:: REVISTA MEDICOS | Medicina Global | La Revista de Salud y Calidad de Vida
 
Sumario
Institucional
Números Anteriores
Congresos
Opinión
Suscríbase a la Revista
Contáctenos

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

:: Infórmese con REVISTA MEDICOS - Suscríbase llamando a los teléfonos (5411) 4362-2024 /  (5411) 4300-6119 ::
  

Opinión


 

¿Estamos frente al fin del modelo de bienestar?

Por el Dr. Héctor Barrios, Director de Towers Watson


A principios del mes de junio los diarios de todo el mundo se hicieron eco del mensaje que el Fondo Monetario Internacional les envió a los 16 países de la zona euro señalando la necesidad de proceder a tomar “acciones decisivas” para evitar que la crisis no destruyera la unión monetaria.
Si bien Grecia fue el “primer actor” en la crisis al ser el primero en anunciar ajustes presupuestarios, pronto los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero en España, Nicolás Sarkozy en Francia, David Cameron en Inglaterra e incluso Angela Merkel en Alemania, comenzaron a anunciar también sus propios ajustes.
Tal vez David Cameron, por ser quien accedió al poder más recientemente, fue el que habló más clara y sinceramente cuando expresó: “El ajuste va a afectar nuestra forma de vida”.
Claro, contundente. Sin dudas eso es lo que viene.
La pregunta es ¿Estamos acercándonos al final del “estado de bienestar”? Ese modelo que nos enseñaron a admirar en la mayoría de los países europeos ¿llegó a su fin?
Los salarios de la administración pública, sus aguinaldos, la edad de jubilación, los seguros de desempleo, el modelo de atención médica, todo está bajo revisión.
El mandato es doloroso pero simple: deben reducirse los déficit de los presupuestos y para hacerlo –teniendo en cuenta que por su dimensión no es posible hacer una rápida mejora en los ingresos- no hay otra forma que disminuir los gastos.
Pareciera que es así, en materia de salud por lo menos. De hecho, tanto España, como Francia y Portugal están estudiando, entre otros cambios, una disminución en materia de cobertura de medicamentos y en la gratuidad de la atención médica. El planteo es simple: ¡o se recortan las prestaciones o se incrementan los ingresos! Los restantes países, no me cabe ninguna duda, los seguirán tarde o temprano.
Para tener más claro el sistema vigente, veamos el modelo de arancelamiento de algunos países de la eurozona:
En Francia se cobra un 1 Euro por una consulta médica –está vigente desde 2005-. En Portugal la visita ambulatoria en un Hospital cuesta 2,20 Euros. En Italia, si bien la consulta con los médicos especialistas está arancelada, la consulta con el médico de familia es gratuita. En Inglaterra la atención de los médicos de familia también es gratuita.
En casi todos los países se percibe que la gratuidad ha sido una de las causas que generaron que el sistema se encuentre sobreutilizado (algunos países, como Italia, han establecido penalidades económicas para los casos de urgencias no justificadas).
Si bien como se dice siempre “las comparaciones son odiosas” no podemos ignorar lo que pasa en la Argentina. En lo “macro” tenemos un sistema fantástico, que todo lo cubre y “todo lo puede”. En términos comparados la Argentina no tiene nada que envidiarle a ningún modelo ni a ningún país.
El problema es en lo “micro”. La atención de la salud por parte de los gobiernos, tanto nacional como provincial y municipal, deja mucho que desear. El Hospital Público está colapsado. No podemos decir que la atención en el Hospital Público sea un modelo de nada, ni para nadie.
En el sistema de Obras Sociales y de medicina prepaga las esperas de turnos se han multiplicado en tiempo y la brevedad de las consultas son un signo inequívoco del estado de cosas. Por otra parte, los mejores médicos siguen saliendo del sistema y se transforman en exclusivos de aquellos con capacidad de financiar la consulta en privado.
Finalmente, la mayoría de los profesionales que aún están en el sistema se muestran disconformes y se sienten maltratados económica y profesionalmente.
Todavía no queremos aceptar que la gratuidad, el modelo “sin límite y sin cargo” –o con copagos totalmente desactualizados-, no nos está llevando al objetivo que imaginábamos.
Como reflexión final se me ocurre que deberíamos aprender de las crisis “ajenas” y tomar las decisiones necesarias para encontrar el rumbo que necesitamos. Todavía estamos a tiempo para que nuestro sistema pueda mejorar y transformarse en un modelo posible.

 

SUMARIO

 

Copyright 2000-2016 - Todos los derechos reservados, Revista Médicos