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Los ejes centrales de la charla sobre praxis médica
estuvieron puestos en los riesgos de la actividad
profesional y los alcances para lograr el desarrollo de
una práctica más segura que apunte a la disminución de
la siniestralidad.
La mesa de disertantes de Praxis Médica propuso
distintos enfoques desde las compañías aseguradoras,
repasó los riesgos de la práctica profesional médica y
planteó alternativas para llevar adelante una actividad
más segura, menos riesgosa y alcanzar una mayor
disminución de la siniestralidad. Con la coordinación
del doctor Néstor López Delgado, expusieron el doctor
Horacio Canto, gerente de Administración de Riesgos de
SMG Seguros; el doctor Rafael Acevedo, gerente de La
Mutual Argentina Salud y Responsabilidad Profesional; el
doctor Tito Luis Tomassini, director de la Unidad Médico
Legal de Prudencia Cía. Argentina de Seguros Generales;
el doctor Fabián Vítolo, gerente de Relaciones
Institucionales de Noble Aseguradora de Riesgo
Profesional y el licenciado Fernando Moneta, gerente
técnico y comercial de TPC Compañía de Seguros.

HORACIO CANTO:
AUDITAR ANTES DE ASEGURAR
El primero en tomar la palabra fue el doctor Horacio
Canto, quien se refirió a la gerencia de administración
de riesgo y los puntos básicos a considerar antes de la
contratación de un seguro de praxis médica. “Lo primero
que hay que tener en cuenta es la auditoría para poder
suscribir la póliza. Es importante saber qué se va a
asegurar. Hay verificaciones generales, y una serie de
requisitos básicos, como por ejemplo la puesta en marcha
de una evaluación operativa institucional”, resaltó
Canto, y agregó que SMG, la compañía de Swiss Medical
Group, “trabaja en principio sobre datos generales,
estadísticas, historia siniestral y servicios
tercerizados”.
En el Salón de Conferencias dispuesto para la
realización de “Quo Vadis Salud”, en el NH City &
Tower
Hotel, Canto profundizó sobre la importancia de la
prevención para el bienestar y la seguridad del
paciente: “El dato preocupante es que no hay una toma de
conciencia sobre la importancia de la prevención, no
sólo desde el punto de vista de disminuir los reclamos,
sino como aporte para la seguridad del paciente”. Por
ello manifestó que el objetivo de su Compañía es
“ejercer un rol destacado para fomentar esa
concientización, de los asegurados individuales y
también de las instituciones, sobre la importancia de
los programas de gestión de riesgos a fin de poner en
práctica una actividad más segura, disminuir
notablemente la siniestralidad para otorgar mayores
beneficios a ambos integrantes del binomio, que son
asegurador y asegurado”.
RAFAEL ACEVEDO: NUEVA LEY DE
DERECHOS DEL PACIENTE Y CONSENTIMIENTO INFORMADO
Acto seguido, el doctor Rafael Acevedo, de La Mutual
Argentina Salud y Responsabilidad Profesional, expuso
sobre la ley que aprobó el 21 de octubre el Senado,
referida a “los derechos del paciente, historia clínica
y consentimiento informado”.
Con cierto reparo, Acevedo aseguró que la normativa mira
fundamentalmente al paciente, y que, incluso, a los
profesionales de la salud les asigna obligaciones
significativas.

Además, señaló que “Los niños y adolescentes tienen
derecho a participar en decisiones médicas. Y esa
revocación o rechazo tiene que estar registrada. Es una
ley de orden público, sus derechos no son renunciables,
no se le puede hacer firmar la expresión de la renuncia
del paciente a esos derechos. Hace hincapié en la
autonomía, la voluntad, la confidencialidad de los datos
de la historia clínica y el resguardo de su intimidad en
cuanto a esa información”. Al respecto opinó que “eso
también impone un cambio de conducta a quienes hacemos
prevención y gestión de riesgo”. “Nosotros pedimos a la
institución la historia clínica, pero eso también ahora
requerirá la autorización del paciente de la entrega de
la documentación. El titular de la historia es el
paciente, y el obligado de la custodia es la clínica”,
resumió.
Según el gerente de La Mutual, la ley produce una figura
que es la información sanitaria. El paciente, su
conviviente o pariente hasta cuarto grado de
consanguinidad puede pedir a la clínica la información
sanitaria, que es lo que se le debe informar a quien
está siendo atendido cuando otorga el consentimiento
informado. “Es algo que hace al estadio previo, son
datos vinculados al diagnóstico, alternativa
terapéuticas, los riesgos que corre si no se somete al
mismo y los controles a los que debe someterse. Y luego
puede pedir la historia clínica. Todo esto debe estar
documentado por escrito”, se explayó el profesional.
Por otra parte, Rafael Acevedo se refirió al desarrollo
de La Mutual, que se creó en 2001 con el objetivo
central de “crear una necesidad y anticiparse a la
creciente litigiosidad por responsabilidad profesional
médica, en materia de cuestionamientos al obrar médico,
y con el desarrollo de un programa de protección
integral frente al riesgo médico legal”.
La Mutual, cuenta con un programa que atiende
necesidades generales. “Desde el punto de vista de la
microgestión se busca atender las necesidades de cada
grupo, cada sanatorio o clínica, porque cada grupo de
profesionales presenta una necesidad muy particular, que
requiere una atención específica”, señaló. Este enfoque
da como resultado mucha atención de consultas
preventivas, que no se han transformado en queja y
juicio, en buena medida porque se le ha dado un
tratamiento eficaz y rápido a cada consulta.
“Participamos activamente en más de 400 acuerdos
conciliatorios. Nuestra política es intentar conciliar
aquellos reclamos en los cuales hay riesgo, ya sea
porque hubo error o porque el criterio jurisprudencial o
judicial es riesgoso y el daño es muy significativo en
la salud del paciente”, añadió.
TITO TOMASSINI: LA MEDICINA
COMO ACTIVIDAD DE RIESGO Y CO-RIESGO
La mesa de praxis médica también estuvo integrada por el
médico Tito Luis Tomassini, de Prudencia Compañía
Argentina de Seguros Generales, quien hizo referencia a
la medicina como actividad de riesgo y co-riesgo.
“Los que la practicamos conocemos estos dos aspectos y
debe asumirse que en las atenciones de salud hay una
exposición permanente a la ocurrencia de eventos
adversos. Sin embargo, aún hoy hay dificultades de
asumir su ocurrencia, lo que deriva en dificultades para
la adopción y aplicación de mecanismos de prevención y
gestión de tales riesgos”, abrió su discurso.
Tomassini expuso sobre los índices porcentuales respecto
de los conflictos en materia de salud, actividad en la
que se centra la práctica aseguradora. “Si hacemos un
relevamiento de la geografía mundial sobre cómo se
distribuye la siniestralidad de medicina, se puede
resaltar que sólo el 15 por ciento se debe a la
ocurrencia de estos efectos adversos. Es decir, que el
85 por ciento de siniestralidad puede ser prevenible”,
sostuvo.
“Desde hace unos años hablamos de elaborar estrategias
de prevención. Uno va aprendiendo que éste es el
elemento fundamental para tratar de disminuir esa
siniestralidad, o mejor dicho estar mejor preparados
para asumir la defensa del acto profesional”, subrayó al
tiempo que destacó que lo que puede ofrecer la
administración de riesgo “son estrategias de defensa”.
“Existen dos casos: el individual y el de nivel
institucional”, remarcó.
Según Tomassini, para administrar el riesgo hay que
hablar de decisiones, siempre con apoyo de información y
libertad para ejecutarlas, respaldo político, idoneidad
y objetividad.
En cuanto al origen de las causas que administra
Prudencia en todo el país, el 25% se debe a infecciones.
En tanto que la actividad de traumatología, obstetricia,
cirugía general, clínica médica, ginecología y
pediatría, encabezan la lista de siniestralidad.
FABIAN VITOLO: MITOS Y VERDADES
Desde Noble ARP, Fabián Vítolo reflexionó sobre
“verdades a medias” en el escenario de la medicina y
exhortó a poner en práctica “un poco de razonamiento
para ver cuánto hay de cierto” en la materia.
En su alocución, habló de mitos, entre los que incluyó
que “en casi el 90 por ciento de reclamos por mala
praxis no hay responsabilidad de los médicos ni de las
instituciones”.
Según las estadísticas que presentó Vítolo, la tendencia
indicaría que “se ha incrementado la cantidad de juicios
por mala práctica” pero que “sólo en el 8 por ciento se
llega a una condena”.
“La sentencias son muy pocas, pero en la mayoría de los
casos por responsabilidad, o negligencia, no llegan a
juicio porque los abogados no las dejan correr. La
frecuencia continúa aumentando, hay mayor cantidad de
demandas. Las compañías recibimos aproximadamente una
demanda por día laboral. La severidad sigue siendo alta,
hay reclamos disparatados, algunos rondan los 27
millones de pesos”, subrayó Vítolo ante la mirada atenta
del auditorio.
De acuerdo con los datos de la compañía, la difusión de
los errores médicos creció al igual que los reclamos
genuinos y mejor fundados, es decir que los medios se
hicieron eco en mayor medida de los casos. “Cada vez se
ven demandas mejores fundadas que hay que defender con
muy buenos argumentos”, afirmó Vítolo que, además,
resaltó que “sigue vigente la otorgación del beneficio
de litigar sin gastos en la mayoría de los casos” y que
“hay un aumento de embargos preventivos”.
El problema, quizás de mayor preocupación para las
instituciones, es que “hay mayoría de médicos fuera del
sistema asegurador” y que existen “fallos dispares ante
casos similares” en materia de costos.
“Se dice que esta crisis de mala praxis genera que los
seguros cada vez más onerosos tengan una fuerte
incidencia en los costos del sector, pero lo que tiene
una fuerte incidencia es la alta litigiosidad y la
medicina defensiva”, reafirmó.
Incluso, como parangón, citó la situación que vive
Estados Unidos, donde “la suma de todas las primas de
mala praxis no supera el 1% del gasto en salud” mientras
“en la Argentina este porcentaje es mucho menor.
Para ratificar el rol fundamental de la compañía, Vítolo
enfatizó que “el seguro de responsabilidad profesional
es parte de la solución y no del Problema.
FERNANDO MONETA: CONCIENTIZAR
AL ASEGURADO
Sobre el cierre de la charla, una de las de mayor
extensión de la jornada, el licenciado Fernando Moneta,
de TPC Compañía de Seguros, se refirió a la importancia
de concientizar al asegurado a la hora de contratar un
servicio.
En ese
sentido, recomendó contactar a profesionales entendidos
en la materia, para evitar futuros conflictos. “Los
productores y asesores de seguros están regulados por la
ley 22.400 y están controlados por la Superintendencia
de Seguros de la Nación. Pero así como hay médicos con
diferentes especialidades, hay productores que tienen su
especialización”, indicó Moneta.
Y agregó: “Cuando el asegurado contrata un seguro es
para transferir al asegurador el riesgo de la mala
práctica profesional a través de una póliza de seguros.
Todas las pólizas, en mayor o menor medida, cubren el
riesgo de responsabilidad profesional”.
“Cuando vamos a concretar un seguro y hablamos con el
director médico tenemos en cuenta que la póliza es un
instrumento para ayudar a gerenciar el riesgo, no es un
cheque en blanco, es un decálogo de procedimientos y
normativas tendientes a disminuir el riesgo”, advirtió
Moneta, que además recalcó que “la obligación de la
compañía es ayudar al asegurado, al sector de la salud,
a que haya menos riesgos y siniestros, y por ende
mejores prestaciones y mejor salud”.
Una institución que decide contratar un seguro debe
tener en cuenta que esa póliza no será extensiva a los
profesionales de la salud que prestan servicios en
clínicas y sanatorios, de acuerdo a lo expuesto por
Moneta. Si bien existe la posibilidad de que los médicos
se incluyan dentro del servicio es necesario advertirlo,
lo que demandará otro costo. “Lo que no hay que perder
de vista jamás es que el asegurador mantiene indemne el
patrimonio del asegurado, que en la mayoría de los
casos, son sólo las instituciones”, alertó.
“Muchas veces los productores en su afán de venta
centran todo su discurso comercial en las ventajas,
beneficios, y lo oportuno que sería contratar el seguro
ya. Esto también es motivo de conflicto”, concluyó
Moneta.
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