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¿A qué nos estamos refiriendo cuando
hablamos de a Desregulación de las
Obras Sociales?
A la libertad de cualquier afiliado
que, no conforme con las
prestaciones que le brinda la Obra
Social de su actividad gremial
específica, decide cambiarse a otra
Obra Social que presta servicios, ya
sea en forma directa o a través de
empresas de medicina prepaga.
Veamos algunos números para conocer
el fenómeno:
-
Sobre un total de 245 Obras Sociales
del sistema –Obras Sociales
Gremiales, de Dirección y por
Convenio- 25 de ellas, es decir
prácticamente el 10%, concentran la
gran mayoría de las opciones de
cambio realizadas.
-
Desde
que comenzó a operar la
desregulación más de 2.600.000
opciones tuvieron como destinatarias
a alguna de las 25 Obras Sociales
comentadas.
-
Es decir que aproximadamente 200.000
personas al año y algo menos de
17.000 por mes, prefieren estas
entidades a sus Obras Sociales de
origen.
Ahora bien, para entender el porqué
de este proceso, trataremos
seguidamente de señalar, en líneas
generales, qué es lo que diferencia
a la mayoría de las Obras Sociales
de los gremios respecto de las
empresas de medicina prepagas.
Previamente deben hacerse dos
salvedades:
1) Cuando hablamos de Obras Sociales
gremiales estamos describiendo lo
que es habitual encontrar en la
mayoría de ellas y en la seguridad
que probablemente exista más de una
entidad que no se encuadra en la
descripción general.
2) Cuando hablamos de empresas de
medicina prepagas nos referimos a lo
que es la práctica dominante en el
mercado para las cuatro
organizaciones (Galeno, Medicus,
Omint y Swiss Medical) que nuclean a
la mayoría de los asociados de este
tipo de servicios. A esta nómina
podría perfectamente sumarse OSDE
–receptora de una parte importante
de la desregulación- con la
aclaración que se trata de una Obra
Social y no de una empresa de
medicina prepaga.
Veamos entonces las principales
diferencias:
-
La
mayoría de las Obras Sociales
gremiales tienen un Plan Médico
único, no importa cuál sea el aporte
del beneficiario. En las empresas de
medicina Prepagas el diseño del Plan
Médico está en relación directa con
el precio que la persona paga (ya
sea por aportes y contribuciones,
como por el pago de una cuota
mensual).
-
Las
cartillas médicas de las Obras
Sociales son en general acotadas, es
decir de menor accesibilidad. La
atención se hace mayormente en
“Policonsultorios” debiendo en la
mayoría de los casos, salvo
urgencia, aguardarse varias semanas
para obtener un turno. En las
empresas de medicina Prepagas el
socio cuenta con una cartilla donde
puede elegir el profesional que lo
atenderá en su consultorio. La
espera está en directa relación con
el prestigio que ese profesional
tiene.
-
La
nómina de instituciones sanatoriales
en las Obras Sociales es en general
reducida y no incluyen las Clínicas
y Sanatorios de mayor prestigio. Las
empresas de medicina prepagas
cuentan con las entidades de mayor
prestigio y cada una de ellas es
titular de tres o más instituciones
(aquí debemos exceptuar a OSDE, que
no cuenta con “camas propias”, según
la jerga de la industria).
-
La
cantidad de farmacias donde se
pueden comprar medicamentos con
descuento es sumamente más
importante en las empresas de
medicina prepagas que en las Obras
Sociales Sindicales. En muchos
casos, la relación es 10 a 1.Es
decir que la accesibilidad para
obtener el beneficio es claramente
diferente. Por otra parte, en no
pocas Obras Sociales existe lo que
se denomina “Vademecum”. Esto
significa que solo los medicamentos
y marcas incluidas en ese listado
están cubiertos. Naturalmente, el
resto debe ser abonado en su
totalidad por el afiliado.
-
En
materia odontológica ocurre algo
similar a la atención médica. La
atención en las Obras Sociales
sindicales se realiza en Clínicas
Odontológicas, en tanto que en las
empresas de medicina prepagas,
además de esas Clínicas, incluyen
listados de odontólogos con atención
en sus consultorios.
-
En
las Obras Sociales sindicales muchas
veces la atención Médica y la
cobertura Odontológica general se
encuentra arancelada en tanto que en
las prepagas es, como regla general,
sin cargo alguno.
Naturalmente, podríamos continuar
señalando más diferencias, pero
nuestro objetivo es solo señalar las
más importantes, o sea aquellas que
han llevado, como ya señalamos, a
más de 2.600.000 personas a
solicitar un cambio de cobertura, es
decir a “desregularse”.
¿De qué podemos acusar a la gente
que ha hecho uso de su opción de
cambio? Sólo de querer contar con
una mejor cobertura médica a partir
del principio de equidad: aportan
más dinero que ellos y por lo tanto
sienten que deberían tener más
beneficios que el promedio. No
aceptan la ¨solidaridad¨ que le
quieren imponer porque iguala para
abajo.
¿Qué la desregulación podría haberse
hecho mejor? Probablemente. Pero
decididamente la solución no es
suprimirla.
Se ha creado una falsa antinomia de
“prepagas versus obras sociales”,
dando así la sensación que defender
la Desregulación, es defender a las
empresas de medicina prepaga. Lo que
estamos defendiendo es un modelo en
donde se pueda elegir libremente, de
forma tal que nadie sea cautivo de
una Obra Social, porque fue
precisamente esa cautividad que
alguna vez supo tener el sistema, la
que generó los peores resultados en
materia de servicios.
Por último un “par de líneas” y la
exposición de mi posición con
respecto a la idea que se encuentra
circulando en estos días respecto de
eliminar la Administración de
Programas Especiales –APE- y
transformar el actual modelo de
seguro en uno donde el Estado sea el
proveedor como único comprador.
¿No está probada ya la eficacia del
Estado a través de la gestión que
hace del Hospital Público?
El modelo social europeo del que
tanto se ha hablado, donde el Estado
es el efector y quien concentra la
prestación del servicio, es viable a
partir de que quienes lo administran
son Franceses, Alemanes, Ingleses,
etc. etc. ¿Supongo que no debo
aclarar nada, verdad?
Imagine usted amigo lector que
requiere una prótesis quirúrgica
urgente y se la debe proporcionar un
organismo del Estado, comprada por
el Estado…, ¿qué pasará con su
salud?
Por favor, pongamos la energía en
pensar cómo mejorar el sistema, no
en empeorarlo. |