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El año pasado hemos instalado el
tema de seguridad en la agenda. Los
médicos se convirtieron en víctimas
de los ataques y la violencia se
incrementó en la toma del Parque
Indoamericano durante los aciagos
días del mes de diciembre.
Nosotros redoblamos los reclamos
para que los profesionales tengan
seguridad. El año pasado los médicos
salieron a la calle para que la
gente sepa qué estaba pasando y
muchos no lo creían. Hay situaciones
que son alarmantes. En la Capital
Federal los jóvenes son los más
agresivos, muchos llegan excitados
por los efectos del alcohol o
drogas.
Nosotros afirmamos que una sociedad
que no cuida a quienes cuidan está
enferma. Estas agresiones son
señales de descomposición social. El
año pasado tuvimos 100 casos entre
denunciados y comentados
informalmente. Hay barrios de
emergencia en que nos cobran peaje
para entrar, una verdadera locura. Y
no nos queremos acostumbrar a vivir
con eso. Tuvimos una reunión con los
Ministros de Salud y Seguridad de la
Ciudad en las que empezamos a
analizar acciones. Nos cuidamos
nosotros pero también a los
pacientes, a quienes debemos llegar.
Es importante saber que hoy el 45
por ciento de los argentinos se
atiende en los hospitales, aunque
sólo se dedica el 23 por ciento del
gasto público.
En este sentido, cabe señalar que
ante la creciente ola de agresiones
la Asociación de Médicos Municipales
reorientó los servicios de los
letrados. Nuestros abogados primero
defendían a los médicos por las
acusaciones de mala praxis, pero en
los últimos años los tienen que
proteger de los ataques, las
amenazas y los golpes de los
pacientes.
Nuestras estadísticas nos indican
que la espiral de violencia aumentó
desde 2007 y la institución tiene un
número de asistencia las 24 horas
del día.
Un dato es contundente: de cada diez
médicos, ocho sufrieron algún tipo
de ataque, pero sólo dos hace la
denuncia; sin embargo, en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires en los
últimos tres años las denuncias
subieron de 8 a 19 y si se tiene en
cuenta la proporción de las
agresiones se llegarían a los casos
con resultados estadísticos anuales.
POLITICAS
DE SALUD
La AMM siempre habló de la necesidad
de implementar políticas públicas de
salud. Esto es asignar más recursos
al área, aumentar los insumos, los
nombramientos, terminar con la
capacidad ociosa edilicia y todos
aquellos factores que provocan
largas colas para atenderse, listas
de espera y demás, porque eso
también provoca que la gente se
altere y en muchos casos, no
siempre, termine poniendo como
enemigo al médico.
El gasto en salud no es un gasto, es
una inversión y es lo que, en
definitiva, termina marcando a la
sociedad.
En la mesa de negociación también
estará el tema salarial. El año
pasado conseguimos un significativo
aumento de 32 por ciento, una de las
cifras más altas obtenidas; además
de que los residentes fueron
incorporados a las paritarias. El
compromiso es seguir trabajando para
la mejora salarial de los médicos
municipales.
Con todo, también tenemos
expectativas que van más allá de los
macro y tiene que ver con el
crecimiento de la institución. Hoy
nos enorgullece ver el crecimiento
de nuestro Polideportivo que ha sido
un punto de encuentro para los
profesionales durante el verano.
Todavía tenemos cosas para hacer.
Insistimos en la lucha de este
gremio por la recuperación del 82%
móvil y por la suba del mínimo no
imponible. El Comité Ejecutivo y
nuestros abogados se reunieron con
legisladores nacionales y locales
para plantearles nuestra posición,
tanto sobre la ley como sobre la
brutal inequidad del descuento del
mínimo no imponible en los valores
actuales. La ley fue vetada, pero
nunca bajaremos nuestras banderas.
El 82% móvil es algo que el Estado
le debe a nuestros jubilados,
quienes fundaron este gremio e
hicieron grandes los hospitales
públicos. La Argentina misma tiene
esta deuda con cinco millones de
compatriotas.
En un año con un desafío importante
no sólo para los profesionales, sino
para las autoridades que deben dar
las respuestas adecuadas y sin
fisuras.
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