:: REVISTA MEDICOS | Medicina Global | La Revista de Salud y Calidad de Vida
 
Sumario
Institucional
Números Anteriores
Congresos
Opinión
Suscríbase a la Revista
Contáctenos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

:: Infórmese con REVISTA MEDICOS - Suscríbase llamando a los teléfonos (5411) 4362-2024 /  (5411) 4300-6119 ::
  

Opinión


FACTORIAL: el primer paso
Por el Licenciado
Víctor Norberto Cerasale [MBA R&D]
 

Se hace referencia a la salud como un derecho humano inalienable, sin embargo la realidad indica que dos tercios de la humanidad no tiene acceso a ella en ninguna de sus formas u expresiones. Exclusión es sinónimo de inequidad, y asumir que los excluidos son muchos más que los incluidos implica atender que sus demandas contenidas comprometen seriamente a las escasas que sí lo están a través de aquella porción de la humanidad que aún permanece incluida. La afectación desde los excluidos hacia los incluidos invade el espectro de la epidemiología, a veces de manera tangible, aunque la mayoría de ellas lo hará de manera intangible. Curiosamente, la consecuencia de ello se traducirá en geometrizaciones secuenciadas en los gastos de salud, con una capacidad de daño dramática. Una vez más, en salud el sentido de oportunidad de la acción determina la calidad y la condición de la inversión necesaria (no del gasto, tal se entiende en los medios políticos, que es otra cosa distinta).
Lo antedicho indica que la porción excluida de los mecanismos de la salud pública, no recibe inmunizaciones, no forma parte de las estadísticas y por ende tampoco lo hacen en presupuesto alguno. Pretender alambrar a estos excluidos es semejante a querer hacer lo mismo con las inequidades, los primeros no pueden ser colocados bajo la alfombra y las segundas son tantas que la magnitud implícita asoma la irracionalidad, tanta que no resiste análisis alguno (más allá de las justificaciones y los argumentos falaces transformados en excusas).
Ante la temible envergadura de la crisis económica mundial, muchos gobiernos entienden que es mejor limitar los servicios de salud, condicionar los mismos aplicando “impuestos” disfrazados de copagos o contribuciones marginales, quebrar aún más la relación paciente-médico-equipo de salud-paciente deteriorando no sólo el vínculo como tal, sino además rompiendo el feed-back que nutre todo aquello que en salud es sinónimo de “conocimiento”. Luego de ello, antes o después, se reducen los presupuestos públicos del gasto social genuino, desplazando sus ejes de dependencia al estado deplorable de las economías de las naciones, todas sin excepción seriamente comprometidas de una u otra formas. Ello establece un abismo entre los que necesitan atención médica y los que finalmente logran alcanzarla. Esto significa que dentro del tercio de los que aún permanecen incluidos, las inequidades son tantas que son generadoras de nuevos segmentos de exclusión. Aquí me pregunto ¿a quién le sirve?... no a los estamentos políticos, no a los corporativos, no a las personas, no a las economías, ¿entonces?... alguien no está viendo las señales que envía la realidad.
Por caso tengo dos buenos ejemplos a la mano. La reforma Obama no logra torcer el rumbo de las inequidades radicalizadas en un sistema de salud que poco y nada tiene de público, y más allá, España está viendo cómo los mecanismos económicos “ilógicos” están devorando un sistema de coberturas sociales que ha sido modelo en el mundo humano (mucho más en el occidental), dañando el delicado punto de equilibrio que rige a los sistemas públicos de salud donde el desplazamiento de las variables modifica las ecuaciones y como consecuencia de ello sus resultados. Desde luego, los perjudicados son siempre los mismos, esto es las gentes, Usted o yo. Lo recorrido hasta aquí indica que si aún no está excluido, no se haga problema (o sí) pronto lo estará, ya que los estados políticos y mucho más los económicos se han quedado sin fórmulas para reparar las negligencias en las que se sustentan sus criterios.
En medicina, y como consecuencia en salud, las evidencias no contempladas, alguien las paga y si no lo hace en lo inmediato, ya lo hará. Estas evidencias señalan que tanto la medicina como la salud navegan hoy en mares de irracionalidades, océanos donde los problemas no son propios (al menos no mayoritariamente) sino inducidos por impericias en terceros ámbitos que invaden campos de decisiones que les son tan ajenos como extraños. Demorar o negar un tratamiento implica incrementar el gasto consecuente hasta límites insospechados, perjudicando ya no sólo a la víctima propiciatoria del caso específico, sino a muchas otras anónimas, desconocidas, que no recibirán la atención por causa del daño ocasionado al primero de los “negados”, el que al insumir más recursos, promoverá que haya nuevos “negados” en otros temas, nunca menores ya que en salud pública nada lo es.
A lo expresado se le suma otro problema. El tercio de los incluidos (muchos de ellos pseudo incluidos por su carácter marginal) está significativamente afectado por patologías crónicas, enfermedades que consumen hoy más del 50% del presupuesto de salud de los países considerados (¿desarrollados?), sin atender que hasta ahora los modelos de salud de esas mismas regiones se concentran en los agudos y las urgencias, demandando una reconversión científica de la gestión cursada.
Hasta aquí se habla de la importancia de las enfermedades crónicas, se hace referencia y por consiguiente se establecen programas para diabetes, obesidad, hipertensión, asma, artritis, psoriasis, etc. de aquellos que guardan algún tipo de cobertura social. La ejecución de dichos planes son de edición limitada y siempre omiten a muchos pacientes que además de no estar en las estadísticas tampoco lo están en las consideraciones estratégicas del diseño de esos mismos planes. Esto epidemiológicamente es una aberración y nuevamente aparece un ejemplo que me cae en las manos... los baches de inmunización en Europa (no cualquier lugar) está dando lugar a tsunamis de problemas que se tenían por “controlados”, es decir, no estaban controlados ni tampoco formaban parte de proyecto, estudio o investigación alguna. Proceder de esta forma se denomina en ciencia, “momento de negligencia”. Esto significa que la visión política de la salud pública está gravemente sesgada por impericia de conveniencias, lo cual ahonda la calamidad ya que al no asistir prudentemente a las variables, se asegura el desajuste geométrico de las mismas.
Una vez más (no me cansaré de repetirlo), la situación actual en salud no es correlativa a la existente con anterioridad (10 o 20 años atrás) y tampoco lo será en un futuro. Aquí emergen retos angulares:

  • cómo globalizar la salud pública.

  • cómo no gravarla impositivamente (agravando el daño vigente).

  • cómo focalizar las patologías crónicas y resolverlas con equidad.

  • cómo modificar el criterio infectológico global.

  • cómo modificar el abordaje epidemiológico global.

  • cómo asegurar una cobertura social global de ajuste dinámico.

Entonces surge una nueva dimensión del problema que merece nuestra atención. La salud pública que hasta ahora se trataba como un problema de naciones desarrolladas que vendían sus inequidades a las menos desarrolladas, pasa a ser un problema del ser humano como tal, por ende es de todos con carácter simultáneo. Lo que no hace Usted me afectará a mí y viceversa... esto cambia el sentido de los focos.
Quizás usted crea que este es todo el problema, lamento desilusionarlo. Los factores además de complejos son altamente dinámicos y esto, recién comienza. Permítame dejarle flotando un concepto: todo aquello que políticamente se omite en salud, termina siendo un delito de lesa humanidad. Suena mal, pero es real y vigente. Los estados que dejan librada a su suerte a las personas (por caso pacientes y sus médicos), no merecen ser calificados como tales.
 

Licenciado [MBA R&D] Víctor Norberto Cerasale, 2011-06-14. Copyright by Cerasale, 2011. Derechos reservados. Exclusivo para Revista Médicos, Medicina Global.
http://elbiruniblogspotcom.blogspot.com CIENCIAS MÉDICAS NEWS®
http://herenciageneticayenfermedad.blogspot.com CIENCIAS DE LA HERENCIA®
http://saludequitativa.blogspot.com  GESTIÓN EN SALUD PÚBLICA®

 

SUMARIO

 

Copyright 2000-2011 - Todos los derechos reservados, Revista Médicos