mejorar la atención del paciente
crítico.
La remodelación de la planta baja prevé asimismo el diseño
de una entrada para ambulancias, que tendrán acceso directo
al shock room y a la sala de emergencias. La
reestructuración de la entrada también incluirá la
ampliación del sector de admisión, cuya nueva capacidad,
aclaró Pezzella, “nos habilitará para cubrir la demanda que
prevemos para el Sanatorio”. Actualmente, la Institución
recibe un promedio de 20.000 consultas mensuales en el área
de guardia y emergencias, cifra que, se espera, llegue a
duplicarse.
Al sector de entrada se sumarán los puestos de orientación y
el rediseño de la fachada, que se emparentará con el que ya
presenta la torre de Acuña de Figueroa. La intención, señaló
Pezzella, “es poder cambiar por completo la visión del
Sanatorio y seguir la línea ya trazada en el edificio de
Acuña de Figueroa”. La entrada en sí misma se verá ampliada
por el añadido de un terreno lindero que jugará un rol
central en el armado del nuevo acceso para ambulancias y
para los servicios de mantenimiento.
COMPROMISO CON EL
ALTO RIESGO: QUIROFANOS Y NEONATOLOGIA
La próxima etapa de remodelación también incluirá la tarea
central de la ampliación de los quirófanos. Por estos días,
el Sanatorio cuenta con 14 quirófanos y un promedio de entre
60 y 70 cirugías diarias. El proyecto tiene planeado sumar 4
nuevos quirófanos, cada uno con su hall de distribución y
sala de espera específicos. La integración de los edificios
que conforman el Sanatorio, detalló Pezzella, “contribuirá a
aumentar la capacidad operativa de los quirófanos”.
La neonatología es una de las especialidades que más
compromiso despierta en el Sanatorio. Pezzella indicó que
“nuestra población joven nos hace asumir un fuerte
compromiso con el sector neonatal porque, en general, los
embarazos que atendemos dentro del Sanatorio son de alto
riesgo”. Es por eso que el proyecto estipula la creación de
46 puestos especialmente equipados para neonatología. El
Sanatorio ya realiza cirugía neonatal, cirugía cardíaca
pediátrica y neurocirugía neonatal y pediátrica. Es
justamente la relevancia adquirida en esta especialidad la
que, según Pezzella, “nos posiciona como uno de los Centros
Asistenciales más importantes del país". |