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Urgencias, prioridades y soluciones |
Por el Dr. Jorge Gilardi
Presidente de la Asociación de
Médicos Municipales
de la CBA |
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Sin lugar a dudas, las dificultades
en los actuales trámites
licitatorios restan eficiencia en el
manejo de los fondos para la
adquisición de equipamiento e
insumos, fundamentales en la gestión
hospitalaria.
Se propuso recientemente una ley
para la apertura de trámites de
compras que se realizarán sin el
index que se toma habitualmente en
cuenta para calcular el ajuste
inflacionario, lo cual corre el
riesgo de perjudicar a los oferentes
que no puedan ajustar sus propuestas
al incremento real en el costo de
bienes y servicios. Y así se
desalienta su participación.
Hoy observamos dificultades en la
asignación de proveedores, demoras
en la iniciación de las reformas
edilicias pendientes, dilaciones en
tiempo y forma de todas las
inversiones necesarias.
Entre ellas, la disponibilidad de
150 millones de pesos destinados a
la compra de tecnología cuyo
tratamiento en la Legislatura de la
ciudad de Buenos Aires se ha
estancado por la excesiva
politización que rodea desde hace
tiempo, la discusión en torno a cómo
asignar dichos fondos.
Estas amenazas, del todo
injustificables, contrastan con las
perentorias necesidades de disponer
de aquellos recursos que garanticen
el funcionamiento operativo de los
servicios en los hospitales que
conforman la red asistencial de la
Ciudad de Buenos Aires.
En la opción a menudo equívoca entre
compras centralizadas o
descentralizadas, se descuida la
prioridad fundamental: si bien es
importante asegurar la transparencia
y honestidad de los procedimientos,
también lo es lograr una mayor
celeridad para adecuarse a la
renovación tecnológica, a la
provisión de insumos y a las
demandas asistenciales de los
pacientes usuarios.
En lo que respecta a demandas de
nuestros afiliados, la asociación se
colocó una vez más al frente de los
reclamos que han llevado adelante
residentes y concurrentes, para que
les sean reconocidos de manera
íntegra sus derechos de protección
laboral.
Y en esta línea de reclamos y
peticiones continuaremos abogando
por la creación de servicios de
Higiene y Seguridad Laboral, a ser
emplazados en los hospitales o bien
en cada una de las regiones
sanitarias de nuestra jurisdicción.
Estos servicios, que deberían
ajustarse a la ley 24.557 que
establece la prevención de riesgos
del trabajo, se abocarán a la
protección y mejoramiento continuo
del medio ambiente laboral y a la
evaluación de aquellas condiciones
que puedan amenazar al médico como
trabajador en el desempeño de su
tarea.
Ello implica que a través de la
lucha gremial, este reclamo pueda
incluirse en las convenciones
colectivas de trabajo y conservar
así la prioridad de proteger la
salud de quien atiende la salud.
Por su nivel de especialización, el
médico está llamado a jugar un rol
protagónico, brinda su conocimiento
para que dichos servicios trabajen
con evidencias científicas al
momento de elaborar sus dictámenes,
recomendaciones o valuaciones del
riesgo.
En tal sentido, se ha capacitado a
cuarenta y siete delegados en
prevención para brindar
conocimientos y destrezas que
contribuyan a lograr la vigilancia,
control y erradicación de los
riesgos del trabajo, así como
también promover el acceso a los
derechos que asisten a cada
profesional en materia de salud y
seguridad en su tarea.
En la gestión de recursos humanos,
se ha avanzado también en un diálogo
directo con la Asociación Argentina
de Anestesiología y el Ministerio de
Salud del GCBA para cubrir vacantes
de anestesiología en la Ciudad de
Buenos Aires; continúa planteándose
la baja disponibilidad de este
recurso crítico en la gestión
asistencial.
Mediante la sanción de la Ley de
Titularización que dispone la
inmediata y automática
regularización de quienes se
desempeñen actualmente en calidad de
interinos y en cargos de conducción
y ejecución, se ha dado otro paso
vigoroso para incrementar la
estabilidad laboral y definir las
estructuras hospitalarias.
La implementación de trámites
eficientes para resolver la compra
de insumos, el otorgamiento de
estabilidad laboral de los
profesionales, la cobertura de
cargos críticos y el afrontamiento
de los riesgos del trabajo mediante
dispositivos de prevención son
respuestas prontas para situaciones
urgentes, en la medida que ellas
puedan afectar el funcionamiento del
sistema o amenazar la seguridad de
los trabajadores de la salud.
Pero las cuestiones urgentes no
deben distraernos del objetivo
esencial: contribuir en el futuro
próximo a una mejor salud pública,
incrementar la oferta de servicios,
la accesibilidad a los mismos y la
calidad de atención.
En un contexto
político-institucional en el cual se
solicitan señales inequívocas de que
comience a delinearse una política
de salud, la Asociación de Médicos
Municipales acompañará aquellos
proyectos desarrollados en el seno
de los hospitales y que apuntan a
reformas edilicias, capacitación,
actualización de los recursos
humanos, desarrollo tecnológico,
investigación científica aplicada y
mejora de la gestión asistencial.
Sus resultados podrán evaluarse en
el mediano y largo plazo; no sólo es
en la inmediata coyuntura en la que
debemos resolver las urgencias que
este editorial destaca.
En suma, resolver lo urgente para
ocuparnos también de resolver lo
importante.
Allí descansa nuestro más
trascendental desafío. |
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