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Opinión


 

Otra vez la discusión sobre la Desregulación de las Obras Sociales

Por el Dr. Héctor Barrios,
Director de Towers Watson


¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de a Desregulación de las Obras Sociales?
A la libertad de cualquier afiliado que, no conforme con las prestaciones que le brinda la Obra Social de su actividad gremial específica, decide cambiarse a otra Obra Social que presta servicios, ya sea en forma directa o a través de empresas de medicina prepaga.

Veamos algunos números para conocer el fenómeno:

  • Sobre un total de 245 Obras Sociales del sistema –Obras Sociales Gremiales, de Dirección y por Convenio- 25 de ellas, es decir prácticamente el 10%, concentran la gran mayoría de las opciones de cambio realizadas.

  • Desde que comenzó a operar la desregulación más de 2.600.000 opciones tuvieron como destinatarias a alguna de las 25 Obras Sociales comentadas.

  • Es decir que aproximadamente 200.000 personas al año y algo menos de 17.000 por mes, prefieren estas entidades a sus Obras Sociales de origen.

Ahora bien, para entender el porqué de este proceso, trataremos seguidamente de señalar, en líneas generales, qué es lo que diferencia a la mayoría de las Obras Sociales de los gremios respecto de las empresas de medicina prepagas.

Previamente deben hacerse dos salvedades:

1) Cuando hablamos de Obras Sociales gremiales estamos describiendo lo que es habitual encontrar en la mayoría de ellas y en la seguridad que probablemente exista más de una entidad que no se encuadra en la descripción general.
2) Cuando hablamos de empresas de medicina prepagas nos referimos a lo que es la práctica dominante en el mercado para las cuatro organizaciones (Galeno, Medicus, Omint y Swiss Medical) que nuclean a la mayoría de los asociados de este tipo de servicios. A esta nómina podría perfectamente sumarse OSDE –receptora de una parte importante de la desregulación- con la aclaración que se trata de una Obra Social y no de una empresa de medicina prepaga.

Veamos entonces las principales diferencias:

  •  La mayoría de las Obras Sociales gremiales tienen un Plan Médico único, no importa cuál sea el aporte del beneficiario. En las empresas de medicina Prepagas el diseño del Plan Médico está en relación directa con el precio que la persona paga (ya sea por aportes y contribuciones, como por el pago de una cuota mensual).

  • Las cartillas médicas de las Obras Sociales son en general acotadas, es decir de menor accesibilidad. La atención se hace mayormente en “Policonsultorios” debiendo en la mayoría de los casos, salvo urgencia, aguardarse varias semanas para obtener un turno. En las empresas de medicina Prepagas el socio cuenta con una cartilla donde puede elegir el profesional que lo atenderá en su consultorio. La espera está en directa relación con el prestigio que ese profesional tiene.

  • La nómina de instituciones sanatoriales en las Obras Sociales es en general reducida y no incluyen las Clínicas y Sanatorios de mayor prestigio. Las empresas de medicina prepagas cuentan con las entidades de mayor prestigio y cada una de ellas es titular de tres o más instituciones (aquí debemos exceptuar a OSDE, que no cuenta con “camas propias”, según la jerga de la industria).

  • La cantidad de farmacias donde se pueden comprar medicamentos con descuento es sumamente más importante en las empresas de medicina prepagas que en las Obras Sociales Sindicales. En muchos casos, la relación es 10 a 1.Es decir que la accesibilidad para obtener el beneficio es claramente diferente. Por otra parte, en no pocas Obras Sociales existe lo que se denomina “Vademecum”. Esto significa que solo los medicamentos y marcas incluidas en ese listado están cubiertos. Naturalmente, el resto debe ser abonado en su totalidad por el afiliado.

  • En materia odontológica ocurre algo similar a la atención médica. La atención en las Obras Sociales sindicales se realiza en Clínicas Odontológicas, en tanto que en las empresas de medicina prepagas, además de esas Clínicas, incluyen listados de odontólogos con atención en sus consultorios.

  • En las Obras Sociales sindicales muchas veces la atención Médica y la cobertura Odontológica general se encuentra arancelada en tanto que en las prepagas es, como regla general, sin cargo alguno.

Naturalmente, podríamos continuar señalando más diferencias, pero nuestro objetivo es solo señalar las más importantes, o sea aquellas que han llevado, como ya señalamos, a más de 2.600.000 personas a solicitar un cambio de cobertura, es decir a “desregularse”.
¿De qué podemos acusar a la gente que ha hecho uso de su opción de cambio? Sólo de querer contar con una mejor cobertura médica a partir del principio de equidad: aportan más dinero que ellos y por lo tanto sienten que deberían tener más beneficios que el promedio. No aceptan la ¨solidaridad¨ que le quieren imponer porque iguala para abajo.

¿Qué la desregulación podría haberse hecho mejor? Probablemente. Pero decididamente la solución no es suprimirla.

Se ha creado una falsa antinomia de “prepagas versus obras sociales”, dando así la sensación que defender la Desregulación, es defender a las empresas de medicina prepaga. Lo que estamos defendiendo es un modelo en donde se pueda elegir libremente, de forma tal que nadie sea cautivo de una Obra Social, porque fue precisamente esa cautividad que alguna vez supo tener el sistema, la que generó los peores resultados en materia de servicios.
Por último un “par de líneas” y la exposición de mi posición con respecto a la idea que se encuentra circulando en estos días respecto de eliminar la Administración de Programas Especiales –APE- y transformar el actual modelo de seguro en uno donde el Estado sea el proveedor como único comprador.
¿No está probada ya la eficacia del Estado a través de la gestión que hace del Hospital Público?
El modelo social europeo del que tanto se ha hablado, donde el Estado es el efector y quien concentra la prestación del servicio, es viable a partir de que quienes lo administran son Franceses, Alemanes, Ingleses, etc. etc. ¿Supongo que no debo aclarar nada, verdad?
Imagine usted amigo lector que requiere una prótesis quirúrgica urgente y se la debe proporcionar un organismo del Estado, comprada por el Estado…, ¿qué pasará con su salud?
Por favor, pongamos la energía en pensar cómo mejorar el sistema, no en empeorarlo.

 

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