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En el marco de la Seguridad Social
se están produciendo cambios de
importancia en materia corporativa
que, en general, son desconocidos
por el “gran público”.
Nos estamos refiriendo a los Planes
de Pensión que brindan las empresas
a sus niveles gerenciales para que,
al momento del retiro, cuenten con
un ingreso que les permita atenuar
el impacto económico que trae
aparejado el tránsito a la etapa
pasiva.
En efecto, prácticamente veinte años
atrás, en una muestra realizada
sobre 100 empresas de primera línea
-fundamentalmente internacionales-,
el 12 % de ellas había desarrollado
Planes de Pensión para sus niveles
gerenciales; en el año 2009 ese
porcentual se había incrementado
nada menos que al 64%, es decir que
dos de cada tres empresas de esa
misma muestra, ya contaban con
dichos planes.

¿Qué es lo que generó esta
expansión? Diego Deza, Director del
área de Pensiones de Towers Watson y
uno de los más importantes expertos
del país en el tema, nos señala que
“el sistema de seguridad social
argentino si bien otorga niveles
razonables de aproximadamente entre
el 45% y el 60% del salario al
retiro para remuneraciones
inferiores al salario máximo
computable ($9.351. por mes), por
encima de ese tope comienzan las
deficiencias del sistema, las que se
incrementan cada vez más a medida
que éstos se alejan del mismo”.

Naturalmente, no es ajeno a esta
situación y a la continua expansión
a futuro, la eliminación de las AFJP
por parte del Estado y
consecuentemente, a una fuerte
preocupación por la viabilidad del
nuevo sistema previsional, que está
basada fundamentalmente en:
Desequilibrio actuarial
Baja relación entre aportantes y
beneficiarios (actualmente 1.5
aportantes por cada jubilado, cuando
debería haber 3 activos por
retirado). La tendencia es a que
esta relación empeore a futuro
debido a una mayor expectativa de
vida y una menor natalidad. A esto
hay que sumarle el alto grado de
informalidad de nuestra economía en
la que sólo un 50% de los
trabajadores realiza aportes,
teniendo luego la posibilidad de
acceder a beneficios a través de
subsidios y/o moratorias.
Mal manejo de los fondos
Existe la percepción en los
aportantes que el Estado hace un
manejo político de los fondos, en
lugar de administrarlos con el fin
para cual fueron acumulados.
Demandas
Por falta de cumplimiento de los
compromisos asumidos, especialmente
en la actualización de los haberes,
existe un alto nivel de litigio que
representa un alto riesgo para el
sistema.
Un tema no menor que también ha
contribuido al desarrollo de estos
Planes de Pensión, es la necesidad
de las empresas de atraer y retener
personal clave, como así de renovar
ordenadamente sus niveles
ejecutivos, básicamente teniendo en
cuenta que el retiro anticipado es
uno de los temas más importantes que
las empresas tratan de resolver a
través de la implementación de estos
planes.
“En lo que también se han producido
cambios -nos explica Deza- es en el
“vehículo” externo elegido para la
administración de estos planes, ya
que hasta el año 2001 las Compañías
de Seguros de Retiro eran el medio
habitual. Sin embargo, a partir de
la crisis, el “default”, la
devaluación del peso y la
pesificación de la economía, las
empresas encontraron en los
Fideicomisos la figura ideal ya que
posee flexibilidad para el manejo de
las inversiones, logran mantener los
fondos legalmente independientes
tanto del administrador como de la
empresa y por último, son quienes
mejor se adecuan a la administración
de los retiros anticipados”.
En fin, como siempre amigo lector,
nuevas realidades generan nuevos
reacomodamientos. ¿Lo más
importante? Estar siempre entre los
que innovan exitosamente para ser
los mejores. |