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El
jueves 19 junio un centenar de
reconocidos médicos de diferentes
especialidades se congregaron en el
salón principal de la Asociación
Médica Argentina para asistir al
Panel- Debate organizado por OSPAT,
La Obra Social del personal de la
Actividad del Turf. La temática que
motivó el encuentro tuvo como eje el
“Impacto de la Innovación
tecnológica en salud en la calidad
de vida de los pacientes” y surgió
ante la necesidad de repensar
cuestiones que afectan directamente
a la prestación médica, como es la
bioética y el avance tecnológico.
Los disertantes: Dr. Jose Alberto
Mainetti, Dr. Carlos Gherardi,
Rabino Sergio Bergman, Dra. Isabel
Pincemín brindaron perspectivas
fundamentales y heterogéneas para
analizar estas cuestiones.
En un claro gesto de apoyo al
espacio de debate propuesto por
OSPAT el Sr. Héctor Capaccioli,
Superintendente de Servicios de
Salud, inauguró el evento con un
discurso de apertura: “Hoy las obras
sociales de nuestro país son un
ejemplo de la prestación médica
asistencial. A través de las obras
sociales más de 16 millones de
argentinos tienen accesibilidad a
las prestaciones asistenciales”
puntualizó el Superintendente. En
este sentido recalcó tres aspectos
principales: la accesibilidad
universal, la capacitación del
recurso humano para enfrentar los
desafíos de la incorporación de la
tecnología y la necesidad de abrir
el debate sobre cuál es el modelo de
salud que deseamos los argentinos.
“Es una satisfacción que hoy podamos
estar hablando de temas que hacen a
la calidad de vida, de temas que
hacen a lo más sensible que tiene la
raza humana y que todo esto provenga
de una obra social, de un agente de
salud, una obra social que es modelo
y ejemplo. Una obra a imitar por
otras obras sociales”, expresó
Capaccioli. “Este es un panel de
jerarquía que llena de orgullo a los
organizadores y por eso mis
felicitaciones a OSPAT, porque en un
momento de tan crítico tienen la
audacia y la responsabilidad de
poner en el debate estos temas.
Porque saben que únicamente
administrando la obra social y
brindando prestaciones médicas no
alcanza, hay que generar este tipo
de ámbitos, que son muy saludables,
continuó el funcionario.
El primer disertante de la jornada,
el Dr. José Alberto Mainetti encaró
la temática a partir del siguiente
interrogante: “Bioética y
tecnologías convergentes: ¿un hombre
feliz?”. La exposición del Dr.
Mainetti osciló entre la poesía y la
reflexión filosófica. Nos habló de
la utopía dirigida a la búsqueda de
la eterna juventud. Hoy en día
expresada por la tetralogía
tecnológica. “La innovación
representa la trasgresión, la
ambivalencia y el contrasentido. Por
lo que deben resignificarse aquellas
cuestiones vitales contra las que
pretende lucharse, la muerte, la
vejez, etc.” detalló el
especialista.
Por su parte el Dr. Carlos Gherardi
articuló su análisis en torno a la
problemática “El imperativo
tecnológico y la calidad de vida”.
El Dr. realizó una reflexión
profunda sobre la relación entre la
bioética y la tecnología y sobre
cuál es el rol de la medicina en
este debate: “La bioética ha dado un
espacio multidisciplinario para
debatir todos los problemas de la
humanidad, incluso los que devienen
de la innovación tecnológica. Sin
embargo subsisten problemas aún no
superados como la muerte cerebral.”
sostuvo Gherardi y a continuación se
explayó sobre el principio de
responsabilidad: “el progreso
tecnológico puede no encontrar un
escrutinio moral, que es un límite
que debemos sí o sí llegar”. “La
tecnología alimenta un sistema de
creencias que permite su propagación
y perpetuación. Cuando la tecnología
se convierte en la herramienta y el
medio, se puede habilitar para
cualquier fin. Y concluyó: “Una de
las consecuencias es que la medicina
moderna modificó la relación entre
medico y paciente y advierte que si
se acepta indiscriminadamente todo
lo que nos propone la tecnología,
será más grave todavía”
Desde una perspectiva diferente el
Rabino Sergio Bergman propuso
repensar la práctica de la medicina
y la formación integral del médico:
“la relación entre dos seres como se
da en la medicina impone centrar la
acción no en la medicina como arte y
ciencia, en el acto de curar, sino
en la necesidad de formar al que
ejerce la medicina con una visión
humanística y ética que permita que
sea un servicio de vocación y no
sólo una profesión”. ¿Cómo entender
la incorporación de tecnología en
esta visión? se pregunta el rabino
“El límite de lo tecnológico es un
indicador más de la alienación. El
problema no es la tecnología sino el
hombre”. Y en este sentido, Bergman
propuso una visión ética basada en
valores, virtudes y saberes
interdisciplinarios para permitir la
interacción hacia una mirada más
humana, más ética. “Todos los
argentinos debemos ser médicos para
curarnos, ya que debemos buscar la
armonía, reunirnos hoy como
comunidad y pasar de lo patológico a
una república.”
A continuación, la Dra. Isabel
Pincemín tomó la palabra, y con un
enfoque muy cercano al del Dr.
Gherardi, desarrolló el tema de los
cuidados paliativos para abordar la
cuestión de la tecnología en la
medicina. La especialista se
pregunta sobre el porqué del frenesí
tecnológico y propone reflexionar
sobre cómo repercute este nuevo
paradigma en la práctica médica y
qué relación tiene esta
transformación con la crisis
cultural contemporánea.
“Hay una excesiva preocupación por
lo instrumental y poco interés por
la reflexión. La medicina es una
construcción cultural y debemos
reflexionar sobre cómo fue
construida a lo largo de la historia
universal. En el momento de su
perfección la tecnología se ha
vuelto irracional”, denuncia la Dra.
Pincemín, citando a Horkheimer,
filósofo alemán crítico del uso de
la razón instrumental.
Y tomando como caso los cuidados
paliativos, la especialista sostiene
que “El paciente que tiene el
diagnóstico de incurable viene con
un sufrimiento complejo, con
complementos sociales, económicos,
psicológicos y existenciales. Todos
estos aspectos deben ser tenidos en
cuenta, (tanto el saber del médico,
como el saber del paciente) ya que
le permiten al profesional decidir
si la tecnología indicada es
aceptable para el paciente y su
familia”, “es importante generar un
ámbito adecuado para un proceso
evaluativo” Hay que construir una
alianza terapéutica médico-paciente
como fruto del diálogo y del respeto
mutuo” propuso la Dr. Pincemín.
Finalmente
el Presidente de OSPAT, el Dr.
Carlos Felice, tomó la palabra para
formular el discurso de cierre del
encuentro, retomar los interrogantes
planteados por los disertantes y
esbozar algunas conclusiones.
“Gracias por estos análisis, estos
aportes tan esclarecedores. Éste es
un acto de apertura para empezar a
discutir de manera
interdisciplinaria estas cuestiones
tan fundamentales. Asistimos a la
realidad que nos impone la
tecnología y vemos que en cuestiones
de prestación de salud y
satisfacción de nuestros afiliados
el problema no está en la tecnología
misma sino que la discusión nos
lleva a otras consideraciones”
planteó el presidente de OSPAT.
“Como obra social, tenemos que
preguntarnos dónde estamos situados
frente a este debate. Nadie puede
negar que la innovación tecnológica
existe y como explicaron los
especialistas, debemos pensar en
términos morales éstas cuestiones”,
“Hay que debatir cómo queremos
llegar a los avances tecnológicos.
Hay una dualidad entre el avance
tecnológico y la realidad social de
los pacientes. El Estado tiene el
rol de pensar e implementar las
políticas para regular esta dualidad
pero al no ser suficientes, es
evidente que las organizaciones
sociales deben brindar este espacio
de debate. Esto es lo que buscamos
desde OSPAT, la Obra Social del
Personal de la Actividad del Turf.”
finalizó Felice. |