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Una pregunta que siempre surge en las empresas y
personas vinculadas al sector de software para el sector
de la salud, es por qué los presupuestos que estas
instituciones dedican al área informática son siempre
tan escuetos.
Y, básicamente, hallamos dos respuestas. La primera es
que muchas organizaciones no disponen de cuadros
emergidos de escuelas de negocios o especialistas que se
vinculen con la gestión de la salud, y por lo tanto no
valoran lo que la informática puede hacer para mejorar
sus balances, su eficiencia y su calidad en cuanto al
tratamiento y atención de la gente que consume sus
servicios.
Este tipo de empresa con gestión no profesional, ve a la
informática como un gasto y no como una inversión, por
lo cual el razonamiento lineal a la hora de prever el
presupuesto es “no gastar”.
El argumento pivotea en la necesidad de priorizar
egresos más tangibles como son los insumos
hospitalarios, la maquinaria de rayos o equipos de
diversa aplicación. No hay nada más lejos de una
decisión inteligente. Hoy en día resulta imposible
diseñar y generar un proceso de cambio y de mejora
cualitativa sin el valor agregado que ofrece la
tecnología informática.
La segunda respuesta en contraposición a la primera, es
que no es cierto y dan como argumento que las mejores
instituciones resultan ser las que han invertido en
tecnología y se han capacitado para prestar la mejor
calidad de servicio posible al cliente. Por supuesto que
aquí no estamos evaluando la calidad en la atención
médica o de tecnología de base sino del funcionamiento
general de la institución los cuales son un condimento
Sine qua non.
El funcionamiento de cualquier empresa está regido por
los procesos que ocurren desde el ingreso de un evento
externo, su transformación dentro de un circuito interno
y su salida con un valor diferenciado. También debe
concebirse a los proveedores y clientes dentro del
circuito de valor de la empresa.
En este sentido se ha avanzado enormemente en los
últimos años en la construcción de herramientas
informáticas que regulan la información y proveen la
lógica del negocio y de los procedimientos para el
control de los procesos. De tal forma lo que acontece es
que dejamos de ver programas aislados desarrollados en
tecnologías antiguas, interactuando a través de
interfases -incluso manuales-, por sistemas integrados,
con gestión administrativa, médica y contable, y siempre
con un tablero de control para monitorear el flujo de
las variables.
Los software denominados ERP (Enterprise Resource
Planning) han sido concebidos para mejorar los procesos,
el control de costos, proveer de indicadores para
monitorear la gestión general y brindar una mejor
calidad de servicio a los clientes internos y externos
de la organización. Existen ERP específicamente
orientados a instituciones de Salud. Ellos abarcan toda
la problemática del funcionamiento de una organización,
desde sueldos y jornales a historias clínicas, desde
consultorios médicos hasta internación, desde prácticas
médicas a asientos contables y presupuesto.
El salto cualitativo de cualquier empresa que pretende
maximizar beneficios, reducir costos y brindar calidad
en sus procesos, está estrictamente relacionada hoy en
día con este tipo de soluciones informáticas cuyos
costos dejaron de ser prohibitivos. Entonces la pregunta
del origen se restringe simplemente a un problema de
visión. Quien no mejore sus procesos pierde dinero,
prestigio y oportunidades. La realidad es que el
departamento de Sistemas se ha convertido en un área
clave y estratégica para cualquier organización.
Si
su situación es haber invertido en sistemas de calidad
que mejoren la gestión de su Institución, ha hecho lo
correcto. Pero la realidad demuestra que los que los que
aplican a la segunda respuesta están en minoría absoluta
en la Argentina. Si su situación responde a la primera
respuesta, el único consejo posible es que es momento de
arriesgar para sobrevivir. Los sistemas no son un gasto,
son una inversión equiparable o superior a cualquier
inversión en inmuebles, mobiliarios, maquinarias e
insumos.
Si usted está en búsqueda de mejor gestión hay una buena
noticia: “no debe ir muy lejos”, hay varias empresas
nacionales con productos destacados a nivel
internacional. Como es sabido, la Argentina se ha vuelto
una fábrica de software y las empresas más cotizadas,
hoy montan sus laboratorios en nuestro país. Caso como
éstos son IBM, Cisco, HP. La calidad técnica y la
preparación universitaria de nuestros recursos es
privilegiada y la consecuencia es software de
exportación de alta calidad. Para dar una idea de esto,
basta decir que las exportaciones argentinas de software
han crecido a un ritmo anual del 25% constante en el
último lustro.
Por ello hoy el desafío para muchas clínicas, sanatorios
y hospitales es tecnificarse y competir con mejores
herramientas. Deben garantizarse en la elección, las
características que deben comprobar los ERP a saber:
Workflow de tareas; Gestión contable automática; Gestión
de facturación automática; Gestión de planes de
cobertura; Auditoría global automática; Autorizaciones
on-line; Padrones relacionados a cuentas corrientes;
Estandarización de Contratos; Tablero de Control;
módulos de servicios. Además deben ser: Integrados,
paramétricos y deben funcionar en tiempo real.
Finalmente mi recomendación para la implementación de un
ERP es que debe tratar de mantener la mayor cantidad de
procesos estándares que el ERP provee y sólo solicitar
modificación de código ante la seguridad y certeza de
una mejora o una ventaja competitiva.
BENEFICIOS DE
UN ERP
-
Rentabilidad de las implementación ERPs =>D de la
competitvidad.
-
Estandarización e integración de los procesos
-
Disponibilidad y calidad de datos
-
Ciclos
de los procesos más cortos
-
Tasas
de retorno sobre la inversión (ROI entre el 10% y el
30%)
-
Ventajas competitivas hacia la competencia
-
Mejor
reputación
-
Mejor
análisis médico
-
Mejor
control
-
Satisfacción del Cliente
-
Reduce
errores
-
Mejor
coordinación entre áreas
-
Facilidad de acceso a la información del paciente
-
Análisis estadísticos y reportes.
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